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Melon al notar la presencia del lobo abrocho de nuevo su cinturón.

_"Que descarado, interrumpir a un hombre y una mujer en la cama"_ se burló el híbrido.

Ten ahora tenía una cinta alrededor del hocico así que no podía articular palabra.

El lobo se quito el saco del traje y lo coloco encima de la zorra, quitándole la cinta.

Legoshi sentía que ya no le corría sangre en las venas, sentía que ahora su corazón bombea magma, lava ardiente que recorría sus venas haciéndolo sentir libre.

Ya no prestaba atención a lo que pasaba a su alrededor, ya ni siquiera sentía la lluvia caer y mezclarse con su sudor, solo tenía una cosa en mente, matar a esa maldita gacela con dientes de leopardo.

Solo se estaban viendo y el ritmo cardíaco de Legoshi comenzó a bajar y aumentar la fuerza de su bombeo, entrando en un estado de adrenalina que todo a su alrededor perdió su color, quedando en blanco y negro.

Ya ni siquiera podía oír lo que pasaba a su alrededor.

Una gota de lluvia callo sobre la nariz del lobo haciendo disparar hacia la gacela que la sorpresa no se pudo ocultar en su rostro.

Si no fuera por sus reflejos de gacela no hubiera podido esquivar ese golpe, Legoshi golpeaba al aire ya que ninguno de sus puños tocaba a Melon.

Legoshi se movía cada ves más rápido y esquivarlo se convertía en un problema para la gacela, los golpes del lobo comenzaban a tocarlo y la sangre no tardó en salir de su cuerpo, sólo un roce de sus puños desgarraba su piel.

Melón trató de huir saltando hacia un edificio pero esto fue un error ya que Legoshi salto con más fuerza interceptandolo en aire y este no perdió el tiempo y mordió el cuello de Melon, este era sorprendentemente duro, pero Legoshi comenzó a hacer fuerza y el híbrido sentía que el oxígeno no llegaba a su cerebro empezando a golpear al lobo con todas sus fuerzas, al ver que no resultaba en nada sacó su pistola y disparo rápido hacia la cabeza del lobo volandole una oreja.

Legoshi apretó con más fuerza deformando su expresión y rompiendo el cuello de Melón, el híbrido dejó de moverse y Legoshi una vez lo dejó en el suelo comenzó a golpearlo sin parar, Melón ahora no era más que un pedazo de carne pero Legoshi no se detenía.

Abrió sus fauces y vapor salió de su interior sus ojos estaban rojos y la abstinencia de carne no lo dejaba pensar, estaba perdido.

Ten estaba por gritar que al lobo que se cuidara la espalda pero fue demaciado tarde.

Justo cuando estaba por comerse lo que quedaba del híbrido sintió como alguien lo golpeaba con su cola, era un dragon de komodo, tenía una camisa blanca, unos pantalones beige y una corbata, era un lagarto mayor pero no pasaba de los 40.

El dragon salto y mordió al hombro del lobo inyectando su veneno sin parar, pero esto en vez de desintegrar a Legoshi comenzó a sanarlo y aparentemente también funcionaba como anabolico pues sus músculos también crecieron.

El dragon al darse cuenta dejó de inyectarle el veneno, en su expresión de notaba el asombro y sus ojos estaban como platos, así que simplemente trepó entre los edificios y desapareció.

Los colores volvieron al mundo de Legoshi y se acercó a Ten para desatarla ya estaba saliendo el sol, la guerra había terminado, un equino negro miraba atentamente al lobo, junto con el dragon de komodo que antes golpeó a Legoshi.

_"Te encontré"_ dijo el lagarto mientras una lagrima se desliza por su mejilla.

Legoshi paso el brazo de Ten por arriba de su hombro y fueron a buscar a las zorras, muchas habían perdido la vida pero algunas estaban vivas, Legoshi cargo a Ton y a Kan en su hombro y con su brazo sostuvo a dos zorras que aún respiraban.

Legoshi las dejos en la guaridas y Ton y Kan ayudaron a Ten a entrar en la casa.

Legoshi volvió a buscar si quedaba alguna zorra viva pero había un Tigre que estaba tratando de comerse a una que todavía respiraba, Legoshi lanzó un gruñido desde su garganta y le mostró los colmillos al Tigre que salió corriendo.

Tomó a la zorra y los cadáveres los cargo como pudo y volvió a la guarida, la zorra que vivía la llevó con las zorras restantes que la atendieron.

Los cadáveres que había dejado anteriormente en el suelo comenzó a acomodarlos uno al lado de otro y tomando una pala comenzó a cavar, catorce tumbas, la lluvia ablandaba la tierra haciendo más fácil el cavar, pero igual le llevó hasta el mediodía.

Habían pasado horas y Legoshi estaba sentado sobre sus rodillas, con una cara que no reflejaba sentimiento alguno, sintió a Ten acercarse pero ni se movió, cuando la sintió lo suficientemente cerca habló.

_"Ni siquiera se sus nombres, soy un animal horrible"_ la voz del lobo estaba apagada, ellas estuvieron ahí para el, cuando estuvo en el hospital, pero el, simplemente huyó, se sentía la peor persona del planeta.

La zorra cayó en la espalda de Legoshi y comenzó a llorar, algo nuevo para el, pero no menciono nada y estuvieron ahí por quien sabe cuanto tiempo, todos habían perdido esa noche, menos el lagarto, que el, encontró su felicidad.

Market DogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora