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El lobo se levantó de donde estaba y salió del lugar ya era de día como esperaba, se quito la máscara y vio la de Ten tirada en el suelo.

Su cerebro hizo click  y comenzó a correr hacia la guarida, sentía que debía millones de explicaciones.

Legoshi tropezaba con los animales pero ya nada importaba.

Freno frente a las puertas de la guarida y salto la entrada, pero lo recibieron a punta de disparos.

Legoshi esquivo las balas rodando hacia un costado y refugiándose detrás de un pequeño muro de concreto.

Ten mira desde la ventana, el lobo toma un poco de tierra y la lanza al aire formando una nube, sale de él medio de ella y irrumpe en la casa se quita los zapatos y corre por dentro en dirección a la oficina de Ten, algunas zorras intentaron detenerlo pero Legoshi con solo su brazo las movió del camino.

Llegó frente a la puerta, golpeó una vez y espero, no escucho respuesta, las zorras se estaban acercando así que por una ventana que había cerca salió y subió al techo.

Encontró la ventana de la oficina y se paro en frente quedando cara a cara frente a Ten, esta solo pudo sonreír entre dientes, otra vez veía al lobo armar una escena pero su rostro se mostraba afligido, pero ella no lo recibiría ahora, debía pensar sobre sus actos.

Ella cerró la cortina y Legoshi siguió mirando las cortinas durante unos segundos, hasta que bajó de nuevo al suelo, volvería más tarde.

Camino por el mercado y se sentó en un callejón cercano a la guarida.

Pasaron horas y la noche comenzaba a caer, el lobo decidió volver a intentarlo.

Se colo en la guarida ahora de un modo más sigiloso, salto hasta la ventana y pudo ver a Ten durmiendo sobre una pila de papeles, Legoshi abrió la ventana y entró en la habitación.

Dio vueltas y vueltas dentro de la sala mientras la zorra dormía, no encontraba palabras para explicarle lo sucedido.

Lo más seguro es que lo matara cuando despertará, entonces el lobo vio temblar un poco a la zorra, el lobo se quito el saco y lo puso sobre los hombros de Ten.

Tomó un papel y un lápiz y dejó una nota para la zorra.

"Hola, soy yo, se que lo eh arruinado y que estas enojada conmigo por que fui descuidado el día de la fiesta pero creo que debo confesarte algunas cosas que no me dejan en paz,¿podrías perdonar a este lobo? Esperare tu llamado" el lobo dejó la nota en el escritorio de la zorra y se fue por la ventana, dio una última a Ten, una lagrima traicionera escapó de su ojo.

Legoshi comenzó a correr otra vez, lágrimas salían de sus ojos, estaba tan furioso, pero no podía hecharle la culpa de su cólera a alguien más, era una orden simple, el solo debía esperar, pero no pudo cumplirla.

Se acercó a la estación de trenes y golpeó con su puño derecho la pared de la estación creando una profundas grietas en esta.

Legoshi se subió al tren y tomó camino hacia la escuela, pero recibió un mensaje, creyendo que era Ten el lobo sacó rápidamente su teléfono, pero era un mensaje de un número que no conocía, sólo tenía unas coordenadas.

Bajo del tren y se encaminó hacia el lugar, el distrito reptil de la ciudad.

Al llegar al punto de encuentro no había nadie en el lugar, pero sentía el olor de dmjn dragon de komodo, su sorpresa fue ver al lagarto que lo había golpeado en la guerra territorial.

_"Hola, mira, se que quieres respuestas pero dejame hacer esto"_ el dragon metió el dedo en la boca llenándolo con veneno.

Legoshi lo miró atento, el lagarto se acercó lentamente e introducido el dedo en la boca del lobo, el lobo lo miró extrañado.

_"Soy inmune al veneno del dragon de komodo"_ mencionó el lobo.

_"Si lo se, mira, se que es repentino pero estoy seguro de que eres mi hijo"_ soltó el dragon, tampoco es que hubiera muchos lobos híbridos dragon de komodo.

_"Mmh"_ Legoshi estaba pensando, podría ser que se haya encontrado con su padre, pero tenía un montón de preguntas y se ceño se frunció.

_"Se lo que vas a decir, como me atrevo a aparecer ahora, pero la realidad es que tampoco tuve otras opciones sabes, yo te quería pero tu madre era una mujer, Mmh, exótica y por eso no pudimos tenerte, se que sonara como una excusa pero yo estaba ocupado trabajando, y también se que dirás que por que no te dejamos en un orfanato, no te aceptarían, Puedo saber al menos tu nombre, hijo, mi nombre es Gosha"_ el lagarto miro al lobo como una súplica.

_"Mi nombre es Legoshi, y no puedo estar enojado contigo, me gusta mi vida como es ahora, ya que si no me hubieras abandonado Jamas hubiera conocido a alguien muy importante para mi, aunque ahora no estemos en buenos términos"_ el dragon se sorprendió de la madurez del lobo.

_"Puedo darte un abrazo"_ pregunto Gosha al lobo.

Legoshi abrío sus brazos, se abrazaron y el dragon le susurro al oído.

_"Siempre te busque hijo, nunca me di por vencido, se que soy un mal padre, pero quiero que esto continúe, ¿que me dices? "_ el dragon abrazo un poco más fuerte.

_"Seguro, que te parece si vamos a tomar algo, quiero hablar contigo y se que tienes muchas cosas que contarme y yo a ti"_ sugirió el lobo y el dragon asintió como confirmación.

Caminaron juntos hasta una máquina expendedora y tomaron dos cervezas, pero el dragon pensó un momento.

_"Oye Legoshi, cuantos años tienes"_ preguntó Gosha al lobo.

_"No lo sé"_ le respondió al lagarto.

_" Era de esperarse, dejame recordar, naciste el 9 de abril, faltan un par de semanas para tu cumpleaños, en este momento tu tienes diecisiete años, no puedes beber, pero sabes que, no importa, comparte una cerveza con tu padre"_ se sentaron en una banca y tomaron la cerveza durante una media hora disfrutaron en silencio de la luna.

El teléfono del dragon vibró y entonces después de otro fuerte abrazo cada uno separó sus caminos, Legoshi llegó a la estación del tren y se dirigío a la academia.

Al llegar se colo ya que estaba cerrada por el toque de queda impuesto desde el asesinato de Tem, el lobo llegó a su habitación y abrió la puerta lentamente.

Legoshi se quito la camisa y los pantalones, se acomodo en la cama miró su teléfono y ya eran las dos de la madrugada, lo puso a cargar y se dispuso a dormir.

Pero el labrador tenía los ojos abiertos en pares, sus sospechas aumentaban cada vez más.

"Legoshi, quien eres" pensó Jack antes de volver a dormir.

Market DogWhere stories live. Discover now