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El lobo estaba entrenando de nuevo aunque el gimnasio había sido arreglado para el, las máquinas habían sido cambiadas por unas más acorde a su talla, era temprano por la mañana, ni siquiera el alba había dado sus primeros rayos de luz así que el ambiente era oscuro, aunque como ya sabemos, eso no es problema para el lobo.

Su rutina intensa era compensada con el "Joker" y una alimentación rica en proteínas y Carbohidratos, pero el lobo moría con cada repetición, esa sensación lo hacía recordar su tiempo en la carnaza, allí le daban basura de comer, le inyectaban esteroides y lo hacían entrenar hasta desfallecer, si los antiguos leones del antiguo shishigumi hubieran sabido que el veneno del dragon de komodo era un anabolico perfecto para el lobo, su tamaño sería amorfo, a Legoshi le dio un escalofrío solo de recordar y pensar en ello.

...

Hoy era lunes veinte de diciembre, las clases ya habrían terminado, aunque el lobo no asistió desde que vino de visita al inarigumi hace una semana, todos estos días a estado entrenando y la mejoría se notaba a leguas, sus músculos aún más duros y grandes, su cabeza comenzaba a quedar pequeña en comparación a todo lo demas, no olvidó entrenar sus piernas, por lo tanto también tienen un buen tamaño.

Pero, por qué no cambiamos el POV durante un tiempo, bueno, aquí vamos.

El alba despierta al ahora colosal oso pardo llamado Riz, el había dejado de ingerir sus pastillas de atrofia muscular por lo tanto su cuerpo comenzó a crecer desmesuradamente, esto no fue obviado por sus compañeros de habitación que también eran osos, pero el aseguraba estar tomándola y que esto sólo era un crecimiento natural, una mentira total.

No pudo ocultarlo más cuando alcanzó los tres metros de altura, por lo que tuvo que dejar la academia de momento, aunque el gobierno ya le había puesto un ojo encima, pues un auto negro lo seguía todo lugar al que iba, eso no le molestaba mientras no se metieran en su vida.

Riz no era un idiota, el sabía perfectamente que Legoshi en este momento debe de estar entrenando arduamente, pero el oso también lo haría, después de todo, el había sido retado una batalla a muerte , Riz siempre supo que ese lobo no era alguien normal, pues, como es obvio su apariencia no encaja con alguien de 17 años que cursa en una academia.

El sabía que Legoshi estaba metido en algo, hasta sus malditas reacciones parecían ser sacadas de un maldito libro de texto, eso lo irritaba un poco, pero debía dejar de pensar en eso.

Ahora mismo el oso se encuentra en el gimnasio de animales grandes, allí era alabado por su gran tamaño y buena condición física, eso lo hacia sentirse un poco mejor consigo mismo, pues aunque el recordaba con amor la predacion de su amigo Tem, El en el fondo sabía que eso no era más que un recuerdo embellecido y que el era un asesino.

...

Los días pasaban para los enemigos a muerte, aunque Legoshi sabía que matarlo no era la solución, Riz creía que matar al lobo lo solucionaría todo, el creía que su problema acabaría allí y que su vacío se llenaría al saber que ya nadie podría arruinar su "hermosa" relación con esa alpaca que tanto amo, y que aún sigue amando.

...

La zorra se estaba preocupando un poco por el lobo, pues no descansaba y su rendimiento ya no era tan bueno, las ojeras del lobo se notaban a leguas, Legoshi se había encargado del papeleo de la zorra y siguió entrenando, lo único que lo mantenía despierto era ese suplemento que ingeria con normalidad el lobo, al no comer otra cosa su índice de grasa corporal disminuyó bastante, ahora las fibras de sus músculos se podían ver a través de su piel.

Ten se acercó al lobo que estaba entrenando en ese momento pero el aura que la rodeaba en ese momento era confusa, enojo, tristeza, afecto, simpatía, todo en conjunto hacía que la zorra tuviera dolor de cabeza, por eso hizo que Legoshi se detuviera.

_"Legoshi, creo que ya fue suficiente, no has estado conmigo en estos días y pasado mañana tendrás una pelea, y te vez tan terrible, yo ya no se que sentir respecto a esto"_ lágrimas cayeron de los ojos de Ten, esto hizo que el corazón del lobo estallara, aunque Ten ya haya llorado antes, está era la primera vez que era su culpa, el lobo se levantó y abrazo a la zorra, Ten hundió su cara en el pecho del lobo pero sus lágrimas no cesaban.

Legoshi se sorprendió de algo, el no podía llorar, el quería gritar que lo sentía, derramar sus lágrimas como cascada para demostrar su arrepentimiento, pero simplemente no podia hacerlo, estuvo quieto durante los minutos que la zorra lo abrazo con Fuerza y lagrimeo en su pecho pero el lobo estaba en un estado similar al shock.

Legoshi sentía como si su corazón fuera aplastado y que millones de astillas de vidrio se encajaban en el, sus ojos se cecaron, parpadeo pero eso no lo aliviaba, el lobo camino con la zorra hacia dentro, pero una vez cruzaron la puerta el lobo desfallecio, cayendo al suelo justo antes de las escaleras, la zorra trató de detenerlo pero el lobo era muy pesado para ella.

Las zorras acudieron a la escena al escuchar el ruido seco del que hizo el lobo al caer, todas ayudaron a llevar al lobo con Gouhin, el panda médico del mercado.

El panda los recibió en la clínica y pusiero al lobo en una camilla, todas las zorras vieron como el lobo está recostado allí, su respiración era lenta, pero luego de un par de exámenes de Gouhin, el panda determinó que Legoshi estaba deshidratado por lo tanto inyectó suero a su cuerpo para que comenzará a recuperar líquidos.

Gouhin también llegó a la conclusión de que el lobo estaba en un estado de anorexia leve, pues ese suplemento sólo tenía lo necesario para reemplazar una comida del día, y que también al contener anfetaminas denegaba el hambre en el lobo.

Gouhin está asombrado de que el lobo hsya aguantado tanto con lo mínimo de alimentos y líquidos durante esos días.

_"Emh, Ten, Legoshi deberá quedarse internado al menos hasta pasado mañana, ahora cuando despierte me encargaré de que coma lo necesario, no hay nada más que se pueda hacer, solo queda esperar, aunque puedo decir que aunque el panorama es bastante malo, no hay de que preocuparse, este perro es un hueso duro de roer"_ mencionó con algo de burla al final, no causó gracia en Ten haciendo que el panda sudara frío, pero la zorras se retiraron y esperarían los resultados del examen mañana.

Market DogWhere stories live. Discover now