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Miguel llegó a la casa de Sam con chamarra en mano, aún bastante pensativo de todo lo que habían hablado en el restaurante; quizá era verdad y realmente había acabado por perder a Mía, que finalmente le había dado oportunidad o algo a Hawk y... el resto era historia.
Necesitaba aclarar su mente, no podía gustarle Mia, eran amigos y, todos saben qie las relaciones entre amigos arruinan todo lo que ya llevaban, además no podía simplemente llegar a su vida, y empezar algo; Mía aún tenía muy frescas las heridas de Mau y de lo quw sea qke le haya hecho Ricken... ese sujeto. Uno la habia marcado a profundidad, pues aunque nunca se los dijo como tal, él tenia clarisimo que había sido ni más ni menos que su primer amor, uno que ni siquiera se había alcanzado a concretar; y del otro... a ella no le gustaba tocar el tema, y siempre hacia alusión a que el tipo solo había jugado con ella y cosas asi; aunque la intuición de Demetri apuntaba a otra vía. Una más obscura y triste para ella; que explicaría el porqué ella reaccionaba así al asunto, le asqueaba el siquiera suponerlo, pero principalmente le dolía más, Mía no se merecía cosas así... solo faltaba él, él y su tontera de no darse cuenta, o no reconocer que él sentía más que amistad por ella.

O quizá así estaban mejor las cosas, después de todo Eli la había querido desde el primer momento, incluso antes de que se conocieran como tal. Y si ya tenían salidas así, más la camaradería que habían desarrollado hasta su transición a Halcón, era de esperarse que se diera algo entre ellos. Si, podía ser mejor eso para ella, pero... entonces porqué le generaba esa especie de cólico el pensarlo? Yup, eran celos; y de los buenos.

Finalmente llamó a la puerta, y, tras unos segundos, un chico de cabello negro y bastante rellenito, abrió la puerta; mirando casi de manera escaneada al trigueño, mientras con una de sus manos sostenía un control de video juegos.
- hola... aquí vive Sam?
- eres...?
- oh, soy su... su amigo, bueno ella dejó...
- ... quién era, Anth... oh, hola Miguel ☺- saludó la ojiazul, un tanto extrqñada por la visita del trigueño, así como de el hecho que hubiera dado con su dirección. Las fichas de tutoria de la escuela eran todo menos confidenciales por lo visto, eso, o realmente era cierto eso de que preguntado se llegaba a Roma.
- hola, Sam; tú... dejaste tu chaqueta, y
- gracias. 😄 ni siquiera me había dado cuenta, te lo agradezco mucho, es de mis preferidas y
- Sam, ya vienes? Está servida la cena y...- Los interrumpió una voz masculina, una que no pertenecía a Anthony. Rompiendo el enigma al aparecer en el pasillo, era un chico de cabello rubio, ojos azules y, algo que a la vista del trigueño, era una calca del peinado de He Man.- Sam, está todo bien?- cuestionó el rubio, que ya estaba escaneando al trigueño
- debo irme, quizá encuentre a Mía despierta y hable con ella de una vez. O no se... te veo en clase, ok?- soltó Miguel, con cierta molestia en la voz. Quien rayos era ese sujeto? No podía ni debía sacar conjeturas, ws más, él y Sam no eran nada como para ponerse así y... entonces por qué le pasaba?

Cuando el trigueño llegó a Resseda, tenía la mente más enmarañada de lo que imaginó podía llegarla a tener. Estaba acomodando su bicicleta mientras pensaba en lo que Sam le había dicho sobre Mia, y el hecho de que quiza de verdad ya la había perdido, con ella al fin haciéndole caso y dándole una oportunidad a Eli. Pero era una absoluta ridiculez eso.
- Debo hablar con ella... pero...- se decía a si mismo, mientras batallaba con encadenar su bicicleta. El estar tan pensativo no lo dejaba, cuando al fin la aseguró y  guardó sus llaves, empezó a caminar hasta su casa, para descansar un poco, acomodar sus ideas y decidir si primero hablaría con el sensei Lawrence, o hablar directamente con Mía. Iba llegando a la explanada cuando escuchó voces y risas, venían de la entrada principal, intentaba distinguir de quien se trataba, pero se le dificultaba un poco; pues los focos de la entrada llevaban días fundidos.
Fue hasta que llegaron al pequeño patio entre los edificios que, logró identificar los rostros y... en efecto, se trataban de Mía con Hawk.
No quería sobrepensar las cosas y deducir que se trataba de una cita pero, el como lucía ella... tal parecía que su ropa gritaba "cita" en mayúsculas, letras neón y en 3D

In Your Arms (Miguel Diaz/Cobra kai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora