✖17. ''Celos"

5.9K 228 12
                                    

{Kelsey} 

Esta semana ha sido verdaderamente agotadora. Eric me había informado que la entrevista y sección de fotos que tenía para hoy se había pospuesto para la próxima semana, ya que el supuesto “señor” —no tengo la menor idea de cómo se llama—, tuvo que viajar al extranjero por unos asuntos muy importantes. Típico de los empresarios. El trabajo en la revista no ha sido nada fácil; he tenido que hacer más de tres secciones de fotos en tan solo un día. Y hace dos días recibí una llamada de la editorial y dijeron que en el próximo mes me darían la respuesta, o sea que tendría que esperar más tiempo. Lo peor de todo es que no tengo cara para mirar a Logan a los ojos, no después de lo sucedido en la fiesta de Chris. No sé si llamarlo una infidelidad... Pero no puedo cargar más con la culpa. 

Para mi desgracia y mala suerte, el tal “Bizzle” no ha dejado de molestarme y me atreví a mandarle un mensaje preguntándole si él fue quien me besó. El muy descarado había respondido con un; tal vez. Y claro, había agregado un guiño como emoji. Lo mandé derechito a la mierda, obviamente por un mensaje de texto el cual no ha respondido y tampoco creo que lo haga, pero agradezco que por fin me deje en paz. Al principio pensé que se trataba de Justin, por el sabor a menta, el conocido aroma masculino y, sus dulces y suaves labios. ¿Acabo de pensar eso? ¿Dulces y suaves labios? ¡Maldita sea! 

Estaba tan convencida de que había sido él... Pero yo misma lo comprobé cuando salí del baño en busca de Justin; quien estuvo todo el tiempo con Natalie, los chicos e incluso Logan, todos sentados en la misma mesa. 

Después de que terminamos de bailar, él simplemente se había ido a sentar con los chicos. Un deje de desilusión invadió mi cuerpo al saber que Justin nunca me besó y una parte de mí no estaba totalmente convencida. Conozco sus labios y la forma en que besa. Y es exactamente por eso que le seguí el beso; pensando que había sido Justin. Tampoco tengo el valor para preguntárselo directamente a Justin, así que escojo la segunda opción. 

La sensación de aquel beso fue indescriptible. Un sentimiento tan familiar. Sentí que estaba tocando las estrellas; que flotaba entre las nubes. 

Cubro mi rostro con mis manos, suspiro pesadamente y cierro los ojos, estoy desesperada. No puedo seguir ocultando todo lo que ha pasado..., simplemente la conciencia no me deja vivir tranquila. Miro la hora del reloj que está en mi muñeca; las doce del mediodía. Perfecto, tengo una hora libre. Tomo mi bolso y el celular, salgo de mi oficia y salgo apresurada del edificio, iré a hablar con Logan de una buena vez por todas. Si no lo hago haré, no lo haré nunca y no pienso perder más el tiempo, debo confesarle lo del beso. Me subo al auto y arranco a toda velocidad, en diez minutos ya estoy estacionando mi auto frente a la escuela de natación donde trabaja Logan. 

Entro al lugar, miro a mi alrededor y me acercó a una joven mujer que está sentada en un escritorio, creo que es la secretaria o recepcionista. 

—Buenas tardes, señorita, ¿qué se le ofrece? —pregunta amablemente con una sonrisa. 

—Buenas tardes —respondo en el mismo tono. —Busco a Logan Lerman, el profesor de natación... ¿Sabe dónde puedo encontrarlo? 

—Por supuesto —musita. —¿Usted qué es del profesor Lerman? 

—Su novia —ella entrecierra los ojos. Suspiro un poco frustrada. —Mi nombre es Kelsey Cassey. ¿Puedo hablar con Logan o está muy ocupado?

—Oh, lo siento —sonríe leve en modo de disculpa. —No está ocupado, ahora debe de estar almorzando. Y puede encontrarlo en la cafetería; entre por ésas puertas que están a la izquierda y encontrará la cafetería, hay un pequeño cartel. 

—Gracias —murmuro, regalándole una sonrisa. Camino hacia las puertas y estas se abren automáticamente. 

