Capítulo Final (Vicky)

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Hacía varios días que no sabía de Frank, no contestaba mensajes, no respondía las llamadas, tenía más incertidumbre que la que sentía al lanzar una moneda al aire.

Antes de entrar a clases intenté una vez más comunicarme con Frank y tras el trigésimo intento, tuve suerte.

-Frank, Frank ¿eres tú?-cuestioné nerviosa al sentir que habían respondido del otro lado.

-Hola Vicky-sentí la voz de Marcos.
-¿Marcos? ¿Qué haces tú con el móvil de Frank? ¿Qué sucede que no me contesta las llamadas? Llevo días intentando saber de él ¿está bien?

-Vicky...-hizo una pausa-Frank está hospitalizado.

-¿Qué?-dije alarmada-¿Cómo hospitalizado Marcos? ¿Qué le pasó?

-Pues verás es un tema algo complicado y largo que contar, es una historia un poco extensa.

-No hables más, nos vemos en el tiempo que tardo en llegar a Barcelona, voy para allá en el primer vuelo que salga desde aquí, envíame la dirección y espérame por favor.

-Vale, aquí te espero.

Le informé a las chicas los motivos de mi viaje sorpresa, le pedí que me excusaran con los profesores y justificaran mis ausencias en los próximos días.

Fui a la habitación, empaqué algo de ropa y al llegar al aeropuerto tomé el billete más próximo a salir a España.

No pensaba en nada más que no fuera Frank, cómo estaría, qué había pasado, por qué no había estado junto a él cuando me necesitó y qué había detrás de su hospitalización.

No podía esperar más a la hora de volverlo a ver y que el encuentro sería en una cama de hospital, la verdad no me importaba con tal de volver a posar mis manos en su piel y mis labios en los suyos. Sentía la necesidad de cuidarlo, de protegerlo de cualquier cosa mala que le pasara de ahora en adelante, quería estar a cada hora a su lado, saber de su día a día e ir entrando sin pretextos a su cotidianidad.

Fui al hospital que Marcos me había indicado en la dirección y al llegar me estaba esperando en la puerta.

-¿Qué ha pasado Marcos? Por Dios cuéntame-supliqué.

-Lo haré Vicky pero debes calmarte, vamos a la cafetería y hablamos ¿vale?

Nos dirigimos al sitio y la palidez del mismo hizo que extrañara la especialidad de Frank para elegir los lugares donde nos encontrábamos, no quería creer que estaba en la cafetería de un hospital esperando a que el mejor amigo de mi novio me explicara por qué llevaba dias postrado a una cama.

-Dos cafés por favor-encargué- ahora sí, te escucho.

-Imagino que estés al tanto de la situación legal del padre de Frank- dijo.

-Solo sé lo que he leído en los periódicos, lo que dicen en las noticias, nada más. Frank hablaba muy poco de su vida familiar y cuando lo hacía se refería a su madre, no a Lucas.

-Lo preocupante y que además le afecta a Frank, tanto como para dejarlo en el estado en que está ahora, es que su padre tenía deudas con personas muy peligrosas y que al Lucas entrar en prisión se pusieron en contacto con Frank para chantajearlo.

-Madre mía-mi rostro se tornó agobiado y lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas.

-Hace algunos días estos tipos se pusieron en contacto con él y le enviaron la dirección de un sitio para encontrarse, Frank quería ir solo pero sabía que estaría en problemas porque el dinero que logró juntar era mucho menos de la mitad pero a la vez sabía que rechazaría mi ayuda de cualquier modo que se la ofreciera. En un momento que estuvo distraído tomé su móvil y busqué la dirección que le habían enviado y cuando salió de casa, fui tras él sin que lo supiese.

-Gracias a Dios, no me quiero imaginar lo que hubiese sucedido si no hubieras estado ahí-en este instante mi llanto era desenfrenado, las lágrimas salían de mis ojos frenéticamente.

-Debes tranquilizarte Victoria, si deseas verlo no puedes entrar en ese estado. Frank necesita de tu fuerza, sabes que odia la debilidad.

-Perdón, es que me da rabia no haber sabido todo esto, no haber estado para él. No te interrumpo más, continúa.

