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El leopardo a estar se espaldas al lobo ni podía hacer nada más que sentir la ira del mismo, y claro que la sentía, sus garras arrancando su carne y la respiración del lobo en su nuca, sentía un dolor y un miedo al que nunca vio sometido como carnívoro.

_"¡Detente, por favor, sólo estoy siguiendo órdenes!"_ el leopardo estaba a punto de sufrir un para cardíaco, el lobo apretó sus garras más fuerte como respuesta.

_"Todos dicen lo mismo ¿sabes cuantas veces lo escuche?, no quiero saber tu historia te mataré igualmente" _ el lobo sabia la hipocresía de esto, si Ten lo manda a asesinar a algún jefe de la mafia lo haría sin dudarlo, pero si hay que ponerse en los zapatos de todo el mundo nadie podría vivir tranquilo.

El lobo comenzó a ahorcar al leopardo, con sus manos rodeo el cuello del felino, y presionó, el leopardo no dejó de retorcerse hasta su último aliento.

Legoshi tomó el cuerpo y lo llevó adentro.

Lo lanzó en el pasto afuera de la casa, no tendria el privilegio de entrar.

Las zorras salieron y Ten quedo al frente.

_"Es lo que te digo Legoshi, quiero que acabes con el madaragumi, al parecer su mano no fue suficiente advertencia"_ le ordenó al lobo la zorra.

_"Pero antes dejame sacarte la bala del cuello"_ dijo la zorra apuntando sobre su proprio cuello.

Legoshi la miró confundida y recién ahora comenzó a sentir el ardor de la herida, entero dentro y la zorra con una pinzas retiro la bala.

Comenzó a vendar la herida y le entregó un jeringa con un líquido morado dentro.

_"Veneno de dragon de komodo, sirviera mejor que la droga del hueso sangriento, es de alta calidad, contiene el veneno de todos en el dokugumi, me costó un ojo de la cara"_ mencionó con burla la zorra, provocando una leve risa en el lobo.

_"Así que es por eso que estas tan hermosa"_ le dijo el lobo acercando sus hocicos plantando un beso entre ambos.

La zorra correspondió el beso y dejó que el lobo se valla a trabajar.

El lobo comenzó a caminar, no sabía dónde estaba la guarida de los madaragumi pero conocía a alguien que podría saber.

Sacó su telefono y marcó el número de Gosha.

_"Hola, padre, necesito un poco de información, podrías ayudarme"_ hablo el lobo esperando la respuesta del lagarto.

_"Seguro hijo,¿que tipo de información necesitas?"_ respondió Gosha.

_"Quiero saber donde esta la guarida del madaragumi"_ volvió a contestar el lobo.

_"¿Todo bien Legoshi?"_ el dragón se preocupo por su hijo.

_" Haré un ajuste de cuentas, ya sabes, intercambio un golpe por otro, pero me voy a asegurar de que este sea el último golpe que reciba esos malditos leopardos de mierda"_ la ira se notaba, el lobo estaba fuera de sí, esto sorprendió a Gosha.

_"Ok, ok, te lo diré pero, prometeme, que tomarás las cosas con calma, no tengo pensado tener otro hijo"_ trato de aligerar un poco el ambiente aunque de verdad está preocupado por su hijo.

Con la información en su cerebro el lobo arrancó hacia la guarida de los leopardos, llevaba consigo, una Granada, una pistola, y un cuchillo de guerra, aparte de él mismo.

Al llegar pudo ver que la seguridad era mínima, al parecer ellos no esperaban que él apareciera por aquí.

Legoshi se acercó a la entrada principal, había solamente dos leopardos, no fue un problema hacerlos desaparecer.

Una vez dentro el lobo era sigiloso, se movía con la gracia de una bailarina por dentro del territorio enemigo.

Una vez llegó a la puerta de la casa, también japonesa, pero está era al estilo feudal.

Golpeó tres veces, un leopardo abrió y Legoshi le tumbo los dientes de un puñetazo en el rostro, vio que dentro estaban la mayoría de los leopardos, todos estaban corriendo hacia el.

