Destruction ◇ Erik Lehnsherr

n u e v e

Iris suspiró mientras el agua corría por su cuerpo. Poco a poco iba sintiendo cómo toda la preocupación se alejaba de su cuerpo mientras el vapor producido por el calor del agua la rodeaba. 

Erik le había dicho que le buscaría algo de ropa, ya que la suya estaba rota y llena de sangre. Iris no tenía ni idea de cómo conseguiría él esa ropa, pero a mitad de su ducha escuchó cómo la puerta se abría y alguien entraba dentro. Se quedó quieta mientras el agua caía en su cabeza, esperando a ver qué era lo que pasaría después. 

Iris no era capaz de ver qué estaba pasando fuera porque una cortina la tapaba entera, así que no pudo ver qué era lo que seguía haciendo Erik allí. Sin embargo, sí que podía ver su sombra, la cual estaba de pie y quieta, sin hacer nada. Finalmente escuchó cómo la puerta volvía a cerrarse y apartó un poco la cortina para sacar su cabeza, mirando lo que pasaba en el exterior.

Erik ya no estaba y su ropa nueva descansaba cerca de ella. Cerró la cortina y acabó con su baño.

Cuando salió se secó el pelo con una toalla y luego se lo peinó. Miró la ropa que él le había traído y se preguntó de dónde la había conseguido. ¿Se la habría quitado a alguien? No tenía ni idea, pero en el fondo prefería no saberlo.

Se puso la ropa interior y se dio cuenta de que al lado de la ropa Erik había dejado unas gasas para que tapase su herida de nuevo. Se la puso con cuidado tapando toda la herida y luego cogió la camiseta, pasándosela por la cabeza. Justo cuando acabó de ponérsela la puerta se abrió e Iris giró la cabeza, viendo cómo Erik estaba parado en ella mirándola. 

Ella esperó a que él dijese o hiciese algo, pero no lo hizo. Simplemente se quedó ahí. Iris frunció el ceño y abrió la boca para decir algo, sin embargo él se le adelantó. Ando a pasos largos hacia ella.

Iris se sorprendió cuando llegó hasta donde ella estaba y la cogió de la nuca, juntando sus labios con los de ella. Al instante, unas fuertes descargas eléctricas recorriendo el cuerpo de Iris, haciendo que se estremeciese. Los labios de Erik seguían provocándole las mismas sensaciones que la última vez y ella no pudo evitar cerrar los ojos y seguirle el beso. No era un beso suave, sino brusco, ansioso, lleno de necesidad y de anhelo. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que habían estado así...

Se separaron un momento para coger aire, mientras Iris sentía sus mejillas ardiendo. Su corazón latía a una velocidad increíble y el aroma de Erik le embriagaba por completo. Se miraron durante unos segundos, tal y como siempre hacían sintiéndose familiares y vivos de nuevo. Él volvió a acercarse a ella y volvieron a besarse. Erik bajó las manos hasta ponerlas en la cintura de ella y las metió bajo su camiseta, rozando con sus dedos la gasa que tapaba su herida. Iris se estremeció mientras él pasaba a acariciar su espalda, al mismo tiempo que ella pasaba sus brazos por el cuello de él y lo atraía más a sí misma. Erik bajó las manos hasta llegar a las piernas de Iris y la levantó del suelo, haciendo que ella enrollase sus piernas en la cintura de él. Iris sentía sus labios hinchados y adoloridos, pero no era capaz de alejarse de él. No quería hacerlo.

Erik se movió y salió del baño, yendo hacia la habitación. Dejó a Iris sentada en la mesa que había, mientras él se posicionaba entre las piernas de ella. Iris bajó las manos hasta llegar al final de la camiseta de él y tiró hacia arriba, sacándosela. Erik acarició las piernas de ella, las cuales estaban desnudas. Iris se estremeció ante su tacto mientras con sus talones acercaba a Erik más a ella. No quería separarse de él ni en ese momento ni nunca más. Volvía a sentirse completamente llena y no quería cambiar esa sensación por nada del mundo.