Capítulo 32.

141 6 0
                                    

TM: Ya encontrarás solución, tuvo un mal día, seguro. –Dijo disculpándose con su mirada.

Tu: -Suspiraste- Igual no importa. –Mentiste-

Te levantaste algo enojada y te dirigiste tu habitación. Te dejaste caer en la cama, y abrazaste a tu almohada. Minutos después tomaste el teléfono y estabas a punto de llamar a Niall y decirle lo sucedido, pero él te habló.

Tu: ¿Hola?
Niall: ¡Hola! –Dijo animoso.
Tu: Hola... -Volviste a decir, algo embobada de escucharlo.
Niall: ¿Cómo estás?
Tu: Bien, supongo. ¿Tú?
Niall: ¿Supones? ¿Por qué? –Dijo ignorándote un tanto en tu pregunta.
Tu: Mis papás no han aceptado... lo de Irlanda. –Hizo un silencio como si le hubiese molestado- ¿Sigues ahí?
Niall: Sí, aquí sigo.
Tu: ¿Estás molesto?
Niall: ¡No! Para nada. –Dijo lo más sincero posible-
Tu: Juro que les rogué, pero insistieron en que no era momento... y... -Interrumpió Niall.
Niall: Los comprendo, si tuviera una hija y estuviese en tu posición, igual diría lo mismo. –Soltó una risita- pero quería intentarlo. Bien, tengo un plan "b".
Tu: ¿Lo tienes?
Niall: Sí, solo necesito... hacer algunas cosas... -Escuchaste que abría alguna mochila o cierre.
Tu: ¿Qué será?
Niall: Necesito que me salga, después te contaré. ¿Sí?
Tu: -Suspiraste- bueno...
Niall: ¿Cuánto tiempo tendrás de vacaciones?

Pensabas: ¡No puede ser! Entro en una semana.

Tu: En una semana regresaré a clases. –Decías con tanto desagrado.
Niall: Uh... -Dijo exagerando dolor- ¿Tan rápido?
Tu: Llevo algo de tiempo de vacaciones, tengo que recoger mi última paga del trabajo mañana, y no sé qué haré, no quiero ir a la escuela.
Niall: ¿Por qué no?
Tu: Será un obstáculo, todo se pone enfrente de lo que quiero hacer. Seguro mi padre sabía que día entraba y quería hacerme razonar... -Te dijiste a ti misma- que estúpida.
Niall: No lo eres...
Tu: No quise que escucharas eso, lo siento.
Niall: -Soltó una risita- Está bien, lo escuché por algo, y ese algo es para decirte que no es cierto.

Terminaron de hablar por teléfono una hora aproximadamente después.
Al día siguiente, al momento de ir a desayunar a la cocina, viste a tu padre leyendo el periódico. No quisiste hablarle, fingías molestia extrema hacia él.

TP: entras en una semana, ¿No? –No contesté, solo asentí- ¿Y así querías salir a Irlanda y no sé qué?
Tu: Sí. –Dijiste firmemente.
TP: Bueno, ¿Y él ya sabe que no irás?
Tu: Sip. –Abriste la nevera en busca de algo que desayunar
TP: ¿Y qué dijo?
Tu: Dijo muchas cosas, pero no se molestó. De hecho, hará lo posible por pasar tiempo conmigo. –Mentiste-
TP: Bueno, eso es bueno.
Tu: ¿Por qué?
TP: Así te demuestra que le interesas.
Tu: Ah... -Pensabas: Ojalá hubiese sido así.

Cerraste bruscamente el refrigerador, y volteaste a ver si tu papá te fulminaba con el rostro. Pero él no lo hacía. De hecho, lo había ignorado completamente.
Subiste a tu habitación después de desayunar y hablaste por horas con Scarleth.
Llegó el primer día de escuela, después de unas grandes vacaciones ya estabas de regreso. Niall estuvo llamándote casi todos los días para charlar un poco de sus días. Era tan tierno el hecho de que llamara solo para preguntarte como estabas que creías que estabas realmente enamorada de él, y cada vez más. Lo único que te preocupaba era no saber distinguir entre admiración y amor... algo que te entró por tener la necesidad de aprender a sobrellevarlo.

Estabas en tu primera clase del día, te estabas quedando dormida en la silla, algunas chicas creídas de tu misma aula te veían y se secreteaban como típicas niñas ridículas de televisión.
Scarleth no entró a tu escuela porque sus padres habían hecho trámites para otra. Pero igual, aunque tuvieras nuevas amistades, ella siempre sería tu mejor amiga.
Llegó la última clase: Matemáticas.
No es que no te gustase la clase, era el profesor que la hacía aburrida. Hacía bromas que solo él entendía, o simplemente no daban risa. Ecuaciones, trigonometría... cuadros, figuras y volúmenes. Era el día tal vez que no te daban ganas de nada, ni de ponerle atención. Alguna de tus amigas en el descanso te preguntaron si estabas saliendo con Niall, pero no quisiste hablar de ello. Y menos porque no estabas segura de que ellas guardarían un buen secreto. Tu madre iba a pasar por ti, para llevarte a comer algo. Pero al final te avisó que estaba retrasada en su trabajo, por lo cual no pudo pasar por ti. No llevabas nada de capital, así que ni autobús quisiste tomar. Cuando llegaste a la cuadra de tu casa, viste que estaba el auto. Tu mamá iba saliendo de tu casa con unas bolsas en las manos. Llevaba una sonrisa extraña, pero no quisiste preguntar.

Tu: ¿No qué estabas retardada? –Dijiste mientras mostrabas tu cansancio de caminar tanto.
TM: Sí, de hecho ya me voy. –Dijo sonriente-
Tu: ¿Qué? ¿Por qué tienes esa cara?
TM: Nomas, nomas. Tu papá quiere llevarte a comer, pero no sé, ahorita verán qué.
Tu: ¿Veremos qué? –Estabas muy confundida. Su rostro era como "Mira que coqueta andas".- ¿Está todo bien?
TM: Sí, ¿Andas estresada? Ahí hay tranquilizantes, por si necesitas uno.
Tu: Ah, gracias. –Dijiste al cambiar de hombro tu mochila- Adiós, suerte.

Tu mamá salió disparada, cuando entraste a la casa no viste nada anormal. Aventaste la mochila al sofá y tu papá estaba en la cocina.

TP: ¿Cómo te fue?
Tu: -Suspiraste de cansancio- ¡Terrible! Se la han pasado viéndome como un bicho raro. No sé qué le haya hecho a las niñas de la escuela, pero ¡Son terribles!
TP: Tal vez te envidian por salir con el rubio.
Tu: Niall papá, Niall. Creo que les dejaré una nota de cómo se llama.

Te relajaste en el sofá, te quitaste los zapatos, subiste los pies y te despeinaste un poco haciéndote un masaje en tu cabeza. Cuando estabas a punto de cerrar los ojos para dormirte unas horas, escuchaste la puerta del baño abrirse. No era tu papá, él estaba en la cocina, como siempre. Abriste los ojos de par en par y te ruborizaste al momento que...
...


You'll never love yourself Half as much as I love you | n.h.Where stories live. Discover now