─¿Qué? ─reí, mirando hacia él mientras cogía mi tenedor─ Bien, dime.

─Vale, mira ─Draco suspiró, colocando sus codos sobre el borde de la mesa─ ¿Conoces a Ben Parkinson? Lo han suspendido hoy.

─¿Por qué? ─le pregunté, sin saber a dónde se dirigía aquello.

─Le ha gastado una broma a Umbridge esta mañana ─Draco sonrió─ Era brillante, él... bueno no importa, te lo cuento luego. De todas formas, lo han suspendido y no puede jugar en el partido contra Hufflepuff de mañana.

Estaba abriendo mi boca para automáticamente preguntar con quien Draco iba a remplazar por el hermano de Pansy, pero miré a través de la mesa y me di cuenta de que estaba mirándome a mí. Mi estómago se revolvió mientras me daba cuenta de lo que exactamente estaba haciendo y pregunté: ─Espera... ¿quieres qué...?

─Sí ─me interrumpió Draco, mirándome nervioso mientras esperaba a que le lanzara mis patatas en su dirección─ Tienes que... quiero decir, me preguntaba si... si tú querías jugar de nuevo con nosotros.

Lo miré mientras se tropezaba con sus propias palabras, sabiendo que estaba duramente luchando para preguntarlo amablemente. Removiéndome en mi asiento, empecé a decir insegura: ─No lo sé...

─Por favor, Eve ─dijo Draco─ Eres brillante jugando a Quidditch, todo el mundo lo sabe. Además, sé que te gustó jugar en el último partido.

─La verdad es que no ─dije débilmente, pero sabía que no me creería. Y no podía negar que de verdad me gustó jugar con ellos a Quidditch; solamente no quería ponerme tan nerviosa sobre otro partido de nuevo, porque tener dolor de barriga sobre un partido de Quidditch no era algo que necesitara─ ¿Estás seguro que me quieres para jugar? Me refiero a que, como perdimos cuando yo...

─Obviamente que te quiero para jugar. Lo habríamos hecho mucho peor si no hubieras jugado con nosotros la última vez ─Draco me dijo instantáneamente, luego me di cuenta de lo que me había dicho y vergonzosamente miré hacia abajo donde estaba la mesa─ Umh, lo que intento decir es que definitivamente nos ayudarás a ganar. Vamos, Eve. Será divertido.

Él me dio una estúpida media sonrisa ante aquello, y no podía evitar rodar mis ojos y sonreír de vuelta. Finalmente, acepté y dije: ─Está bien. Supongo que no será tan malo.

─¿Ves? Sabía que lo harías ─Draco sonrió, y entonces él abalanzó la mano para darme un apretón a través de la mesa. Sentí como si me quitaran la respiración en mi garganta, y miré a través de la larga mesa de Slytherin para ver si alguien lo había visto. Pero nadie pareció notarlo, y sentí un poco de decepción en el borde de mi estómago cuando Draco inmediatamente apartó la mano.

Pretendiendo que no estaba afectada, hurgué con la comida de mi plato y le dije nerviosamente: ─Pero espera, no me habrá dado tiempo de practicar. El partido es mañana.

─Podemos practicar ahora ─Draco dijo fácilmente, encogiéndose de hombros─ Flint nos ha dado la noche libre ya que no todos podíamos ir a entreno, pero tú y yo podemos ir a fuera rápidamente si eso te hace sentir mejor.

─Vale ─le dije, intentando parar el impulso de alzar mis cejas ante la forma en la que me estaba mirando. Alejé el plato de mí, ya demasiado nerviosa para comer─ ¿Podemos ir ahora?

─Claro ─Draco rio, empezando a levantarse de la mesa─ No es que necesites ningún entrenamiento extra.

Rodé mis ojos por segunda vez, sabiendo que estaba exagerando. Me levanté de la mesa y di la vuelta a la mesa para encontrarme con él en el otro lado, y cuando lo alcancé, Draco se inclinó hacia abajo y me dijo silenciosamente: ─Me alegro de que juegues de nuevo, ya sabes.

Little BirdWhere stories live. Discover now