CAPÍTULO V

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La muchacha despertó horas después, ya entrada la noche

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La muchacha despertó horas después, ya entrada la noche.

Aura abrió los ojos despacio, adaptándose a la oscuridad que reinaba en el ambiente. Se incorporó de apoco, notando un dolor constante en el cuello y los hombros por la mala postura en la que se quedó dormida. Miró sus brazos por instinto: las marcas violáceas seguían allí, quizá aún más oscuras que antes, pero al menos habían dejado de doler. De no haber podido verlas Aura ni siquiera se habría percatado de ellas.

Respiró con pesadez, sin estar segura de si se debía al asma o al estar todavía medio dormida, aunque buscó su inhalador de todas formas.

Durante varios minutos, Aura actuó de manera sistemática: levantarse, buscar su mochila, su inhalador, usarlo, guardarlo. Se sentía con una extraña calma a pesar de todo lo que había ocurrido ese día, y no sabía si eso era bueno o malo. «La calma antes de la tormenta», no pudo evitar pensar una parte de ella. Había vencido a la sombra, al menos de momento, la pregunta era... ¿cómo?

«Quiero saber por qué las sombras son capaces de afectarte tanto». La voz de Lucas sonó en su cabeza de pronto. El chico sabía algo acerca de todo lo que pasaba y no se lo estaba diciendo, y eso a Aura la enfermaba. Necesitaba respuestas.

Buscó a tientas su celular en la mochila. Eran casi las dos de la mañana. Su teléfono parpadeaba con una luz intermitente por las llamadas perdidas que tenía de su madre durante el día. La chica suspiró, decidiendo que la llamaría de camino a la universidad al amanecer.

Salem. Brujas. Demonios. Sombras. Las sensaciones de lo ocurrido horas antes llegaron a ella como si se hubiesen estado ocultando en las profundidades de su mente. Mas lo peor no habían sido el miedo ni las sombras, sino aquel recuerdo de dos años antes, saliendo a la superficie sin aviso ni permiso. El sueño que había tenido esa vez no había sido nada comparado con la pesadilla que vino luego.

El cansancio volvió a ella como si jamás se hubiera ido.

«Basta —se dijo a sí misma—. Deja de pensar en eso». Y, tal como había hecho hacía dos años, dejó de pensar en eso.

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A través de las Sombras © [MUESTRA] [EN FÍSICO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora