32 · juntos

123 12 1
                                    

Soojin.

—Tía dios mío no se puede estar tan buena en la vida, te bloqueo —se quejó Yeonji mirando fijamente a Minji salir del baño de mi habitación. Esta alzó la ceja.

—¿Qué coño? Es imposible que me bloquees en la vida real, idiota. Además, si solo llevo un pijama horroroso de conejitos que me regaló mi madre el otro día cuando se acordó de mi existencia.

—Pero estás sexy —bromeó y Minji se sentó a mi lado, tirándole después un cojín. Yeonji soltó una carcajada enorme—. ¡Quiere a quien te quiera incluso en pijama Minji!

—Al final me creo que te vengas a mi acera, amiga —reí sin poder creerlo y Minji también rió. Yeonji alzó la ceja.

—¿De qué te ríes?

—De nada —indiqué mordiéndome el labio inferior para aguantar la risa. Con cuidado salí de entre las dos para colocarme de frente.

—Dilo si tienes agallas.

—Joder tía, es imposible, pero realmente imposible que te dejen de gustar los tíos, por eso me río.

—Está claro, en todo caso sería bisexual.

—Eso te lo acepto —bromeó Minji—. Bueno, ¿qué hacemos ahora? Hacía días que apenas hemos podido coincidir —esbozó un pequeño puchero que me hizo sonreír y apretar su mejilla—. ¿Celebramos por todo lo alto que aprobamos todas las asignaturas? —Dijo con emoción, juntando sus manos como si fuera a rezar y mirando hacia el techo con sus ojos brillantes.

Sí, lo cierto es que había echado mucho de menos a Minji. Estas últimas semanas se había centrado al cien por cien después de que, al hablar con el profesor del último suceso en el que su hermano no le despertó y este le dio la oportunidad de hacer el examen antes de acabar el curso y no después de las vacaciones, empleó todo su tiempo en conseguir aprobarla.

Así que eso significaba que no tenía tiempo apenas ni en las horas libres para vernos.

—¿A qué te refieres con "celebrarlo por todo lo alto"? —Preguntó Yeonji haciendo comillas—. No es por nada pero para mí eso significa emborracharse y jugar a juegos estúpidos en los que acabas más borracha y no veo que podamos hacerlo teniendo en cuenta que somos menores, estamos en pijamas de quinceañeras y Soojin podría ponerse peor de lo que está.

—¡Por dios, Yeonji! Divertirse no significa beber alcohol ni acabar con un coma etílico —se quejó Minji. Aunque lo cierto es que ninguna de las tres éramos de fiestas y bebida.

—Ya lo sé idiota, estaba poniéndome dramática modo: "no salimos de una perfecta película norteamericana donde las mejores amigas se emborrachan y lloran por sus desgracias amorosas" —solté una pequeña carcajada imaginando la situación.

Estaba segura de que, con lo dramática que a veces Yeonji se ponía, sería de esas típicas personas que lloran y se quejan por todo cuando están borrachas.

—¿Y qué propones, Minji? —Pregunté con curiosidad y ella me miró.

—Hagamos algo de comer, ¿te apetece, Soojin?

—Como no sean unos trocitos de jamón cocido presiento que vamos a ser conscientes de una nueva salida de todo por la boca —bromeó Yeonji y no pude evitar golpearla con una almohada—. ¡Me van a matar!

—Son almohadas —rodó Minji los ojos.

Medité la respuesta a su pregunta mientras ambas se mataban con los ojos. Lo cierto es que llevaba el día bien, solo había estado un poco mareada y con náuseas a primera hora del día pero, durante lo demás, había desaparecido.

HOPE ━ j. hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora