45 · esperanza

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Soojin.

—Me duele mucho la espalda —murmuré en un quejido mientras salía el cubilete del baño. Me encontré con unas chicas de mi clase arreglándose el maquillaje en el espejo.

Quise reír, realmente parecían idiotas maquillándose tanto para ir solamente al colegio.

Ambas me miraron durante todo el proceso en el que me lavé las manos.

Habían avanzado los días y las semanas, de modo que ya habían pasado casi seis meses desde que me había hecho el test de embarazo y había dado positivo. Adaptarse a esa nueva vida había sido difícil a niveles insospechados y, aunque ya estaba prácticamente en la mitad del ciclo, no dejaba de pensar que todavía quedaba demasiado tiempo por delante como para estar tranquila.

Los síntomas habían cambiado y estaba en esas etapas en las que no dejaba de ir continuamente al baño a hacer pis. Acostumbraba a ir al baño a casi todas horas, así que ya era una rutina encontrarme con esas chicas en ellas cada vez que iban a arreglarse su maquillaje. Quise suspirar observando mi reflejo en el espejo.

De la nada, había nacido esa pequeña barriguita aún fácil de ocultar puesto que era bastante pequeñita —finalmente había tenido que usar la chaqueta vieja de Hoseok que me quedaba medianamente bien— y en unos días tendríamos cita para ver si podíamos saber el sexo del bebé.

A pesar de que las cosas parecían ir bien, lidiar y seguir el curso no había sido del todo fácil. Saltarme las clases por dolor o citas médicas, parecía ser mi día a día, al igual que la imposible concentración para hacer las tareas y estudiar para los exámenes.

—Avisa si vas a vomitar, Park —indicó una de ellas mirándome con asco. La otra rió por lo bajo.

Estuve apunto de rodar los ojos.

—Avisa también si vas a romper aguas, no quiero presenciar un parto —ambas rieron como unas idiotas. Negué con la cabeza intentando no responder.

Pero era muy difícil no querer cerrar la boca de esas tías que no hacían más que hablar mal de mí.

Era curioso que me trataran de esa manera, que me miraran por encima del hombro por estar embarazada cuando ellas eran peores que yo. Me trataban de puta, de zorra por haber cometido un error. Sin embargo, no era la primera vez que entraba en ese baño y escuchaba ruidos extraños o escuchaba a gente cuchichear de que ambas no cerraban la boquita ni por asomo.

Tenían una famita que bueno...

¿Y aún así tenían el derecho y la cara de llamarme a mi puta por haberme quedado embarazada de mi novio? Bueno, había cosas peores. Y ellas desde luego que bordaban toda esa línea y la superaban inmensamente.

Total, que no valía la pena tener una conversación de besugos con ellas.

Aunque sí que era cierto que en parte me preocupaba un poco lo que fueran capaces de hacer y de decir. Bien era cierto que había intentado no preocuparme demasiado con el tema de que los demás pudieran enterarse. Yeonji me había dicho que no valía la pena malgastar tiempo por personas como ellos. Pero a la vez era más fácil hacerlo que decirlo.

Y por alguna razón, a pesar de que había pasado completamente desapercibida entre mis compañeros, esas arpías se enteraban de todo siempre y no me extrañaba cuando le hacían un favorcito a todo aquel que se colocaba frente a ellas.

Sobre todo me preocupaba qué pudiera hacer Hoseok. Nada iba a cambiar que estuviera embarazada, no era un delito y mucho menos estándolo de mi novio. Es decir, no me había tirado a diez tíos y había sido una temeraria, simplemente había sido un error y aunque no era lo correcto por la edad que tenía, tampoco debería de ser importancia para los demás. Ellos no eran quienes iban a cuidar del bebé, les debería de importar entre cero y nada la situación.

HOPE ━ j. hoseokDonde viven las historias. Descúbrelo ahora