Recorro el lugar hasta que ubico la cafetería, miro hacia las mesas que están ocupadas por niños, adolescentes y en unas mesas más apartadas están los adultos, supongo que los profesores. Mi ojos se fijan en una cabellera negra; Logan está sentado junto a unos tres hombres y una mujer, todos se ven jóvenes. Una oleada de celos recorre mi cuerpo cuando la tipa le golpea el hombro de forma “juguetona” y se ríe exageradamente por algo que ha dicho mi novio... Perra. Camino directamente hacia ellos, noto que las chicos me miran de arriba abajo con una picara sonrisa y empiezan a silbar, mandándome piropos lo que me hace rodear los ojos. Adolescentes, pienso interiormente. 

Me acerco completamente a la mesa, capto la atención de todos excepto la de Logan, ya que no puede verme porque está de espaldas. 

—Una chica muy guapa te está buscando, Lerman —habla un chico de ojos cafés, el cual me dedica una pequeña sonrisa. 

Logan se gira, alza la mirada y hace una mueca de sorpresa. No esperaba verme porque nunca lo he venido a ver al trabajo. 

—Hola mi amor —se levanta de la silla y deposita un casto beso en mis labios. La chica me observa con cara de asco y rodea los ojos. —¿Qué haces aquí? No esperaba verte aquí... ¿Pasó algo? ¿Estás bien? 

—No, nada ha pasado. Estoy bien —le sonrío para tranquilizarlo. —Tengo que hablar contigo sobre algo importante, si tienes tiempo, claro —miro por encima de su hombro.

—Claro, tengo tiempo —pasó su brazo por mi cintura, pegándome a su costado. Logan se posicionó a mi lado y besó mi mejilla. —Chicos, ella es mi novia... Ya la había mencionado antes. 

—Hola —sonreí amistosa. —Soy Kelsey, un gusto. 

—No jodas Logan, es mucho más guapa en persona —río despacio por su comentario. Es el mismo chico de ojos cafés. —Dime Cody y mucho gusto, Kelsey. 

—Zack para ti bonita —dice el rubio mientras guiñándome un ojo. Escucho a Logan gruñir y suelto una pequeña risita. —Logan no te pongas celoso, no estoy intentado nada eh. Relaja ésos celos. 

—Sasha —la miro fijamente, fingiendo una de mis mejores sonrisas. —Mucho gusto en conocerte, Kelsey. Logan nos ha hablado mucho de ti. 

¿Podía ser más obvia? A lenguas se le veía que estaba irritada por mi presencia y no me importa, tendrá que aguantarse. 

—Eso es adorable, cariño —miro a Logan sonriente y le planto un beso en sus labios. Me separo un poco de él, sonrío ampliamente y entrelazo la mano de Logan con la mía. —Me alegro de conocerlos, también había escuchado hablar de ustedes. 

—Bueno, nosotros iremos a lugar más privado para hablar. Volveré en unos minutos, estaré cerca de las duchas. 

—¡Cuidado con lo que hacen allá dentro, eh! —comentan los chicos con un tono burlón. 

Llegamos hasta un tipo de oficina o algo parecido, más bien parecía un living; porque tiene dos sillones, aire acondicionado, cafetera y un televisor plasma. Seguí mirando cada detalle de la habitación, menos a Logan quien estaba esperando a que dijera algo y nada salía de mi boca. ¿Cómo le dices a tu novio que un tipo desconocido te besó y que le seguiste el beso pensando que era tu exnovio? No puedo decírselo tan descabelladamente, seré sincera pero tampoco puedo confesarle todo lo que ha pasado con Justin y, mucho menos, hablarle sobre mis sentimientos hacia Justin. Eso es algo que prefiero guardármelo para mí. 

—¿Qué está pasando? —pregunta, rompiendo el silencio. —Me estás preocupando. 

—Y-yo... —balbuceo. Una capa de sudor se forma detrás de mi nuca y muerdo mi labio inferior como signo de nerviosismo. —Solo no quiero que te enojes, ¿bien? Quiero que me escuches con atención y confíes en mí... ¿Lo prometes? 

—Por supuesto, cariño. Sabes que confío plenamente en ti y te escucho, solo dime lo que tienes que decirme. 

Tomé varios bocados de aire antes de volver hablar; debo estar calmada y mirarlo a los ojos, para que no crea que estoy ocultando algo. 

