Capítulo 56.

130 5 0
                                    

Estaba capturando algunas fotografías. Miraste tu teléfono celular por unos segundos y luego la miraste a ella. ¿Es enserio?, pensaste.

Tu: ¿Podrías?... –Preguntaste apuntando el teléfono celular.
Freila: ¿Podrías sonreír?
Tu: ¿Podrías dejar de ser tan molesta? –Respondiste molesta.
Freila: Uy... -Arqueó sus cejas y guardó el celular- Como que se te sube un poco, ¿No?

Ibas a responderle, estabas a punto de explotar, pero suspiraste y te volteaste, dándole la espalda.
Estabas arrepintiéndote de haber sido grosera, ya veías en todas las redes sociales lo grosera que habías sido. Te estabas sintiendo culpable, pero no querías disculparte porque ella fue la pesada.
Cuando se dio un pequeño descanso en la excursión, tus amigas del aula se sentaron a comer contigo.
Estuviste callada pensando en cómo se desataría todo por andar de diva. Así te sentías: una diva.
Después de comer, siguieron caminando por los pasillos hasta terminar unas horas después. Querías un cambio de compañera de regreso, lo deseabas tanto que te animaste a preguntarle a uno de tus profesores.

Tu: Disculpe, -Le dijiste tocándole el hombro, el profesor volteó y te sonrió-
Profesor: ¿Qué sucede?
Tu: ¿Podría cambiarme de compañera de asiento?
Profesor: ¿Por qué?
Tu: Es que... Freila, -Dijiste apuntándola con tu dedo pulgar- mi compañera... es algo pesada conmigo.
Profesor: ¿Y por qué?

Pensabas: ¡Sólo cámbieme!

Tu: Es... am... -balbuceaste-
Profesor: ¿Ajá?
Tu: Se la pasa tomándome fotografías, y es muy insistente en saber todo lo que hago... está consumiendo mi aire personal.
Profesor: Am... ¿En su lugar, tú te comportarías igual?
Tu: ¿Cuál lugar? ¿De qué habla?
Profesor: Para ella le pareces una celebridad, rogó por estar contigo.
Tu: No soy una celebridad. No tengo talento en nada reconocible, ¿Por qué dice eso? Por Dios, ¿puede cambiarme sí o no? Y no me comportaría igual, no me gusta ser molesta como ella lo es.
Profesor: No puedes cambiarte. Lo lamento.

Te imaginabas en tu cabeza cómo sentarte en otro lugar, y burlar la autoridad de este profesor. Total, y resultado de todo te terminaste resignando a sentarte unos minutos más con ella.

Freila: ¿Gustas? –te preguntó acercando a ti un pastelillo.

Morías de hambre, habías comido muy poco, y no llevaste más comida... tuviste que acceder.

Tu: Gracias. –Le sonreíste gélidamente y tomaste un pedacito.
Freila: ¿Te molesta si nos tomamos una fotografía?
Tu: Ah... -Soltaste incomoda.
Freila: Juro que será lo último que te pido.
Tu: Bien... -Dijiste aliviada.

Estiró el brazo con el teléfono en la mano y tomó la fotografía. Sonreíste, y ella igual.

Tu: Si no te molesta, me colocaré los audífonos. –le sonreíste de nuevo gélidamente y no esperaste respuesta. Sólo te colocaste los audífonos y cerraste los ojos.

Minutos después de entrar en paz, te interrumpió la llamada de Niall. Viste que era él, y dudaste en contestar con ella a un lado.

Tu: ¿Hola? –Te decidiste, lo extrañabas.
Niall: Amor, ¿cómo estás?
Tu: Bien ¿y tú?... amor –Dudaste mucho en decirle amor, y hablabas en voz baja.
Niall: bien. ¿Qué sucede? ¿por qué hablas en voz baja?
Tu: -Miraste a Freila y viste que parecía dormida- estoy... en una excursión, voy en camino a casa.
Niall: ¿Enserio? ¿Ah dónde fueron?
Tu: Ah... un... -Mirabas constantemente a Freila por si volteaba a verte- algo de la televisión. Aburrido, más bien tedioso.
Niall: ¿Por qué?
Tu: Por qué... -Ibas a comenzar a explicarle, cuando uno de los profesores te ordenó apagar tu teléfono o sería sancionado- tengo que colgar, me han visto con el teléfono. ¿Me llamas más tarde?
Niall: Te hablo mañana, tengo concierto esta noche. A menos de que hablemos en la madrugada cuando termine el concierto.
Tu: -Suspiraste- Llámame al terminar el concierto, quiero que me cuentes como estuvo.
Niall: Bien, te quiero mucho.
Tu: Te quiero más.
Profesor: ¡Joven ____!, apague ya ese aparato.
Niall: Yo más.
Tu: ¡Yo más tengo que irme!

No querías colgarle, pero colgaste al instante al ver que el profesor se acercaba a tu lugar.
Al llegar a tu escuela, donde todos partirían a casa, despertaste a Freila, y la dejaste pasar primero. Viste que había olvidado su teléfono celular, y lo tomaste. No es que quisieras observar la pantalla, pero lograste ver bien que estaba en "Facebook" en una página de fans. Ella había posteado muchísimas cosas sobre ti. Varias fotos, y un estado que decía perfectamente como fuiste con ella al momento de pedirle espacio. Más cincuenta por ciento de exageración.

"Engreída, con personalidad superior y todavía se comporta como diva... ¿Eso quieres para ti Niall? Que bajo caen cuando se enamoran. Aparte ni bien sale en las fotografías, lo lamento chicas, pero ella no me gusta para nuestro bebé".

Tomaste aire, y exhalaste. Estabas a punto de lanzarle el teléfono en la cabeza pero no, eso sería meterte en problemas. Ese pequeño comentario se volvió tan popular, tan hiriente y tan epidémico que ya medio país sabía que tú eras "NADA" para las fans por creerte "Superior" aunque nada de ello fuera cierto.

Tu: Freila toma tu teléfono. –Dijiste al pasar a un lado de ella. Le dirías más cosas si no fuese porque tu madre texteó un mensaje a tu teléfono.
Freila: Gracias. –Te dijo a pesar de que tú ya no le estabas dando la cara.

"Estoy en casa, ¿quieres que vaya por ti?"

A lo que no respondiste, por falta de saldo telefónico.
Caminabas hacia tu casa y no podías de dejar de pensar en todo lo que Freila había provocado. Cuando entraste a casa, viste a tu mamá doblando algo de ropa, ella te vio con los ojos llorosos pero la ignoraste. Fuiste a tu habitación y te echaste a llorar. Te lamentabas mucho no poder haberles dado una buena impresión, no poderle agradar a las chicas que tienen en un pedestal a tu novio. ¿Podía ser más miserable tu sentir?
Tu mamá llamó a la puerta, y se quedó ahí viéndote llorar.

TM:...

...


You'll never love yourself Half as much as I love you | n.h.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora