El placer de odiarnos ✓

Capítulo 13.

Capítulo 13. Vínculos

Ashley Greythorne

24 de agosto 2021

A veces me preguntaba si era yo quien estaba mal.

Si debía perdonar a mi gemela por algo tan estúpido como el amor. Quiero decir, yo había sido una estúpida cuando estuve enamorada de mi primer novio, sin embargo, no con ella. La habría perdonado si hubiera hecho algo diferente, pero elegir a alguien que hace las cosas solo para hacerme sentir mal definitivamente no está en esa lista.

Me gustaba el amor intenso, quería que me eligieran por encima de cualquier cosa, especialmente si era un amor con quien compartía vinculo sanguíneo; yo amaba a mi hermana, pero se hizo bastante evidente para mí que ella no me amaba lo suficiente como para elegirme por encima de una atracción cualquiera.

Ahora, mientras la veo frente a mi casi quiero tomar mi mochila para irme a Keaton. Aunque la extrañé y lo he hecho desde que se fue —cosa que no voy a admitirle—, no es tan fácil para mí olvidar las cosas que ha hecho y las actitudes que ha tenido conmigo.

De todas formas, doy un par de pasos hacia ella rodeando su cuello con mis brazos, los suyos se entrelazan en mi espalda y entrecierro los ojos hacia Carson detrás de ella. Por supuesto que ella no llegaría sola aquí, no tenía la dirección exacta. Le muestro el dedo medio y él alza las cejas desafiante, suelto un resoplido antes de alejarme de Astrid instándola a entrar.

—¿No se supone que llegabas el jueves? —Estoy tentada a cerrar la puerta y dejar a Carson afuera por haberla traído, pero él tiene llave.

—No te preocupes, hermanita, puedo sentir tu emoción por verme—masculla con sarcasmo y yo ruedo mis ojos—. ¿Eso que escucho es una queja?

—Evidentemente, ahora tendré que dormir incomoda por tu culpa cuando me habían dicho que llegabas el jueves y solo tendría que ver tu horrible cara en Keaton—Llevo mis manos a mis caderas mientras ella se encamina al sofá para dejarse caer allí, deshaciéndose de sus tenis mientras suspira—. Espera ¿no estuviste en Keaton?

—En primer lugar, tenemos la misma cara, usa las neuronas, Ash, y no, llegué al aeropuerto de Saint Naldens hace unas horas para dejar la maleta con Jeremy y solo traer el bolso—Muerdo el interior de mi mejilla encaminándome a la cocina.

—¿Por qué?

—¿Esto es algún juego de cursilerías donde esperas que te diga que elegí venir antes porque quería estar con mi gemela?

—Eres tú quien tiene ese tipo de necesidades estúpidas, ardilla, mira que ir a elegir a alguien por encima de tu gemela solo por dos palabras bonitas...—Chasqueo la lengua abriendo el refrigerador para tomar una botella de agua y acercarme a la despensa por una barra de cereal.

—¿Puedes superar eso?

—¿Puedes reconsiderar tus malditas lealtades? —Le arrojo amabas cosas mientras aprieto mis labios en una delgada línea tensa acercándome para ocupar el espacio vacío en el sofá—. ¿Qué pasa con tus clases? ¿y por qué mamá dijo que llegabas el jueves? —Me quejo atrapando un mechón de mi cabello entre mis dedos.

—Y tienen que decírtelo porque hablar contigo es como hablar con la pared.

—Nunca que dijiste que llegabas ese día, mamá me lo dijo y ¿para qué te iba a preguntar si yo ya lo sabía? — Frunzo el ceño subiendo mis piernas contra mi pecho al tiempo que tomo mi celular de sobre la mesa de centro para enviarle un mensaje a Jeremy reclamando lo traicionero que es por no avisarme que ella había llegado.