—En la fiesta de Chris... —comencé a decir y lo miré a los ojos. A ésos hermosos ojos azules; tan azules como el mar. —Cami y yo bebimos un poco, Justin se nos acercó y bueno, empezamos a beber juntos. Bailé con él por un rato, luego de eso me despedí y fui al baño... Cuando salí de allí, alguien me acorraló contra la pared y me besó —susurré. Dios, esto es algo vergonzoso. —No tengo idea de quién habrá sido pero ya no podía más. La culpa estaba comiéndome por dentro y ni siquiera he podido verte a los ojos, lo siento tanto. 

Logan me miraba sin ninguna expresión. En el aire se formó una gran tensión y empecé a tener miedo; él no hablaba, solo estaba ahí parado mirándome a los ojos. Pasaron unos pocos minutos hasta que finalmente habló. 

—¿Le seguiste el beso? ¿No le viste la cara? —frunce el ceño. —¿Tienes idea de quién pudo haberte besado? 

—No, no le vi la cara porque todo estaba muy oscuro y llevaba puesta una máscara. Al principio pensé que eras tú, ya que tenías una máscara parecida y sí... Le seguí el beso —miro hacia otro lado. —Lo hice porque pensé que eras tú, lo juro. Y no, nadie se me viene a la mente —suspiro pesadamente. —Te entenderé si quieres terminar conmigo... —digo con la voz quebrada. Logan va a dejarme, estoy segura que lo hará y me lo merezco. 

—¿Qué dices? —suelta una carcajada. Esperen... ¡¿Acaba de reírse?! ¿Se fumó algo o qué diablos? —No pienso terminar contigo, Kels. Estás loca si piensas que voy a echar a la basura dos años de relación. 

—No estarás hablando en serio... —lo miro sorprendida. —¿Por qué no estás molesto? ¡Deberías de estar molesto conmigo! Gritarme, decirme que soy una zorra y todas ésas cosas hirientes. 

—Estoy molesto de que me hayas confundido con otro tipo —hace una mueca. —Y nunca te insultaría, eso sería muy bajo. Pero si estás diciéndome la verdad, no tengo porqué terminar contigo, amor. A menos que tengas un amante o me hayas sido infiel, eso sería diferente. 

—Debes estar bromeando... —murmuro desconcertada. —¡Claro que nunca te he sido infiel! ¡Ni tampoco tengo un amante! —exclamo un poco alterada. Es que no podía creer que Logan se tomara las cosas con tanta calma, y menos que se riera como se se tratase de algún chiste. —Me estás tomando del pelo, ¿no? 

—Basta Kelsey —apoyó sus manos en mis hombros. —Yo confío en ti y creo todo lo que has dicho. En la fiesta estabas un poco tomada, me confundiste con un desconocido y eso es todo, ¿o me equivoco? 

—Uhmm no, no estás equivocado. Pero aún sigo sintiéndome culpable. 

—Escúchame con atención —ahuecó mi rostro en sus manos. Asentí despacio con la cabeza y le miré a los ojos. —La única persona culpable de lo que pasó, fue aquel imbécil que te besó y estoy seguro de que estaba ebrio. Tú no eres la culpable, te confundiste y eso es todo. Y créeme que me hubiese gustado golpear a ése idiota, para que nunca más en su vida volviese a besar a mi chica.

—Gracias por entenderme y perdonarme —me abalanzo sobre sus brazos y rodeo su cuello con mis manos. —También quise golpearlo pero salió corriendo, salí tras él pero ya se había ido. 

—Aunque creo que debiste decírmelo antes, ¿no crees? —alza una ceja. —No me gusta que haya secretos entre nosotros. 

—Lo sé, lo sé. Y te prometo que nunca más volverá a suceder. 

—Te creo —sonríe. Toma mi mentón con una mano, me pongo de cuclillas y junto nuestros labios en un apasionado y dulce beso. —Jamás me cansaré de tus labios —dice entre besos. Suelto una pequeña risita, pego más mi cuerpo al suyo y escucho un gruñido salir de su garganta. 

—Oye... —me separo un poco y le miro mientras acaricio su cabello. —¿Qué tanto conoces a ésa Sasha? 

Era necesario que preguntárselo; porque de lo contrario, no estaré tranquila en todo el santo día. Cualquiera que viese como me miró, sabría inmediatamente que está celosa y que le gusta Logan. Mala suerte para ella porque Logan es mío. Que se baje el queso con otro hombre, ya que Logan es ajeno y no lo comparto. 

