CAPÍTULO XVI

28 7 0
                                    

—No lo entiendo —declaró Aura la mañana siguiente, cuando Lucas y ella se hallaban en el patio trasero de la casa de este—

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—No lo entiendo —declaró Aura la mañana siguiente, cuando Lucas y ella se hallaban en el patio trasero de la casa de este—. Si se supone que debo vencer a Stephan... ¿Cómo es que mis poderes son los mismos que los suyos? —inquirió—. ¿No tendría más sentido...? No sé, ¿poder controlar la luz o algo así?

Los dos se habían levantado extratemprano ese día, no solo por el hecho de que ambos debían asistir a la universidad, a la cual ya habían faltado bastante, sino porque, según Lucas (y no es que la chica estuviese en completo desacuerdo), Aura necesitaba entrenamiento; tenía que aprender a controlar sus poderes y, para él, el mejor momento para hacerlo era en la mañana.

«Así disminuimos las posibilidades de que sienta tu magia», había dicho.

«¿Puede sentir mi magia?», preguntó haciendo una mueca. Lucas pareció meditarlo durante un segundo.

«Es mejor no arriesgarnos».

—La Luz y la Oscuridad son... como el silencio y el ruido —explicó Lucas—; no puede existir uno sin el otro. Y es por eso que uno tampoco puede vencer al otro. Los poderes que tienes son de oscuridad, así como los de él, pero tú eres más fuerte, Aura, puedes vencerlo.

—¿Cómo estás tan seguro? Digo, sus poderes lo corrompieron, Lucas. Hasta donde yo sé, puede suceder lo mismo conmigo.

—Eso no es cierto. Sus poderes no lo corrompieron, su propia naturaleza lo hizo. No todo lo oscuro es malo, Aura. Tú mejor que nadie deberías saberlo.

Ella asintió.

—He vivido con estos poderes toda mi vida sin ser consciente de ello. El cómo los acepto no tiene por qué cambiar ahora que sé que los tengo. —Lucas sonrió al tiempo que Aura suspiraba—. No sé cómo hacerlo...

—Ya has utilizado tus poderes antes —le recordó Lucas—, solo que en situaciones más...

—¿Complicadas? —adivinó la chica.

—Supongo que así podría decirse. Siempre ha sido cuestión de instinto. Tú necesitas tu magia y ella viene a ti, pero tienes que aprender a controlarla y, mientras más trabajes con ello, más fuerte te harás.

La muchacha no dijo nada. Confiaba en Lucas y sabía que todo lo que el chico le había dicho era verdad, aun así... Aun así, había una parte de ella a la que le costaba trabajo aceptar de golpe que todo fuese tan distinto a como se lo hubiese esperado. Miró a su alrededor, preguntándose cuáles de todas las sombras que se proyectaban en el suelo y en todo su entorno podrían cobrar vida de un momento a otro.

—¿Qué tengo que hacer? —preguntó finalmente.

—Busca dentro de ti. Cierra los ojos y concéntrate, aíslate de todo hasta que solo seas tú y tu mente. Busca dentro de tu subconsciente eso que una vez controlaste. No le temas a la Oscuridad, no la rechaces; acéptala, porque conforma una parte de ti que, aunque ahora no la recuerdes, te hace ser tú. No luches contra ella; domínala, vuélvela tuya.

A través de las Sombras © [MUESTRA] [EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora