Lo que un día fue » Justin Bieber ➳Editando.

✖26. Segunda parte.

Justin.

Agotadora.

Así es como definiría mi última semana. He estado un poco agobiado con mis próximos proyectos y la empresa me ha tenido más ocupado de lo normal. Manejar el negocio de la familia no es cosa fácil, pero ha merecido la pena. Papá está sumamente orgulloso de mí al igual que mamá. Los negocios van mejor que nunca, sin embargo, he tenido que hacer varios viajes improvisados para cerrar el contrato con uno de mis mejores clientes. Debo admitir (y no es por presumir) que soy muy bueno haciendo negocios. Se me da muy bien esto de la administración de empresas internacionales. En realidad, no pensaba estudiar esa carrera. Desde muy niño mi sueño era convertirme en músico, no obstante, aquí estoy manejando una gran empresa y he llegado demasiado lejos. Me siento orgulloso de mí mismo.

Otra cosa o mejor dicho, otra persona que ha ocupado la mayoría de mis pensamientos es Kelsey. Bien, ella es la única. Quise llamarla pero preferí darle su espacio. Creo que no está muy contenta con lo que hicimos en su oficina y en el estacionamiento de su apartamento. Aunque lo niegue mil veces, yo sé que le gustó y no está arrepentida de lo que hicimos o estuvimos a punto de hacer. Necesitaba demasiado ese beso. Ambos lo necesitábamos. Creo que es imposible mantenernos alejados. Desde que regresó a Canadá, tan jodidamente cerca de mí, no he podido alejarme de ella, incluso mi relación se fue a la mierda porque no pude ocultar lo que siento por ella. Aunque era lo mejor para Natalie.

No podía seguirla lastimándola, ella no lo merecía.

¿Si hemos vuelto a hablar o vernos desde lo ocurrido? La respuesta es un rotundo no. Hace mucho tiempo que no sé nada de Natalie... Intenté llamarla varias veces pero cambió su número telefónico. Es obvio que no quiere volver a verme ni saber nada de mí. Y no la juzgo. Fui un capullo con ella.

¿Debería buscarla y hablar con ella? Aún tengo la duda de si me odia o me guarda rencor... No quiero quedarme con esa desagradable sensación en el pecho. Pero si no quiere verme, lo entenderé. No tengo ningún derecho de exigirle nada. Yo fui quien falló. De todas formas, no pretendo que de otra oportunidad y regrese conmigo porque sólo le estaría creando falsas ilusiones, y dudo mucho que quiera regresar conmigo después de todo lo que pasó entre Kelsey y yo. Tampoco quiero intentar nada. Estoy cien por ciento seguro con la decisión que tomé y no pienso cambiar de opinión porque mis sentimientos por Kelsey son reales. Y no tengo dudas de lo que siento; la amo con todo mi jodido corazón y eso es todo.

Sigo luchando por recuperarla.

No estoy dispuesto a dejarla ir... menos ahora que la tengo tan cerca y sé que aún me quiere. Me ama tanto como yo la amo a ella. Estoy malditamente feliz porque sé que mi amor es correspondido. Parece increíble que después de tantos años, lo que sentimos el uno por el otro siga ahí. Los sentimientos nunca desaparecieron, los recuerdos nunca fueron olvidados y las promesas siguen estando rotas... Pero las cumpliré. Cada una de ellas. Y, esta vez, le demostraré todos los días lo mucho que la amo y le haré el amor todas las noches. La llevaré a cenar, le compraré flores, le enviaré mensajes diciéndole que la extraño cuando esté en el trabajo, la llevaré a pasear por el parque, miráremos películas en casa, le prepararé el desayuno y cocinaré sólo para ella, le recordaré todos los días lo hermosa que es, siempre que me necesite ahí estaré, la llenaré de besos y le haré cosquillas hasta que no pueda más, y la haré tan, tan, tan, pero tan feliz que nunca dejará de sonreír.

La amaré, la amaré, la amaré... Simplemente la amaré.

Suspiro y me inclino hacia delante, tomando el portarretrato que está encima de mi escritorio. Apoyo mi espalda en la silla giratoria y miro fijamente la fotografía. Es Kelsey. Sale sonriendo como un ángel, tiene puesto un bonito vestido de flores y el paisaje detrás de ella es precioso. Recuerdo perfectamente ese día. Estábamos así como en un campo, cerca había un río muy bonito y habíamos encontrado un árbol grande, y ahí nos sentamos. Me encantaban los picnic con ella. Siempre le tomaba fotos. Y ella a mí.