—Mi compañera de trabajo y enseña natación a los niños más pequeños. ¿Por qué la pregunta? —arquea una ceja, mirándome expectante. 

—Oh no... Por nada —me encojo en hombros. —Ya sabes, solo preguntaba porque me miró con mala cara.

—Sasha es adorable, no creo que haya hecho eso. 

—¡Sí lo hizo! —bufé. —Y no la defiendas, estúpido. Es obvio que le gustas, solo que tú estás muy ciego para verlo. 

—Hey, me acabas de insultar —ríe leve y niega con la cabeza. —Somos amigos. No le gusto, ni nada por el estilo. 

—Que amigos ni que nada, a otra con ése cuento chino —rodeo los ojos fastidiada y me cruzo de brazos. —Sé las intenciones de una chica cuando le gusta un chico. Las mujeres tenemos ése sexto sentido, para tu información. 

—Alguien está celosa —canturrea y me mira divertido. Le doy un manotazo en el brazo para que deje de reírse. —Pero no me pegues nena —se queja entre carcajadas. —Salvaje.

—¡Deja de reírte! No es gracioso y sabes que no me gusta —gruñí. —Y no estoy celosa. 

—Muñeca, sabes que todo esto es solo tuyo —señaló todo su cuerpo y sonrió coqueto. —Tú sabes que solo tengo ojos para ti, eres el amor de mi vida y te amo muchísimo, aunque eso ya lo sabes. 

Sentí una punzada de remordimiento en el estómago y nuevamente me sentía culpable por ocultarle lo que pasó con Justin, y no sé por cuánto tiempo podré callarlo. ¿Por qué esto cada día que pasa se hace más difícil? Todo gira alrededor de Justin... Demonios, no puedo sacarlo de mi cabeza. Y es su culpa por ser tan él... tan Justin, por mirarme con ésos ojos que me vuelven loca; porque tenerlo cerca me pone tan malditamente nerviosa. Es casi imposible reprimir todas las emociones que provoca en mí. 

—¿Te enojaste? —su voz me saca de mis pensamientos, regresándome a la realidad. —Lo siento, yo- 

—No, no —lo interrumpo y muevo mi mano con desdén. —No estoy enojada, solo me quedé pensativa. Y bueno, creo que ya debo regresar al trabajo. 

—Quería que me acompañaras un rato y que almorzaras con nosotros —hace pucheros. —¿En serio no puedes quedarte un poco más? 

—Lo siento bebé, pero hoy tengo mucho trabajo y Eric está muy gruñón, la próxima vez te prometo que me quedaré más a tiempo. 

—Has estado muy ocupada esta semana —bufa. —Ya quiero que lleguen las vacaciones para pasar más tiempo contigo. Solo 

—Créeme que yo también —junto nuestros labios en un corto beso. —Y falta muy poco para eso, así que no desesperes. 

—Bueno, no te quito más tiempo —besa mi mejilla dulcemente y sonrío tontamente. —Oh, casi lo olvidaba, esta noche saldré con los chicos a beber unos tragos. Espero que no te moleste. 

—Claro que no me molesta —suelto una risita. —Hoy saldré un poco más tarde, así que no te preocupes por mí. Puedes ir a divertirte —beso por última vez sus labios. —Nos vemos en la noche, te amo. 

—Te amo mucho más —le escucho decir antes de irme. cuando estoy saliendo de allí. 

El viento golpea suavemente mi rostro y siento como si me quitase un peso de encima. Aunque no fui completamente sincera, pero tengo miedo de cómo sé lo tomaría Logan si le confesara todo. No quisiera que se volviese a repetir la misma escena de hace dos años; Justin y Logan matándose a golpes. Los recuerdos invaden mi mente como si se tratase de una película. Cierro los ojos y apoyo mi cabeza en el respaldo del asiento, aprieto el volante con mis manos y largo un suspiro de cansancio. Definitivamente necesito unas largas vacaciones para irme lejos de aquí, lejos de todos y lejos de Justin.

