Capítulo 2.

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Jennel: ¿Te gusta la música, verdad?
Tu: Si, me fascina. –Sonreíste
Jennel: Perfecto, estaba muy aburrido lo que había anteriormente.
Tu: Un poco... -Decías algo nerviosa.
Jennel: ¿Es tu primer trabajo?
Tu: Algo... algo así. –Balbuceaste
Jennel: Oh, perfecto, te encantará. A mí me encanta, la comida que dan es demasiado buena, y el ambiente me gusta más que el de afuera. ¿Sabes? Aparte pasan muchos extranjeros muy guapos, puedes echarte un... vistazo. –Sonrió-
Tu: Muero por probar la comida. ¿Ah qué hora la sirven?
Jennel: -Miró el reloj- Siempre la sirven como a las diez el desayuno, a las dos la comida, y a las ocho la cena.
Tu: Moriré de hambre aquí.
Jennel: Yo decía lo mismo, pero te acostumbras. Aparte la mesa de bocadillos las ponen de tres a siete... son para los extranjeros, pero igual casi nunca comen de ahí.
Tu: gracias... -Sonreíste


Jennel te estaba instalando lo más que podía, quería que te sintieras cómoda, todo iba bien hasta que te explico como funcionaba las horas de comida. Ella era la encargada esta semana de llevar la comida a los miembros del área, y mientras eso sucedía, tú cuidabas el papeleo. Una responsabilidad muy grande ya que temías equivocarte. En la hora del desayuno, te trajo un plato lleno de fruta picada, con un vaso de jugo y una gelatina.

Pensaste: ¿Nomas desayunaré esto? ¡Dios! Moriré de hambre...

Cuando Jennel terminó de servir los desayunos, vio que habías terminado ya el tuyo.

Jennel: ¿Quieres algo más? No sabía que traerte, pero hay más cosas en la cocina.
Tu: ¿Dónde está la cocina?
Jennel: Allá. –Sonrió y apuntó una habitación.
Tu: Bien, no tardaré.

Caminaste mientras escuchabas de fondo la canción de "Call me Maybe?" de Carly Rae Jepsen.

Tu: Hey I Just meet you... -Cantabas en voz baja- turu, turu... -Tarareabas.

Veías en la alacena, y había de todo. Aunque nunca viste esas galletas en tu vida, te llamó la atención la envoltura. Tomaste un paquete, y no sabías de qué eran pero tenías hambre y estaban deliciosas. Encontraste muchísimas cosas deliciosas, pero no quisiste abusar. Pero igual tomaste dos paquetes de galletas, una botella de agua, otro vaso de jugo, y otra gelatina. Nomas para calmar el hambre y nervios. Veías con detenimiento cada parte de esa pequeña pero habitada cocina.
A lo lejos escuchaste como terminaba la canción de "I can only imagine" de David Guetta con Lil Wayne y Chris Brown. Ibas a abrir de nuevo el refrigerador porque estabas aburrida cuando escuchaste el tonito de la canción de "One thing" de los chicos. Cerraste de golpe el refrigerador, saliste corriendo y viste a Jennel dando unos bailecitos al ritmo de la canción, mientras escribía algo. Sobresaltó al ver tu rapidez al llegar.

Jennel: ¿Todo está bien? –decía al verte energética.
Tu: ¿Puedes subirle por favor? –dijiste al verle con ojos de preocupación.
Jennel: Ah... -confundida- claro. –Dijo al subirle cinco a seis rayitas al volumen.
Tu: ¡Gracias! –Dijiste al sonreírle y ver el vídeo.- Los amo... los amo... los amo... -susurrabas.
Jennel: ¿Te gustan mucho?
Tu: ¡Sí! Me fascinan.
Jennel: Por ahí supe que... -interrumpió su habla cuando vio que una familia de cinco personas se acercaba.

Jennel recibió sus boletos, revisaba sus pasaportes y pedía unas firmas en unas hojas. Después de esos americanos, comenzaron a llegar más, y más y más. Tenías la tarea de ofrecerles bocadillos, aguas y más a los extranjeros que estaban en espera. Al terminar de trabajar, a las 8:30 de la noche, tu mamá pasó por ti y te invitó a cenar, pero a tu suerte estabas llenísima del aeropuerto. Cuando llegaron a casa, tu mamá notó que estabas algo decaída.

TM: ¿Todo bien?
Tu: ¿Eh?
TM: ¿Qué tienes?
Tu: Nada, estoy cansada.
TM: -Acarició tu brazo- Cuando te paguen no recordarás el cansancio.
Tu: Lo que hago para complacer mi felicidad. –Sonreíste
TM: -Sonrió- Cuéntame como te fue...

Le contaste a tu mamá todo, con detalle, y toda la comida que habías ingerido. Al día siguiente, por suerte, ya habías llegado más temprano. Después de todo el viernes de esa semana te pagarían, debías sobrevivir la primera semana y ganarte ese dinero el viernes. A penas era martes...
Al terminar el martes tu trabajo, tu mamá te sorprendió con una revista donde salían los chicos de One Direction. Aunque no solía comprarte revistas nomas porque sí, esa te la compró porque venía un poster de Louis. El miércoles fue un día difícil, fue el día que más llegaron personas de todos lados, peor aun no sabías todos los idiomas que Jennel, por suerte, fue tu apoyo ese día. Apenas sabías hablar y ordenar tus pensamientos. Casi no pasabas tiempo en casa. El jueves en la tarde, mientras veías la televisión esperando a las personas, dentro del aire acondicionado del lugar, recordaste que Jennel se había quedado sin contarte algo.

Tu: Jennel...
Jennel: ¿Sí? –Decía mientras se sentaba en la sala de espera.
Tu: Dijiste algo la otra vez que no terminaste de contarme.
Jennel: ¿Qué cosa? Recuérdame.
Tu: Estábamos viendo a mis novios en la televisión, y dijiste "por ahí supe qué..."
Jennel: ¡AH! Ya recuerdo.
Tu: -Sonreíste- Cuéntame por favor...
Jennel:


You'll never love yourself Half as much as I love you | n.h.Where stories live. Discover now