-Al notar los barrios a los que nos estábamos dirigiendo llamé a la policía, sabía que yo solo no podría contra los matones de esos tipos y mi amigo necesitaría la mayor cantidad de personas posible-explicaba Marcos-Lamentablemente llegamos un poco tarde, Frank estaba en el suelo con una herida de bala en la pierna y golpes que provocaron fracturas graves en las costillas. La buena noticia es que la policía pudo agarrar a los que lo golpearon y por los últimos reportes que hemos recibido, en los interrogatorios habían delatado a tres de los socios de Lucas.

-Háblame con la verdad Marcos, ¿Cuál es el estado de la salud de Frank?

-Hace dos días los médicos dudaban si despertaría pero ayer nos dieron más esperanzas de que recuperará la conciencia, pudieron extraerle la bala y con respecto a las fracturas solo se curará con el tiempo-explicó.

-¿Crees que me permitan pasar a verlo?

-Ven conmigo, hablaremos con el médico pero te advierto que no creo que puedas hablar con él, esta inconsciente Vicky.

Hablamos con el doctor encargado del caso y a pesar de que su respuesta coincidió con la de Marcos, insistí para ver a Frank, lo necesitaba y sabía que él también, sabía que podría escucharme y quería que supiera que yo estaba para él.

-Hola Iceman-dije rozando su cabello y observando su rostro dormido, era perfecto para mi-aquí estoy niño malcriado, no volveré a dejarte solo, lo prometo. Si quieres, desde hoy, no vuelvo a separarme de ti-tomé su mano y estaba cálida, como siempre-tienes que despertar Frank, vuelve a mí, te lo ruego, no puedes dejarme sola sino, con quién contaré estrellas, o quién leerá mis escritos, quién me responderá los emails y me fastidiará hasta verme enojada porque cree que así me veo mucho más guapa-apoyé mi cabeza en la mano que tenía entrelazada con la suya y de seguro en el pasillo del hospital se escuchaban mis sollozos.

-Yo pelusa, ¿quién más?-dijo con esfuerzo.

Levanté la cabeza y ver sus ojos abiertos fue como si mi alma hubiera regresado a mi cuerpo
-¡Estás despierto!-lo tocaba por todos lados porque todo parecía indicar que estaba soñando

-Cuidado Vicky, cuidado-se quejó.

-Perdón, perdón, no vuelvo a tocarte más-tomé asiento en la silla a su lado.

-Viniste, después de tanto tiempo terminarás acostumbrada a mi- sonrió.

-¿Y cómo no acostumbrarme a ti, pedazo de escarcha? si en medio de tu caos haces que todo parezca sencillo, si solo con un beso haces que tiemble. Tú, que vas vestido de negro pero con Andrea Boccelli en los auriculares, pensando en cosas que jamás nadie podría adivinar, ni siquiera yo, que al parecer ya me paso en tu cabeza más de la mitad de las horas, siendo iceberg por fuera pero ardiendo en llamas por dentro, en silencio pero pidiendo a gritos que te amen como nunca, haciendo revolución sin tan siquiera ejecutar un solo movimiento y destruyendo barreras sin pronunciar una puta palabra-terminé de hablar, le besé y sentir sus labios suaves por una vez más era como tocar el cielo con la punta de los dedos.

-Gracias por hacerlo solo para tí pequeña-dijo separándose de mí-sin que nadie lo sepa y sin dar titulares para que el resto del mundo (te) cuestione. Gracias por hacerlo nuestro, tanto, que nadie en el exterior sepa lo que nos decimos cuando cruzamos miradas. Gracias por ser tan tú, por querer que sea yo y por estar dispuesta a luchar porque seamos nosotros-concluyó sin fuerzas en el habla, el dolor le impedía pronunciar palabra.

-Calma, no hables más, no tienes de que preocuparte ahora Iceman, en adelante todo estará bien, lo prometo. Me quedaré justo aquí, a tu lado porque todo lo que he vivido antes, solo ha sido, el camino hasta ti.

El camino hasta ti [# El Camino I] ✔ [Completa]Where stories live. Discover now