{Justin} 

Me sirvo un vaso de whisky, camino hacia el gran ventanal que da vista a gran parte de la ciudad y le doy un sorbo a mi trago sin dejar de observar la vista. En éstos días el trabajo ha sido un poco agotador y he tenido que viajar de improvisto a Inglaterra, ya que debía ir para firmar un contrato de la nueva empresa que he comprado. Por ende tuve que dejar la sección de fotos para otro, pues tengo muchas cosas importantes que hacer y quiero estar totalmente libre el día que vaya al trabajo de Kelsey, que será el jueves de la próxima semana. Y no aguanto las ganas de volver a verla. Ella ha sido mi único pensamiento en éste último tiempo, no puedo borrar el sabor de sus labios; cada vez que pienso en eso mi corazón empieza a latir con fuerza y todos ésas sensaciones y emociones se mezclan formando un sentimiento inexplicable. 

Incluso siento ése pequeño hormigueo recorrer mi estómago y ni siquiera cuando estaba loco por ella y trababa de conquistarla de mil formas; lo sentía tan fuerte como lo estoy sintiendo ahora. Cada vez que cierro los ojos y revivo aquel recuerdo tan maravilloso, único y especial. 

Y no me arrepiento de nada. Demonios, ¿cómo voy arrepentirme de besarla si estaba deseando hacerlo desde hace tanto tiempo? Desde que vi a Kelsey lo primero que pensé fue tomarla en mis brazos y besarla hasta desgastar nuestros labios. Y justamente eso hice en la fiesta. Pero no es suficiente, no es malditamente suficiente unos cuantos besos... necesito más, más y más. Ahora que volví a probar la droga de sus labios, una vez más se convirtió en mi dulce adicción. 

Necesitaba besarla para aclarar todos éstos confusos sentimientos. Besarla fue la respuesta a muchas preguntas que rondaban por mi cabeza y la clave estaba en sus labios, ahora no tengo más dudas. Lo único que me falta es que Kelsey responda a unas preguntas que he estado guardando durante un largo tiempo, ella es la única que puede contestarlas. Porque necesito ésas respuestas, de lo contrario, nunca podré estar tranquilo. Mis ojos se cierran por un instante, los recuerdos regresan a mi cabeza como flash-back y una sonrisa se asoma por mis labios. Si pudiese revivir aquel momento... Lo haría, una y otra vez. Hace mucho tiempo no me sentía tan satisfecho; ni siquiera me sentí así cuando mi empresa se volvió una mina de oro en solo dos meses. Kelsey Cassey es la única persona que pone mi mundo patas arriba. 

Por otra parte está Natalie y mis sentimientos hacia ella. La adoro y de eso no hay ninguna duda, pero no puedo seguir ocultándole las cosas. Tampoco se merece que le mienta. Me he mantenido distante con Nati porque la culpa y el remordimiento me carcomen por dentro y, no sé qué decisión tomar respeto a lo que ha pasado. Pero no puedo decidir nada hasta que hable con Kelsey. Todo depende de ella. Solo espero que sea sincera conmigo; que no se invente ninguna excusa para dejar pasar el tema. Cuando suceda eso... no podrá escapar de mí. 

Camino hacia mi escritorio, presiono el botón del teléfono y espero a que Teresa conteste. 

—¿Si, señor Bieber? —dice con su típico tono de seriedad. 

—Necesito que compres una caja de chocolate Hersheys —hago una pequeña pausa. —Kisses. Para ser más específico. 

—Uhm, ¿desea algo más señor? 

—Me gustaría que lo envolviese en papel de regalo —paso la lengua por mis labios, pensativo. —Creo que es todo. Ah y mándalo a la misma dirección de la otra vez.

—Ya lo tengo anotado, señor. 

—Vale —sonrío satisfecho. —Gracias, Teresa. 

Dicho esto cuelgo la llamada, cojo mi celular y reviso el buzón de mensajes. Kelsey no contestó el último mensaje que le envié, o mejor dicho, el que le envió “Bizzle”. Es razonable que no lo haga, pues se enojó tanto por lo del beso robado que escribió un párrafo que solo contenía insultos tras insultos. Bueno, era de esperarlo. Aunque, realmente, me causó gracia porque solo decía cosas como; eres un descarado, idiota, imbécil, psicópata acosador y también amenazó con que iba a ir a la policía. Lo más gracioso es que no se disgustó del beso, no hubo quejas sobre eso y cuando me di cuenta, tuve un pequeño ataque de risa. Sé que lo disfrutó tanto como yo lo hice, de eso no tengo dudas. Ella me siguió el beso con la misma intensidad, no, la verdad es que lo volvió más apasionado, intenso y fogoso. Un beso jodidamente delicioso. 

