Destruction ◇ Erik Lehnsherr

d i e z

Todo estaba sumido en un profundo e incómodo silencio. Nadie decía nada, aunque todas las miradas estaban puestas sobre Erik. Eran miradas de rencor, de furia. Todos le tenían recelo después de lo que había hecho con Raven. Y es que no era para menos. Había intentado matarla. Había intentado matar a la que había sido amiga de todos ellos, quien había intentado salvar a los mutantes y quien había sido como una hermana para Charles.

Sin embargo, Iris tenía su mirada clavada sobre Charles, descubriendo la mezcla de sentimientos que había dentro de él. Por una parte estaba furioso con Erik, pero por otro estaba decepcionado. Ellos dos, hacía años, habían tenido una relación como amigos. Buenos amigos. Sin embargo, desde que Erik mató a Sebastian, no hizo más que decepcionar a Charles y este cada vez veía menos al amigo que algún día conoció.

Iris se sintió desolada por todo el dolor que había en el interior de Charles. Pasó su mirada de él a Erik y vio el sufrimiento de ambos hombres.

La escena quedó interrumpida cuando Hank llegó y miró a todos perplejo. Luego su mirada pasó a odio mientras miraba a Erik, poniéndose alerta. Gruñó y sus ojos empezaron a ponerse amarillos.

—Hank —le llamó Iris, haciendo que él girase su cabeza hacia ella—. No —le avisó al ver que estaba empezando a convertirse en Bestia—. Si no paras tendré que pararte yo. Y no quiero obligarte.

Él la miró durante unos segundos y luego volvió su cabeza hacia Erik. Le gruñó, haciendo que el sonido retumbase por todo el lugar y luego volvió a la normalidad lentamente, mientras respiraba hondo.

—¿Qué está haciendo él aquí? —le preguntó Charles.

—Estoy aquí porque me necesitáis —contestó Erik.

—A ti eso no te importa. Da igual que te necesitemos o no, de todos modos actuarás como quieras. Como siempre haces —le acusó Charles.

—Él tiene información sobre los centinelas —le avisó Iris.

Charles miró a Erik y luego a Iris sucesivamente.

—¿Y tú le crees? —ella asintió—. Intentó matar a Raven, Iris.

—Lo sé, y no tiene perdón por ello. Pero lo que sabe es importante —Charles se quedó callado durante unos segundos hasta que acabó suspirando

—Bien, ¿qué sabes?

—Tienen la sangre de Raven —empezó a decir Erik—. No conseguimos evitar nada, solo retrasarlo. Sé dónde tiene Trask los centinelas y dónde va a llevarlos. Si salimos ya podemos pararlos y destruir los que ya han creado. E incluso podemos tener la oportunidad de acabar con el laboratorio donde estén experimentando con la sangre de Raven. Acabaríamos con el problema desde raíz. Todo se solucionaría fácilmente —explicó Erik.

—Sí, ¿y cuántos mueren en ese plan? —inquirió Charles. Erik no contestó y eso le dio la respuesta a él—. No, así no es como lo haremos. Raven sigue queriendo matar a Trask y si lo hace, lo convertirá en un mártir. No consigue darse cuenta y tenemos que encontrarla para conseguir pararla. Eso podría darnos un poco de tiempo —explicó—. Es la única solución que encuentro para que nadie acabe herido —dijo rendido y luego suspiró—. Aun así, he intentado usar a Cerebro para encontrarla, pero ya no soy capaz de controlar mi poder. No han vuelto del todo y lo único de lo que soy capaz es de escuchar todas aquellas voces dentro de mí... —cerró los ojos—. Tenemos que encontrar otra forma de encontrarla. No soy tan poderoso como creías —le dijo a Logan—. Te enviaron al hombre equivocado.

Logan suspiró y se acercó a él.

—Oye, si hay algo que sé es que tú siempre has sabido cómo ayudar a los demás. Cómo solucionar los problemas y un montón de cosas más que yo nuca sabré hacer —le dijo—. Yo no puedo ayudarte. Solo estoy aquí porque era el único que físicamente podía aguantar el viaje. Pero hay alguien que sí puede ayudarte y guiarte.