Fueron sólo unos segundos pero el lobo ya tenía la Granada lista en su mano, el seguro ya estaba retirado, los leopardos deformaron sus rostros al ver la Granada, fue gracioso para el lobo ver como todas sus manchas iban directo al centro de su cara.

El lobo lanzó y cerró la puerta, se movió un poco y tan solo unos segundos después la puerta salió volando por la explosión, al parecer en papel y las pequeñas maderas no fueron rivales para el fuego.

La explosión alertó a los leopardos que quedaban, el lobo comenzó a correr hacia la sala del jefe, pateó la puerta y contempló en su interior algo inaudito.

Agata, el león del shishigumi, estaba en plena reunión con el jefe del madaragumi, el león se levantó para encarar al lobo.

_"Cuál es tu nombre, creo que ya lo sé, pero quiero escucharlo de tu boca"_ el león ya sabia la respuesta.

_"Ya sabes quien soy, Agata, después de todo, nos conocemos de toda la vida"_ le respondió el lobo, confirmando las sospechas del león.

_"Solo seguí órdenes, el shishigumi fue destruido por lo que me entregue al clan más cercano a mi, no te debo mas explicaciones, ya debes saber por qué estoy aquí, y te seguro que no es para la reunión familiar"_ el lobo cambio el tono de su voz a uno más serio, el león temía lo peor, el sabía que no ganaría contra Legoshi, ni siquiera con ocho leones pudieron.

Agata se movió a un lado, giro la cabeza y mostró una reverencia ante el leopardo.

_"Que descanses en paz,(No se si en algún momento se menciona el nombre del jefe del shishigumi, yo me lo imagino como un leopardo cualquiera, si alguien sabe su nombre déjeme lo en los comentarios) "_ el león salió de la habitación a paso lento.

El leopardo sólo miró al lobo, estuvieron así durante cinco segundos, pero para el leopardo fueron horas, el quiso hacer un movimiento sacando su arma pero el lobo fue más rápido sacando la suya y disparandole en la mano, arrancando esta de cuajo.

El leopardo comenzó a gritar por ayuda pero Agata se encargo de que los leopardos no lleguen hasta el lobo.

El manchado perdía sangre a borbotones y parecía que no pararía pronto, el lobo se acercó y el leopardo comenzo a gritar más fuerte, desgarrado sus cuerdas vocales, trató de arañar al lobo pero ya nada servía.

El lobo estaba encima del leopardo, este ya no tenía Salvador que pudiera ayudarlo, siguendo la misma táctica quebró el antebrazo del leopardo hacia atrás, el leopardo ya no podía gritar, lágrimas de sangre salían de sus ojos.

Legoshi tomó su pistola y disparo al leopardo en las piernas, este solo podía dar gemidos ahogados, el lobo dio vuelta al leopardo y arrancó su ropa dejándole el pecho descubierto.

Arrastro sus garras en el leopardo arrancado piel y carne, esta le salpica al lobo en la cara, pero Legoshi parecía no reaccionar, era un maestro en la tortura.

Se levantó del suelo, y vio por última vez al leopardo, llorar y a punto de desmayarse, el lobo toma su cuchillo y lo clava en el corazón del leopardo, acabando con su sufrimiento.

El lobo prendió las hornallas de todas la cocinas y todas las estufas, dejando salir todo el gas, el lobo tomó una botella de alcohol del bar personal del jefe leopardo.

Arrancó la ropa de uno de los cadáveres que dejó en la entrada y con un encendedor que consiguió de otro cadáver prendió la tela que previamente metió en la botella creando un molotov.

Salió de la casa y lo lanzó  hacia dentro creando una explosión que estalló la casa y prendio en llamas la misma.

Con sangre el lobo escribió en la reja negra de salida, "Demonio blanco" adjudicándose el acto bajo un pseudonimo.

Market DogDonde viven las historias. Descúbrelo ahora