17

418 46 9
                                    

El lobo se agachó sobre sus rodillas para quedar casi a la misma altura de la coneja, esta estaba paralizada.

Legoshi pasó su mano varias veces frente a la cara de Haru, hasta que reaccionó.

_"Q-Que es lo que necesita"_ estaba muy nerviosa, sentía que su pequeño corazón de conejo explotaria.

_"Vengo de parte del club de teatro, estamos buscando unas flores para la obra de adler"_ mencionó el lobo recorriendo sus bolsillos con sus manos, tomando el papel con la lista que le había dado el ciervo anteriormente.

"La letra de Louis" pensó la coneja tomando el papel con sus dos manos, era demaciado grande para sus manos, eso causó un poco de risa en el gran lobo.

_"Si creo que tengo todo"_ dijo la coneja tratando de calmarse, cosa que era inútil ya que la imponente precencia de aquel lobo no la dejaba.

Legoshi por fin pudo pasar a la azotea, miró el lugar, era un buen lugar, las flores estaban bien cuidadas y todo estaba ordenado.

_"Oye, a estas plantas les falta un Poco de sol, ¿podrías moverlas por mi? Así mañana les dará un buen sol"_ la coneja pidió la ayuda de el lobo, este aceptó bastante fácil.

Legoshi movió las macetas, embarrandose un poco las manos, Haru al verlo le pidió que pasara a la salas el club, una pequeña casita, al entrar vio que había un baño, ropa de la coneja, una cama grande, incluso una cocina, el lobo lavo sus manos en esta.

Pero para la sorpresa del lobo la coneja comenzó a desnudarse, al parecer malinterpreto las intenciones del lobo.

_"Oh, no, Haru no eh venido a tenér sexo contigo, lamento siis intenciones lo hicieron ver así, solo quiero las flores"_ el lobo se rasco suavemente la nuca, la coneja lo miró un poco avergonzada por haber malentendido a Legoshi.

_"Oh, lo siento, ya sabes, es normal para mi que siempre pidan algo a cambio"_ menciono la coneja al lobo.

_"Oh, iba a pedir un vaso de agua pero ahora me siento culpable"_ dijo el lobo hacen reír a Haru, esta le entrego la vaso y Legoshi lo bebió de un sorbo.

El lobo tomó las flores, se despidió de la coneja y se encaminó de nuevo hacia la sala del club de teatro.

Legoshi esta frente a la puerta de la oficina del ciervo, abrió la puerta sin más y se lo encontró sin camisa frente a la ventana abierta, ya casi era de noche así que corría un poco de fresco, ese día hizo calor.

Legoshi lo miró unos segundos y luego habló.

_"Tengo las flores, ¿No necesitas nada más, Louis?"_ hablo el lobo dirigiéndose al ciervo.

_"No, sólo tengo una duda, ¿tuviste sexo con Haru? "_ el ciervo le dijo al lobo, Legoshi le lanzó las flores en la cara.

_"¿¡Por quién me tomas?!, claro que no, yo tengo a alguien"_ le grito el lobo al ciervo que soltó un pequeña risa.

_"Tranquilo solo era una broma, pero puedes comerme a mi si quieres"_ el ciervo hizo una pose sexy, el lobo casi vomita.

Legoshi salió de la habitación.

"Okey, esas fueron muchas insinuaciones sexuales el día de hoy" pensó el lobo mientras volvía a la habitación de caninos 701.

Otro día, misma rutina, la luz del alba despierta al lobo, se levanta, se viste, toma un café en la mesa redonda junto a la ventana, y espera que todos despierten.

Cuando el despertador de los caninos sono, saludo y de retiro del lugar.

_"Tengan buen día"_dijo el lobo antes de irse.

_"Me preguntó a dónde ira tan temprano todos lo días"_ dijo Collot al aire, sin respuesta.

Legoshi camino por el campus, se sentó en una banca y miró su teléfono, una sonría boba adorno su rostro, Ten le había dado los buenos días.

Esto puso de buen humor al lobo, que dio un par de vueltas sobre su mismo, el timbre de clases anunciando el comienzo de estas.

El lobo fue a clases y hoy también tenía con la profesora cebra, su materia era filosofía, le agradaba al lobo, otra vez la cebra volvió a sentir la mirada de Legoshi en la nuca, ya no podía soportarlo más.

"Cuando la clase acabe hablaré con el" pensó la cebra, esta ya había comunicado esto al gabinete escolar, por lo menos, no tendría que hablar sola con el lobo.

Las clases llegaron a su fin, Legoshi se dispuso a irse pero fue detenido por la cebra.

_"Por favor, necesito hablar con usted"_ mencionó la cebra intentando mostrarse fuerte pero Legoshi sentía el olor al miedo salir de ella.

El lobo se sentó frente al banco de la profesora, alguien abrió la puerta, un elefante, este pertenecía al gabinete de la academia el logo en su brazo lo respaldaba.

Legoshi lo siguió con la mirada, el elefante se paro frente a los dos.

Legoshi pudo escuchar como un cascabel, el sonido paso por la paredes luego el techo, luego el sonido desapareció.

Legoshi los miro pero ellos parecían no escucharlo.

_"Hola, emh, Legoshi no es así"_ mencionó el elefante recibiendo un asentimiento del lobo.

_" Bueno mi nombre es Tafari y soy un elefante africano, estoy aquí por que su profesora nos comunico que siente miedo de usted, aunque no se si esa se la palabra correcta, no quiero sonar racista pero su apariencia tampoco es la mejor, la verdad, pero en esta escuela aceptados a todos los que quieran tenér un futuro, nos ayudaría a todos si controlará sus instintos de carnívoro hacia su profesora"_ el elefante habla calmado, como hubiera dicho lo mismo un millon de veces antes.

_"Oh, lo siento si la incomode, es conocido que los lobos cuando están concentrados puedan mirar fijamente algo por horas°"_ mencionó el lobo disculpándose frente a la cebra.

(°Afilada y directa, no deja duda de a quién tienen en el punto de mira. Y no es casualidad, según una investigación dirigida por el japonés Sayoko Ueda. La situación y la combinación de colores en los ojos del lobo gris los hacen resaltar a primera vista.)

Los tres se miraron y la cebra suspiro, ahora estaba más tranquila al saber que su alumno mo tenía malas intenciones en contra de su persona.

El elefante saludo y se fue a paso lento del aula.

_"Lo siento Legoshi, pero tenía miedo de tun intenciones, de verdad"_ la cebra hizo una reverencia completa ante el lobo.

Este solo agitó las manos queriendo que la cebra se levante del suelo.

_"Por favor levantece, también es mi culpa"_ el lobo extendio su mano frente a la cebra, esta la tomó, sintiendo las duras manos del lobo.

Legoshi se retiro y fue a su almuerzo, aunque sólo le quedaban quince minutos para que acasabe el receso, por lo que se apuró para comer, y volvió a clases, casi llegando tarde.

Market DogWhere stories live. Discover now