Sacudo mi cabeza y le doy el último sorbo a mi bebido, me siento en la silla giratoria y alcanzo el portarretratos que está sobre el escritorio. Es una foto de Natalie sonriendo tiernamente y yo estoy besando su mejilla, recuerdo muy bien el día en que nos la tomamos. Fue nuestro primer aniversario como novios, la llevé a cenar a un restaurante francés que tenía vista a la ciudad y después fuimos a bailar. Nunca me arrepentiré de haberla conocido; ella estuvo ahí cuando creí que todo estaba perdido y me demostró que todos merecemos una segunda oportunidad. Gracias a Natalie volví a sentirme vivo. Y al conocerla supe que a partir de ése momento, mi vida daría un giro de ciento ochenta grados y exactamente eso sucedió. 

Empecé a escribirle un nuevo mensaje a Kelsey. Solo espero que no me haya bloqueado o algo parecido, de todas formas si lo hizo; buscaría una forma para que reciba mis mensajes. 

«Hola Kelsey. Sé que debes estar enojada conmigo pero no quiero que sigas molesta por lo sucedido. Entiéndeme, no pude resistirme y por eso lo hice, te pido disculpas por tomarte desprevenida. Y no, amor, no me arrepiento de haberte besado, fue un verdadero placer hacerlo y estaba deseando hacerlo desde hace mucho, mucho tiempo. Ojalá te guste el regalo que te he enviado. Y si has tenido un día amargo, ésos chocolates que tanto te gustan te endulzarán el día y cuando los coma, acuérdate de mí. Ten un bonito día. Con cariño, Bizzle.» 

Le doy clic a enviar, bloqueo la pantalla y guardo el celular dentro del bolsillo de mi pantalón. Verifico en mi agenda si tengo alguna reunión o evento para hoy, pero no hay nada. Solo tengo que hacer unas cuantas llamadas y firmar unos cuantos documentos. Y por suerte no tengo pendiente nada. Así que podré salir a despejar un poco mi mente antes de regresar a casa. 

El resto del día en la oficia pasa tan rápido que ni siquiera me doy cuenta cuando afuera empieza a oscurecer. Miro la hora en el reloj de mi muñeca; las ocho en punto. Hace una hora todos los emplearon se marcharon, pero yo me había quedado para adelantar unos papeleos que tenía pendiente. La verdad es que decidí quedarme hasta tarde porque no me apetece ir a casa y encontrarme con Natalie. Cargar con una culpa no es nada fácil. No me haría nada mal ir por un trago; apago el computador, recojo mis llaves y me pongo el saco del traje gris Versace que llevo puesto. Salgo del edificio, camino por el estacionamiento privado y me subo a mi Ferrari. Conduzco por unos quince minutos y cuando llego a mi destino, estaciono mi auto en un lugar seguro y bajo de éste, mirando la entrada del bar al que antes solía ir con frecuencia. Y es lugar donde conocí a Natalie. 

Ha pasado mucho tiempo desde que no pisaba éste lugar... Aquí ahogaba mis penas en el alcohol y al final de la noche, terminaba matándome a golpes con un desconocido. Era una de las formas de desquitarme.

Tomo asiento en uno de los taburetes que está en la barra, me despejo del saco dejándolo encima de otro taburete y desasgo unos cuantos botones de mi camisa blanca. Aflojo el nudo mi corbata y remango las mangas de la camisa hasta los codos. Espero a que el barman se acerque a mí para tomar mi pedido; la música está un poco fuerte y apenas están llegando las personas. Éste lugar siempre empieza a llenarse de gente a las diez de la noche. Apoyo mis antebrazos en la meseta de la barra, agacho la cabeza mirando un punto fijo y cierro los ojos, tratando de no pensar demasiado. 

—Señor, ¿qué desea tomar? —levanto la mirada y me encuentro con un rostro conocido. —¡Bieber! Que gusto verte por aquí, hombre, no te veía hace mucho tiempo. 

—Hola Ben —sonrío leve. Nos damos un buen apretón de manos y él palmea mi hombro mientras sonríe amistosamente. —Pues sí... Digamos que he estado muy ocupado. 

—¡Por supuesto que sí! Eres uno de los empresarios más reconocidos y millonarios del país. He escuchado hablar mucho de ti. 

—Bueno, al menos sabes que no morí o algo así —bromeé. —Es bueno verte. 

—No exageres —ríe y niega con la cabeza. —Dime, ¿qué te trae por aquí? ¿Otra vez con mal de amores? 

—Algo parecido —hago una mueca. Observo cómo empieza a preparar un martini. —Ella regresó. Hace tres meses, y está aquí para quedarse. 

—Oh, vaya... —deja el vaso frente a mí. Le doy un pequeño sorbo y Ben continúa mirándome. —¿Cómo fue tu reacción? ¿Has hablado con ella? Debió ser duro, supongo. 

—Sentí un sinfín de emociones cuando la volví a ver —muerdo mi labio y suspiro. —Y joder... La situación se ha complicado. Me siento abrumado y no sé exactamente qué hacer. Ella al principio actuaba de una forma distante y fría como si... Como si realmente me odiara; pero sus ojos no me engañan. La conozco muy bien, Ben. Y está preciosa... Condenamente preciosa.

—La tía aún te vuelve loco, hombre, pero si babeas por ésa mujer. 

—Puede ser —murmuro. —Pero también está mi novia, hermano, quiero muchísimo a ésa chica y es un puto amor conmigo, no la merezco. Ella es tan dulce, simpática, graciosa, hermosa... Y yo soy tan gilipollas.

—¿Y qué piensas hacer? —arquea una ceja. —Porque está complicada la cosa eh. 

Buena pregunta. ¿Qué diablos pienso hacer? No puedo tomar una decisión al azar, debo pensar y analizar todo, para así saber qué haré. Jamás pensé que esto se volvería tan complicado. Pensé que después de hablar bien las cosas con Kelsey, volvería a mi vida normal y que nada cambiaría en mi relación con Natalie. Y me equivoqué. Porque ha sido todo lo contrario... Quise mantener las cosas bajo control pero yo mismo he derrumbado todas las barreras. Todos los malditos límites. Es como haber roto las reglas, solo que en éste caso, no hubo reglas de por medio. Creo que desde el comienzo sabía que no iba a poder controlar mis impulsos. Ben sabrá cómo aconsejarme, es un buen hombre y tiene cuarenta y cinco años. Él era quien me escuchaba cada vez que venía al bar y se ofrecía a llevarme a casa, porque siempre terminaba ebrio. 

Cuando estoy a punto de hablar, una voz masculina me interrumpe y miro a mi costado; encontrándome con la persona menos esperada. El muñequito de quinta está justo al lado mío. Es nada más ni menos que Logan Lerman. 

—Disculpe, quisiera tres mojito —dice cortésmente. 

—Claro, ahora se lo preparo —responde Ben en el mismo tono. Se aleja un poco y empieza a preparar los tragos. 

—¿Justin? —pregunta un poco sorprendido y siento su mirada fija en mí. 

Oh no. Dios, ¿por qué me haces esto a mí? No quiero hablar con éste tipo. Pero tampoco quiero ser maleducado. 

—Hey, Logan —lo miro fijamente. Él esboza una pequeña sonrisa y trato de no poner los ojos en blanco. —¿Qué tal? 

—Muy bien. ¿Y tú? —toma asiento a mi lado. —No esperaba verte por aquí. 

—Bien, estoy bien. Y yo tampoco, créeme —susurro. —¿Andas con Kelsey? —pregunto curioso. Tal vez fui muy directa, pero no quiero quedarme con la duda. 

—No. Estoy con unos amigos. 

—Ah —me limito a decir. ¿Qué se supone que le diga? —¿Y cómo va todo? 

—¿A qué te refieres? 

Logan frunce el entrecejo y veo una expresión de confusión en su rostro. 

—Me refiero a... —carraspeo mi garganta. —Cómo va tu relación con Kelsey. 

—¡De maravilla! —exclama alegre. —Ya llevamos juntos dos años. Tenemos una muy buena relación, congeniamos a la perfección y sabemos cómo arreglar nuestras diferencias. Kelsey es una chica estupenda y yo soy todo un afortuno por tenerla conmigo. 

