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(Los personajes de la historia pertenecen a Itagaki Paru)

Lugar desconocido.

Pov. Ninguno

El basurero siempre fue un lugar horrible pero está vez era diferente , había una bolsa en concreto que no dejaba de moverse, esto llamo la atención de un grupo de leones.

Revisaron la bolsa por las dudas , quien sabía que horrores ocultaría en su interior, poca fue la sorpresa al ver un cachorro en la bolsa , a su lado una nota con palabras alentadoras.

_"Mmmm, parece que no van a extrañar a este jefe, que le parece si lo tomamos , para el comercio , alguien pagará algo por el, o si nadie lo compra irá al DeathPool."_ el león era mayor más no igual tonto , sabía el valor que representa la inocencia de ese niño , y la explotaría al máximo.

Salto en el tiempo conveniente para la trama.

El antes pequeño e indefenso ahora era una bestia imparable , estaba en una celda pequeña pero abastecida , entreno su cuerpo toda su vida y ganó masa muscular, fuerza y altura.

Un león se acercó para comunicarle que su pelea arrancaría pronto, por eso abrieron la celda , Legoshi estaba con una camisa de fuerza y un bozal , el nunca intento escapar pero solo era una precaución.

Lo llevaron hasta la jaula , esta está electrificada esta erizo su pelaje  solo con acercarse , la energía era muy poderosa.

El contrincante era un oso pardo de 2mts, legoshi no parecía asustado en lo absoluto, tenía una gran sonrisa de oreja a oreja.

Dentro de la jaula estaban Pardo y el, solo se miraban hasta que sonó la campana, esta marco el inicio de una pelea que no iba a ser nada agradable.

En un placaje en el que quedaron los dos en el medio de la arena el oso quiso levantar a Legoshi pero para asombro de este el lobo se aferro al suelo y le hizo una llave al oso levantandolo y arrojandolo por atrás de su espalda rompiendo el cuello del oso por su propio peso.

Las gradas gritaban eufóricas animando al lobo que era el campeón de la arena clandestina, pero de la nada la policía entró al lugar disparando hacia el techo y eso fue lo último que recordó por que recibió un culatazo en la nuca.

...

Despertó en una sala de interrogatorio con dos policías que lo miraban fijamente.

_"Que bueno que despertaste"_ de su voz escapaba el odio y la indignación, no sabía lo que le pasaba a este oficial pero para mala suerte de estos el shishigumi lo había preparado para todo tipo de interrogantes.

Legoshi no digno siquiera a mirar a los oficiales, las horas pasaban y los policías no podían sacarle nada, era como hablar con una pared, una enorme pared de 2,06mts de alto hombros anchos y un abdomen más que fornido, era enorme, debía ser por que era un híbrido.

La policía determinó que Legoshi era una víctima por que no tenían pruebas suficientes y a regañadientes lo dejaron salir.

Camino de nuevo hacia el mercado pero cuando llegó la guarida del shishigumi estaba en llamas, totalmente ardiendo, al parecer algún otro clan tomó la oportunidad de hacer caer al shishigumi.

Legoshi se quedo viendo como se quemaba toda su vida, no se sentía afligido pues tampoco había buenos recuerdos allí, lo único bueno de esa casa era Agata, el león más joven del shishigumi, era un chico agradable.

Pronto sintió la precensia de muchos animales, todos carnívoros, pero era raro, no sentía el olor a sangre viniendo de ellos cosa rara ya que estaba seguro de que pertenecían a alguno de los cuatro clanes.

Era curioso de que todas las precensias eran hembras, lo sabía por su olor, sólo una de ellas se asomo a la luz.

Una zorra roja de mediana edad, complexión delgada y estatura media, viste un vestido qipao largo de color negro, un parche de color negro y unos zapatos de tacón negro.

Se hacerco a Legoshi hasta quedar cara a pecho, la zorra sólo llegaba hasta por debajo de los pectorales de Legoshi.

_"Puedo asumir que ustedes señoritas fueron responsables del incendio de mi jaula"_ estaba algo enojado pues en su celda tenía un bozal de cuero con rejilla de metal, era algo que apreciaba pues significaba que no peleará durante un tiempo, cada vez que se lo ponían podía relajarse, sus instintos de perro asociaban al bozal con Calma, a veces sólo se lo ponía para relajarse, incluso lo ayudaba a dormir.

_"Oh, debo asumir que eres el perrito del shishigumi, me da náuseas solo pensar que un canino igual que yo se vea rebajado por unos tontos felinos"_ dijo con altanería en su voz.

Legoshi tenía instrucciones de parte de Agata, si el llegars a desaparecer o el shishigumi se viera destruido, el, debería entregarse al siguiente clan que vea , podría parecer cruel, pero Agata sabía que Legoshi nunca tendría una vida normal.

Ni siquiera aunque lo intentará, no sabe leer o escribir, sabe hablar solo por que Agata se esmero en que al menos tuviera una forma de comunicarse.

El joven león a veces dormitaba con la idea de Legoshi yendo a la escuela, relacionándose con otros animales, conseguir una pareja, hacer cosas de adolescente normal, pero el sabía que una vez que el mercado te atrapaba, nunca te deja salir.

A veces el león lloraba por Legoshi, el era el que más lo visitaba a su celda y siempre que veía a Legoshi el tenía su bozal puesto, era doloroso, comentó sus pesares con Ibuki, un león mayor.

Este lo tomó a broma, le dijo que no debía preocuparse tanto por el lobo.

El simplemente no podía dejarlo.

Legoshi se arrodilló en frente de la zorra, está lo miro sorprendida.

_"Haz acabado con el shishigumi, Ten,  déjame ser parte del inarigumi"_ le hablo seguro y con respeto.

Ella solo lo miró con incredulidad, acaso ese lobo pensó que ellas podrían rebajarse a estar con un macho caminando por su casa.

_"Si logras vencerme, consideraré dejar que te una al clan, aclaro que serás el primero a quien le dé este honor, espero que estés agradecido"_ le dijo orgullosa.

_"Estoy muy agradecido de recibir este honor de su parte, Ama"_dijo solo para saltar en contra de la zorra.

Market DogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora