XXXVI-Culpable

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El poeta es un espía de Dios.
Shakespeare

***

Pero antes estaba el caso de Jonas.

Ya tenía una pista de Demmy, y todavía nada de él. Estuvo espiándolo todas las clases, día por día lo observó en silencio hasta encontrar una forma de acercarse con naturalidad, tuvo que admitir algo después de todo, Jonas era un chico muy llamativo, su más grande atractivo era su abundante cabello castaño que por alguna razón brillaba más que el de cualquier chica en el salón, y claro, era el trillado deportista, por eso era tan popular. Siempre estaba rodeado de gente influyente, propuestas de chicas y halagos, pero luego de observarlo por un tiempo notó que no le gustaba del todo la compañía en masa de esas personas, les mentía muy seguido, por lo que escuchó Alaya sus excusas se parecían mucho, les decía que tenía pendientes o necesitaba resolver unas cosas y cuando los perdía de vista iba solo a la cancha de techo en la universidad.

—¡Señorita Flores! ¿Podría dejar de acechar a Jonas? ¿Es que tiene algo para decirle?—Por supuesto, tenía que ser el pelón de Vásquez.

Ahora tenía la atención de todos mientras reprimían sus risitas fastidiosas.

Ella trató de meditar para no lanzársele encima y tirarle con uñas como un gato rabioso.

Decidió fingir tomarlo a juego, soltó una risa extraña, explícitamente fue: Ja Ja Ja, dejando una pausa larga entre cada ''Ja''. Luego bajó la cabeza para seguir apuntando unas notas en su cuaderno.

—Adelante, si tanto lo admira y no puede prestar atención a mi clase tiene que ser más importante que toda la valiosa información que estoy explicándoles.—por si no lo habían notado el hobby favorito de Vásquez era joderle la vida a Alaya, después hubo una oleada de risas y burlas que se aguantó con la vista aún en su cuaderno.

—Exprésese si bien lo prefiere, le concedo el espacio para que lo haga.—insistió una vez más, evidentemente su objeto no era exponerla, era humillarla.

—No es necesario, señor.—escuchó una voz que se alzó entre el bullicio de todos.

Ella levantó la cabeza, era Jonas, ambos compartieron una mirada demasiado incómoda, pero otra vez Vásquez irrumpió con su tono totalitario:

—Silencio señor Luna, no tiene autorización de intervenir en este caso. Tomen esto como ejemplo, ustedes como estudiantes de derecho...

Para resumirlo todo, el profesor simuló una audiencia en la que Alaya era juzgada por acoso sexual, Vásquez era el fiscal, Milly Kate y su grupo eran testigos y jurados, y Jonas era la victima. Obviamente fue declarada culpable, la obligó a disculparse como tres veces, incluso le propuso a Jonas una amonestación por cierta cantidad absurda, pero él desistió. La reacción de él de ''trágame tierra'' no superó la suya de ''¿Alguien más está incómodo aquí? ¡Porque yo me quiero extinguir!''

Se ajustó al correa de la mochila en su hombro.

—Psss... acosadora.—murmuró un chico en el pasillo sacándole unas burla a su grupo de amigos.

Alaya le mostró el dedo de en medio con una sonrisa ancha y siguió adelante.

Cuando salió al campus se encontró con Jonas a unos metros, como lo hacía habitualmente se despidió de su circulo con una excusa y esperó que cruzaran la salida para devolverse del estacionamiento a la cancha.

Alaya se escondió detrás del tronco de un árbol, esta vez decidió seguirlo directamente, ya había comprobado que espiarlo como una acosadora no daría buenos resultados, solo le hacía perder tiempo y no le sobraba.

Jaden  {Bilogía El Príncipe de Dubái}Where stories live. Discover now