Aparto la mirada y aprieto el vaso entre mis manos, tomo unas cuantas bocanadas de aire tratando de calmarme. Los celos empiezan a fluir por todo mi cuerpo y trato de ignorarlos, pero no es tan sencillo. Logan habla tan bien de su relación, es obvio que lo hace a propósito para que me den celos. Siento envidia y celos. Él tiene a mi jodida chica... ¡Joder! ¡Sí! Mi jodida chica. Es mía y solo mía. 

—Me alegro por los dos —digo entre dientes y gruño en voz baja. 

—Aquí están los mojitos, señor —Ben regresa con los tragos. 

—Gracias —coge con cuidado los vasos y se levanta del taburete. —Hasta luego, Justin. 

—Cuídate eh —forcé una sonrisa fingida. —Y mándale saludos a Kelsey de mi parte. Dile que me la pasé muy bien con ella en la fiesta. 

Su sonrisa se desvanece y sonrío triunfante para mis adentros. Ahí tienes, mi querido amigo. 

—Vale, adiós —murmura. Lo observo irse hacia otra parte y una sonrisa burlona cuelga de mis labios. 

—¿Lo conoces? —miro a Ben y asiento con la cabeza. —Veo que no te cae muy bien. 

—Es el novio de Kelsey. 

—Vaya... —ladea la cabeza y mira por encima de mi hombro. —Parecer ser un buen muchacho. 

Rodeó los ojos y me termino de beberme el martini de un solo trago. 

—Es un idiota. 

—¿Lo dices porque está con la chica? 

—No me recuerdes —bufo. —Sírveme otro, por favor. 

—Uhmm creo que alguien está un poco celoso —canturrea divertido. Termina de preparar el martini y me lo entrega. 

—No me jodas —pongo los ojos en blanco. Ben se queda mirándome con ambas cejas alzadas. —Vale, sí estoy celoso, lo admito. ¿Y qué? 

—Yo no he dicho anda —levanta las manos y suelta una pequeña carcajada. 

—Sí, anda, ríete de mi miseria —esbocé una pequeña sonrisa. —Prepárame algo más fuerte y acompáñame. Sabes que no me gusta beber solo. 

—Vale —ríe entre dientes. —Eso sí, no te excedas. 

—Te prometo que no lo haré. 

Ben y yo nos quedamos conversando durante un par de horas. Le conté todo lo que había pasado en éste último año y él me contó que ya era abuelo. Cuando el reloj marcó las once y media, me despedí de Ben y volví a casa. 

Al entrar noto que todas las luces están apagadas; excepto por la televisión que está encendida. Eso es un poco extraño. Tiro las llaves en el sillón y desasgo todos los botones de mi camisa, dejando a la vista mi torso desnudo. Entro a la cocina y me sirvo un vaso de agua. Doy media vuelta encontrándome a Natalie cruzadas de brazos, con una expresión nula y apoyada sobre el mostrador. 

—¿Dónde estabas? Te llamé muchas veces al celular y a la oficina. No contestaste ninguna de mis llamadas, ni los mensajes. Estaba preocupada por ti, Justin. 

—Salí a beber algo por ahí —me encojo en hombros, restándole importancia. 

—¡¿Por ahí?! —pregunta exaltada. Genial, ahora el discurso. —¡Estuve llamándote toda la noche! ¡Fui a tu oficina y me dijeron que te habías ido! Pensé que te había pasado algo malo. 

—Estoy bien, Nati —suspiré frustrado. Mi cabeza empezaba a doler. —Sé cuidarme. Nada me habría pasado, de todas formas. 

—Al menos tenías que avisarme que saldrías —reprochó. —Soy tu novia y debo, por lo menos, saber dónde diablos estás metido. 

—Necesitaba un respiro —dejo el vaso en el fregadero. —Me duele la cabeza y no tengo ganas de discutir. Buenas noches. 

Y dejando a Natalie con la palabra en la boca, entro a mi habitación y me quito la ropa quedando solo en bóxer. Me acuesto boca abajo, siento mis párpados pesados y caigo en un sueño profundo.

 *******

✖Voten y comenten si les está gustando✖ Aunque no lo crean leemos todos sus comentarios<3.

↓Contáctame↓ 

{twitter}☞ @biebsxbangerz

{ask}☞ @CarooCyrus

Escritora ☞@janchesca {Wattpad, Twitter, Ask}

Lo que un día fue » Justin Bieber ➳Editando.Where stories live. Discover now