16

438 48 8
                                    

El lobo guardo muy bien el preciado líquido entregado previamente por su Amor.

Legoshi volvió a la guarida, ahora que habían acabado con dos de las cuatro grandes mafias, sólo quedaban ellos y el dokugumi.

Al parecer su padre mantenía relación con el dokugumi, en una de sus cuantas charlas por telefeno le menciono que el también tenía algo que ver en por qué el dokugumi está tan tranquilo, pero Ten los compraría.

El cuarenta por ciento de las acciones del mercado serían de ellos si firmaban un acuerdo de renuncia a la batalla, esto era conveniente para ambos, el dokugumi que sólo portaba el veinte y cinco por ciento casi triplicaria sus acciones, y ella estaría tranquila por un tiempo.

Ademas es mejor así, no es que sea fácil manejar todo el mercado ella sola, Legoshi no entendía nada del mundo de los negocios.

Las cosas volvieron a estar tranquilas por el mercado, Ten queria que Legoshi retomará sus estudios, pero el lobo estaba negado, desconfiando de l seguridad de la zorra.

Pero la zorra no gastaba saliva en vano, con sólo las mágicas palabras conevndio al lobo de ir a la escuela.

_"Vamos Legoshi, Eres un buen chico, ¿O no?"_ el perro maldecia sus instintos y la zorra sabía aprovecharlos muy bien.

Legoshi camino arrastrando los pies hasta su cuarto y tomó un par de prenda más, le ayudarían, y un traje de gala nuevo, el lobo destruía sus trajes, la zorra estaba pensando en comprarlos en masa.

El lobo tomó una mochila y guardo todo dentro, se despidió de Ten con un beso en la mano.

_"Este no es un adiós, sólo un hasta pronto"_ procedió a quitarse un sombrero imaginario y la zorra estalló en carcajadas, olvidando por un momento sus modales.

Legoshi se fue contento por hacerla reír y su cola se mueve de lado a lado.

...

Legoshi despertó por el molesto sol, se encontraba en la habitación de caninos 701, el lobo tenía un problema, la primera luz del alba lo despertaba sin falta, se vistió para ir a la academia.

Se preparo un café y se sento en la mesa junto a la ventana de la habitación, como siempre.

Paso una hora y el despertador de los caninos sono, despertandolos.

Jack se levantó y les sonrió a oís demás.

_"Buenos días, tengan un gran día"_ dijo el lobo para retirarse de la sala.

_"Nunca entendére como es que lo hace, se levanta tan temprano y no se queda dormido ni tampoco tiene sueño"_ mencionó Collot, el perro queria saber el secreto del lobo.

_"Oigan, no notaron que Legoshi a veces no vuelve, o si lo hace llega muy tarde, me preocupa un poco"_ el labrador comentó sus aquejamientos con el resto de los caninos.

_"Oye, Jack, no quiero sonar grosero pero no deberías entrometerse en la vida de los demás, debe ser algo serio, Legoshi no parece ser esa clase de persona, además estoy seguro de que puede cuidarse solo"_ Miguno la hiena, parecía el más sensato al decir esas palabras, el tenía un buen punto.

Jack se rasco la nuca y decidió dejar el tema.

Legoshi se sento en uno de las grandes bancos de la academia y espero a que la profesora cebra llegara, el disfrutaba sus clases con ella, la cebra no tanto.

La clase dio lugar y la cebra volvió a sentir la mirada en su nuca, esto confirmó sus sospechas aquel lobo era el que la miraba, sin duda, el día que se ausentó ella estuvo tranquila, debía comentar esto con el gabinete° de la escuela.

(°Es un servicio pedagógico donde se refuerzan los conocimientos adquiridos en la escuela, se previenen las dificultades de aprendizaje que el alumnado pueda presentar y se potencian sus capacidades.)

Sonó el timbre del receso, el lobo salió   y comió en la cafetería, hoy no había sentido que alguien lo persiguiera, estaba algo aliviado.

Terminó el horario escolar después de otra clase aburrida.

Legoshi llegó al club y la obra de adler estaba cada vez más cerca, Louis se ponía cada vez más molesto, esto irritaba un poco al lobo pero no había mucho que pudiera hacer.

Legoshi siguió dándole instrucciones a Kai, el quería que pudiera arreglarse solo si el decidía faltar el día de la obra, o si pasaba algo.

El club estaba más tranquilo, las relaciones entre los carnívoros estaban asentadas sobre buenas bases, menos el oso blanco, Legoshi no sabía ni su nombre, pero bueno, si el oso no se esforzaba por hablar con el, el tampoco lo haría.

Bill, el Tigre, se llevaban bien, pero su olor decía a gritos que visitaba el mercado recurrenremente, eso no molestaba al lobo, el también comió carne cuando se encontraba en la Carnaza.

El club terminó, pero Louis tenía algo que decirle al parecer tenía algo que hablar con el lobo.

Los demás se fueron y quedaron solamente el ciervo y el lobo.

_"Necesito que consigas una flores en el club de jardinería, esta en la azotea de la academia, la coneja que maneja el club se llama Haru, aún está en su horario del club, ve ahora mismo, Por favor"_ el lobo se limpio la oreja, ¿había escuchado bien? Ese ciervo engreído le había pedido algo por favor, el lobo no pudo contener un carcajada.

Esto molesto al ciervo, que se fue del lugar directo a su oficina.

El lobo maldecia al ciervo en voz baja mientras caminaba por la escuela, la coneja era famosa por ser una hembra muy promiscua, el solo esperaba no tener que llegar a nada raro con la coneja, su corazón y cuerpo le pertenecían a Ten, nadie más.

Llegó a la puerta que daba a la azotea, golpeó dos veces y la puerta se abrió, pero la coneja no estaba, el lobo bajó la cabeza y ahí recién la vio, era enana.

Haru se asustó al ver al lobo, era tarde, no había nadie en la escuela, y el lobo no tenía la mejor apariencia del mundo, la coneja no pudo moverse del frente de la puerta.

Market DogWhere stories live. Discover now