Capítulo 85.

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Tu: Sí.

Katie: Con permiso... ¿De quién?

¿Ahora tengo que pedir permiso? –pensaste.

Tu: ¿Puedo ir con Niall?
Katie: Creo que será mejor que te quedes aquí.
Tu: sólo serán unos minutos...
Katie: Lamento decirte que te quedarás aquí. No quiero escándalos de quién te pueda ver.
Tu: Bueno. –Suspiraste.

Indicó la sala de espera, te siguió.
Te sentaste junto a ella, aunque no querías estar precisamente a su lado.

"¿Qué haces? :-(" –mandaste por mensaje de texto a Niall.

"Estoy en el automóvil, escuchando música. ¿Tú? ¿Ya terminaste?" –Respondió al instante.

"Eh terminado hace ya... como una hora. No me han dejado ir contigo, pero para no aburrirme, platiquemos por aquí" –Respondiste.

"¿Qué haces tú?:-)" –Respondió.

"Estoy a un lado de esta chica. Cree que estoy hablando con mi madre... ¡JAJA! Por cierto, estoy libre de peligro, el doctor me lo dijo. Pero esa chica quiere pruebas escritas" –respondiste.

Katie se levantó del asiento ya que fue llamada por el doctor.

"Yo sé que estás sana. Pero exageran... como dicen, si no puedes contra ellos, úneteles... y... ya que soy tu madre, ¿Por qué no desobedeces a Katie y te vienes conmigo? te doy permiso de romper las reglas" –Respondió.

Estabas a punto de responder cuando te llamó Katie. Caminaste hacia ella...

Tu: ¿Sí?
Katie: toma. –te entregó una carpeta- esto es para ti. Tú guárdalo, son copias. Yo me quedaré el original.
Tu: Bien. –Tomaste la carpeta- ¿Ahora me puedo ir? En unas horas tengo que comprar mi boleto de vuelo a ___.
Katie: Sí. Puedes irte. Pero sé discreta al salir.

"Sí, como si me dieran ganas de salir corriendo a gritar ¡Me han hecho exámenes médicos y salgo con Niall Horan" –pensaste.

Tu: Sí, lo haré. –Sonreíste fingidamente y saliste del hospital.

Caminabas por el estacionamiento ubicando la camioneta de Niall. No fue difícil encontrarlo, ya que se encontraba con la ventana abajo, y el brazo afuera, moviéndose al ritmo de la música.
Caminaste hacia la ventana, y al llegar dio un sobresalto.
Reíste... él estaba espantado y ruborizado... estallando en risa.

Tu: Lo siento, no creí que estuvieses tan concentrado. –Reías.
Niall: Está bien. –Reía.

Caminaste por enfrente de la camioneta y subiste. Al estar sentada, te acercaste a él y le regalaste un beso.

Niall: ¿Y eso? –Apuntó la carpeta.
Tu: Babosadas. –Las dejaste caer en tu regazo.
Niall: ¿Y qué se supone que tienes? ¿Una enfermedad mortal y contagiosa? –Bromeó.
Tu: Tengo "Niallitis aguda" no sé, es muy escasa esa enfermedad...

Él sonrió, le regresaste la sonrisa.

Niall: Niallitis aguda, ¿He? ¿Y qué síntomas presentas? –Dijo al encender la camioneta.
Tu: Son... amor hacia los rubios castaños. Obsesión por los ojos azules y cierta locura por los de piel blanca. No sé, también estornudo deseos de besarte y toso gansa de abrazarte. Me dijeron que no hay cura. –Bromeaste.
Niall: Pues... creo que si en internet buscamos, vendrá que mis besos te pueden alterar más...
Tu: No importa. Me arriesgo...
Niall: Dame uno. –Levantó sus labios.

Te acercaste a él y besaste.
Al llegar a casa, llamaste a tu madre ya que hace mucho no hablabas con ella. Le avisabas que llevabas al día siguiente, ya que tenías que regresar a la escuela.
Niall se encontraba en la cocina, buscando algo en el refrigerador...

Tu: ¿tienes hambre?
Niall: ¡Mucha!
Tu: ¿Quieres que te prepare algo? Sé hacer algunas cosas...
Niall: ¿Y si mejor nos besamos? Anoche dijiste que querías que sólo nos besáramos. –cerró la nevera y te miró.
Tu: ¿Con besos se te quitará el hambre?
Niall: -Levantó los hombros- no sé, puede que hasta se me quite el sueño.
Tu: -te acercaste a él y rodeaste su cuello con tus manos- ¿Tienes sueño?
Niall: ya no. –te besó- ¿Ves? Funciona.
Tu: ahora yo soy tu cafeína...
Niall: La cafeína es droga. ¿No?
Tu: Supongo.

Levantó ambas cejas, demostrando que tú eras quien era su "Droga"
Lo besaste primeramente con pequeños besitos... luego él ya no despegó sus labios de los tuyos. Te abrazó las caderas acercándote a él... sus brazos te rodeaban, y no podías dejar de sentir esa sensación de no dejarlo jamás...
Sus caricias se extendieron. Quitaste tus manos de su cuello, y las bajaste suavemente acariciando mejillas, cuello y pecho... él subió sus manos a tus mejillas...
Acariciaba tus mejillas muy suave y lento... pasabas tus manos por su pecho firme y acariciabas sus brazos que sostenían tus mejillas
Caminaban hacia atrás entre cada beso, y chocaron con la mesa del comedor. No hicieron caso al accidente, hasta que...

...


You'll never love yourself Half as much as I love you | n.h.Where stories live. Discover now