Capítulo 9.

72.1K 4.4K 749
                                    


Capítulo 9. Mala combinación

Ashley Greythorne 


20 de agosto 2021

Era una mala combinación.

Ser desconfiada y no querer ser mala persona quiero decir.

Porque luego—al igual que esta vez—me martirizaba pensando si lo había hecho bien o mal, si mi desconfianza o mi extraña bondad estaban haciendo un favor o una tragedia. Los "y si" se volvían asfixiantes y las dudas se cerraban en mi garganta como una maldita camisa de fuerzas. A veces decidía no interesarme en la respuesta, pero otras, como ahora, era bastante obvia.

Esto era una tragedia.

Me siento en el suelo de mi habitación procesando lo sucedido, no sé hace cuánto tiempo, solo sé que no quiero salir, no estoy segura si Carson sigue en la casa, pero no tengo intenciones de averiguarlo por el momento.

La mezcla de vergüenza, impotencia y la horrible sensación de que soy estúpida y manipulable asoman su cabeza fea desde mi pecho obstruyendo mi garganta como una enorme pelota de golf.

—Lo siento—Es lo primero que digo cuando mi hermano contesta, a veces cuando no soportaba a Astrid acudía a él. Sebastián es demasiado serio incluso si a veces está de buen humor y aunque confío en Aaron no siempre me gustaba arrojarle mi mierda emocional.

—¿Por qué? ¿Has hecho algo malo, Astrid? —Ignoro el hecho de que me llama por su nombre para molestarme, pero yo misma configuré un sonido diferente para mí contacto en su celular, no puede confundirnos.

—Hice una estupidez—Sumo por la nariz sin poder contenerlo, pero aprieto mis labios evitando sollozar.

—¿Qué es eso? —cuestiona Jeremiah desde el otro lado mientras parece caminar en algún lugar, probablemente no está en su departamento, aunque ya es bastante lejos de su hora para salir del bufete.

—Solo... ¿Qué tan difícil es conseguir pruebas para el último caso que tienen?

—Hay ciertos obstáculos ¿Por qué? —No puedo evitar el sollozo que trepa por las paredes de mi garganta.

—Lo siento mucho, lo arruiné—murmuro.

—¿De qué hablas, Ash? Ni siquiera te gustan los asuntos legales.

—Lo sé, pero te juro que no lo hice a propósito, Alce—Jeremiah resopla y casi puedo adivinar que rueda sus ojos.

—¿Alce es un animal?

—Si, son enormes como tú ¿No has visto uno?

—No y estoy seguro que tú tampoco, pero puedes mandarme una foto para compararme y luego vemos—Cruzo mis piernas estilo indio—. Entonces ¿Qué fue lo que hiciste? —Tomo un sonoro respiro antes de contarle y él suspira un par de veces mientras me escucha en silencio.

Esa tal vez era una de las razones por las que elegia hablar con él. Jeremiah es silencioso por defecto, por supuesto a veces era mas o menos sociable, pero creo que eso se lo contagió su novia, a veces no hablaba en absoluto mientras yo balbuceaba cualquier estupidez.

—Sabes que no me gusta, odio ser una mala persona, lo sabes, nunca haría nada que arruine tú trabajo ni el suyo...—balbuceo presionando mi cabeza contra la pared mientras clavo la vista en el techo.

—Lo sé, no te preocupes, lo resolveremos ¿Estás llorando por eso?

—No estoy llorando, pez payaso—Jeremy ríe entre dientes.

El placer de odiarnos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora