«Congeláremos el infierno si eso es lo que quieres, lo quemaremos y encenizaremos si así lo deseas, pero no nos pidas que te excluyamos de el, porque ese es el lugar al que perteneces y pertenecerás siempre, Evania.»
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C A P Í T U L O "35"
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PARTE I
G A L I P
Muchas veces ser el mayor en una familia trae muchas consecuencias, el mayor es quizás, la persona de la familia con más cargas y trabajo, y ese efectivamente es mí caso. Llevó el peso sobre mis hombros con respecto a los negocios, empresas y demás trabajos extras que en familia hemos ido adquiriendo con el paso de los años.
Algunas veces me resultó molesto adquirir tanta carga a una temprana edad sin embargo sé que desde muy infante me han educado para llevar el poder entre mis manos, y no era para menos, soy el mayor de los Turcotte y por ende debo dejar el prestigio de nuestra familia mucho más alto de lo que ya está.
Por eso la vida me enseñó a ser resguardado, callado y muchas veces serio, nunca le vi problema alguno a eso sin embargo al parecer los de mi alrededor sí que tenían un problema con ello, no les gustaba mi silencio porque les resultaba incómodo, y por el simple hecho de ser el mayor trataban de evitarme por según ellos respeto. En algún momento todo aquello me lastimó, dolió y me hizo odiarme a mí mismo sin embargo a pesar de que me costó entenderlo supe que no era yo el del problema y que tampoco debía cambiar por el simple hecho de que a los demás no les gustaba como era.
Eran pocas las personas que en algún momento llegaron a comprenderme, e incluso en algún momento solo mis hermanos llegaron a hacerlo y me conformé con eso, aún siendo así no quise conformarme con eso, quise más, quise que alguien en esta jodida vida aprendiera a quererme tal cual yo era pero resultó ser un jodido problema aquello.
Fue Greta la que creí que fue la primera persona en aceptarme, no fue cierto, todo resultó ser parte de alguna mentira que yo mismo me obligué a creer.
Ella no fue la primera en aprender a quererme tal cual era mi persona, simplemente resulté siendo un jugador más de su tablero; juego en el cual ella se sintió la reina y propietaria pero tristemente para ella los papeles se intercambiaron y terminé siendo yo el dueño de aquel tablero donde cada cosa yo la sabía con anterioridad, fue divertido al inicio pero con el pasar de los días me aburrí y decidí terminar con todo pero Greta se me adelantó solo por esa vez.
—¿Seguros que la quieren en una de las sedes del club?—volví a insistir aún con inseguridad.
Mis hermanos a excepción de Gael y Urko me miraron con una sonrisa, todos estaban emocionados con llevar a Evania a una de las cuantas mansiones que teníamos bajo nuestro poder. Sin embargo yo aún seguía inseguro con respecto a esa decisión, no sabía si realmente se podía confiar en ella o no.
