Capítulo 39.

51.2K 3.4K 996
                                    


Capítulo 39. Mentiras y control

Ashley Greythorne 

26 de enero 2022

—¿No te gustaría venir aquí?

Frunzo el ceño parpadeando para no dormirme mientras Astrid sigue paseando sus dedos sobre mi cabello. Me duele la cabeza otra vez, esta vez al menos se lo atribuyo al viaje hasta aquí, Holanda, de hace unas horas.

La graduación de mi hermana es mañana, por supuesto no pensaba perdérmelo, pero tampoco pensaba que fuese tan pronto.

—Ya estoy aquí —susurro ganándome un resoplido de su parte. Abrazo mi almohada dejando los ojos cerrados mientras suelto un suspiro.

—A estudiar aquí en Holanda, conmigo. Quedarte a estudiar, creo que la universidad ha estado ofreciendo becas este año, podrías venir para el próximo semestre—Frunzo el ceño abriendo los ojos para verla, nuevamente quiero felicitar a mamá por haber hecho dos seres humanos idénticos de esta forma porque siempre es como mirarme en un espejo, aunque cuando miro a Astrid lo suficiente comienzo a contar las diferencias en nuestro físico.

—¿Eso es una indirecta de que quieres deshacerte de mí ahora que estarás en Shelford? —Rueda sus ojos tomando pequeños mechones de mi cabello para comenzar a trenzarlo.

—En realidad estaba pensando quedarme aquí, me ofrecieron un empleo en una oficina estadística, así que técnicamente estoy arrastrándote para que dejes de llorar con que te abandoné la primera vez que vine—Ruedo mis ojos ahogando un quejido cuando mi cabeza vuelve a martillear por lo que manoteo a Astrid para que deje de trenzarme el pelo.

—¿Y esperas que acepte estudiar aquí para qué?

—Para que estés en otra galaxia, estúpida—Es su turno para rodar los ojos y yo clavo mis uñas en su pantorrilla sacando un siseo de entre sus dientes.

—Imbécil—Me siento en la cama del departamento que compartía con otra chica aquí, ella también venía de otro país para estudiar así que todavía no llega, pero también se gradúa mañana en otra facultad diferente a la de mi hermana—. ¿Realmente te interesa el trabajo o solo estás evitando tener que abandonar a Ivanka? —Astrid frunce el ceño probablemente sopesando mi pregunta, la miro arqueando una de mis cejas porque si tiene que pensarlo tanto es por una razón específica.

—¿De qué estás hablando?

—¿Vas a intentar mentirme a mí? —replico parpadeando hacia las múltiples almohadas color morado en su sillón.

—Somos amigas, las amistades no son para siempre, Ashley.

—Sabes bien que ella te gusta y la única razón por la que estás evaluando ese ofrecimiento es porque no quieres tener distancia con ella, deja de mentirte diciendo que son amigas.

—Si se tratara de distancia no me importaría, ya pasé más de un año lejos de mamá y papá que son mucho más importantes para mí—Rueda sus ojos exasperada mientras sale de la cama, moviéndose al armario.

—No es lo mismo—Vuelvo a encogerme de hombros mientras la miro comenzar a buscar en su maleta—. ¿Realmente quieres el empleo? —Ella no responde, pero la indecisión es clara—. ¿Por qué no hablas con Ivanka? Ella podría...

—¿Crees que puede abandonar su país por mí? Eres un poco ilusa, Ashley.

—¡Oye! ¿Por qué no podría hacerlo? Además, ¿Tu si tienes que abandonar el tuyo por ella?

El placer de odiarnos ✓Where stories live. Discover now