Capítulo X (Vicky)

91 15 0
                                    

Desperté en la habitación de Marina, no recuerdo como había llegado hasta ahí, ni todo lo que había sucedido después del abrazo que recibí de Frank. Me sentía confundida y mi cabeza necesitaba bolsas interminables de hielo, este dolor de cabeza no se iría con solo dormir. Victoria, prométete nunca volver a beber de más.

—Ey ya despertaste, buenos días dormilona.

—Ssshhhh, Marina déjame dormir por medio siglo más, solo 50 años más por favor.

—Eso será un poco imposible amiga porque tienes visita.

—¿Qué? —dije en un pequeño salto que estremeció todo mi cuerpo —Auch, la cabeza, joder. ¿Mis padres están aquí?

—No nena, mucho mejor, es Frank.

—¿Frank?, joder.

Y entonces recordé todo lo que había sucedido, me había confesado tal cual fuera él, cura en la misa del domingo y yo, una cristiana con imposibilidad de ocultar sus pecados.

Marina me prestó algo de ropa, recogí mi cabello en una coleta desastrosa y por primera vez entendí las razones por las que mi amiga llevaba lentes oscuros después de cada fiesta.

—Hola, ¿cómo estás?

—Frank, yo...

—No digas nada Vicky, ¿podemos hablar unos minutos? —asentí y nos acomodamos en la mecedora de madera de la entrada —Me alegra que al menos estés en pie, anoche nos tenías a todos muy preocupados.

—¿Cómo? ¿Tú preocupado por mí?, si eres Frank ¿verdad? —bromeé mientras tocaba su rostro como gesto de incredibilidad y él sonrió, no sé si eran los efectos de la resaca pero esa mañana se veía irresistiblemente sexy.

—Victoria yo quiero que sepas que nunca ha sido mi intensión tratarte mal y te aseguro que las cosas no son como crees, soy muy diferente de lo que aparento ser pero las circunstancias de la vida me han obligado a crearme mi propia coraza para protegerme.

—¿Por qué me estás diciendo todo esto?

—Porque hace 12 horas pude ser yo mismo contigo, porque soy mejor persona cuando estas cerca y porque después de lo que me confesaste...

—Espera Frank, eso fue un error, no debí sincerarme contigo y te pido perdón por llenarte la cabeza con mis problemas, no era mi intención como tampoco es, que me tengas lastima o algo parecido.

—Victoria, dentro de un mes nos iremos cada uno a comenzar una nueva vida y lo cierto es que me gustaría que mantuviéramos contacto, quiero seguir experimentando las sensaciones que viví aunque sea a través de una pantalla, sé que es tarde pero quiero conocerte más, ser tu amigo y ayudarte en todo lo que esté en mis manos.

—Frank de verdad, yo te agradezco por cómo me cuidaste ayer, el abrazo que me diste cuando me derrumbé pero es mejor que dejemos las cosas así, como hasta ahora.

Levantó su cuerpo del maltratado mueble y sin ni siquiera voltear a verme, desapareció con pasos largos y firmes. Por primera vez vi al verdadero Frank Fernández, se había abierto frente a mí y yo lo había vuelto a cerrar, no le ofrecí ni el beneficio de la duda, esa tarde alimenté un poco más a los obreros que construían una fortaleza en el corazón de ese chico.

—Ahora sí, quiero que me cuentes todo lo que paso anoche- dije mientras ponía 0°C de temperatura en mi cabeza.

—Pues estabas muy borracha, cuando Rocio y yo fuimos a buscarte para traerte a casa te encontramos en el suelo, colgada al cuello de Frank como koala a su eucalipto, él se sentía muy mal por ti, nos contó lo que habías dicho y supimos que le contaste de tu enfermedad.

—Ay no, me quiero morir —dije mientras cubría mi rostro con ambas manos.

—Te cargó en brazos y se ofreció para traernos hasta casa, supimos que a la tuya no podíamos ir porque tus padres nos matarían si aparecemos en ese estado, pasamos por donde Rocio y luego nos trajo hasta aquí a nosotras dos. Tú estabas dormida y él no despegó su mirada de ti en todo el trayecto, estaba preocupado y desde hoy en la mañana no ha parado de llamarme preguntando cómo estás.

—Marina yo no entiendo lo que está sucediendo, llevamos 4 años con este chaval en el colegio y lo único que ha hecho es molestarme y ahora de un día para otro resulta que es el príncipe encantado.

—Vicky deberías darle la oportunidad de ser amigos, que él te explique las cosas, los motivos que tiene para ser como es, si tienes dudas con su persona pues resuélvelas y punto.

—Ese es el problema amiga, Frank tiene todo un laberinto en su interior y si comienzo por descifrar un enigma terminaré queriendo descubrirlos todos y ese, ese será el principio de mi final. Me conozco, perderé la cabeza por él, me hipnotizará con sus misterios y cuando yo esté a dos pasos de la salida, abrirá otro camino para que yo me siga perdiendo y nunca pueda salir de él.

Cuando pronuncié la última palabra, Marina me miraba atónita, ni yo creía que había dicho todo aquello sobre Frank, hablaba como si lo conociera de siempre y lo peor de todo es que tenía razón.

Continúa, que hay doble actualización 😁

El camino hasta ti [# El Camino I] ✔ [Completa]Where stories live. Discover now