12.

423 68 13
                                    

Capítulo 12.

Samantha.

Mis dedos se deslizan por el vientre de Molly, quién sí resultó estar preñada. Mamá hizo un nuevo escándalo en la consulta veterinaria, pero gracias al cielo Ryan no estaba allí para presenciar el bochornoso momento.
A mí me gusta que tenga bebés, sea o no de algún vagabundo. Pero decirle eso a mamá sería otro escándalo, así que guardo solo para mí el pensamiento. Bueno, quizás no sólo para mí, porque desde que Ryan nos visitó que hemos estado en contacto.
No hablamos de nosotros, solo de Molly y sus avances. Cuando tengo dudas sobre su alimentación y cuidados, recurro a él, quién es amable conmigo y me responde pacientemente mis dudas e inquietudes.

Pero aun así, ya nada puede ser como antes. No cuando nos besamos, no cuando durmió aquí, abrazándome toda la noche, no cuando pude ver en sus ojos que desea estar conmigo a pesar de que su boca dice algo diferente. Nada puede ser como antes, porque estoy enamorada de él, y no existe día en que no añore su presencia.
No existe día en que no deje de pensar en aquella noche en la discoteca, en nuestro primer beso...en la relación que íbamos a tener, pero que al final resultó ser un debut y despedida.

—¿Sami? —Mamá entra en mi habitación y sonríe al verme con Molly —¿Ella está bien?

—Sí, está muy consentida. Ryan tenía razón cuando dijo que ella podría volverse muy tierna o muy insoportable debido a su embarazo —Le digo —Me alegra que Molly haya querido ser agradable.

Mamá sonríe sentándose en mi cama.

—¿Y tú como estás?

—Bien. He terminado unos ejercicios de matemáticas que tenía pendiente, y ahora debo continuar con biología.

—Es viernes, relájate. ¿Effy no vendrá?

—Viajará a Londres con sus padres.

—Entonces ven conmigo, Molly tendrá su primera ecografía y sabremos cuantos cachorros hay en su vientre.

Oh Dios ¿Significa que veré a Ryan?

—Eso suena bien.

—Y después...podemos ir al centro comercial.

—Oh no ¿Porqué? —La observo.

—Porque mañana es el cumpleaños de Ryan y no puedes llegar con las manos vacías —Dice mirándome y esperando mi reacción.

—¿Puedo ir? —Mi voz es apenas un susurro.

—Por supuesto que puedes —Ella desliza sus dedos por mi cabello —Samantha, lo único que deseo es que tú estés bien. Me duele el corazón verte sufrir por alguien que solo te quiere como una amiga. Ryan es lindo, pero no puedes confundir su amistad con algo más. Si te hemos pedido con papá no pasar tanto tiempo con él, es porque queremos que cuides tu corazón.

Asiento. Es mejor hacer esto que tener que confesar que nos hemos besado y que aquella ilusión no fue algo que solo yo creí.

—Estaré bien mamá, ya verás que pronto tendré un novio de mi escuela y vendrá a casa a conocerte —Bromeo y ella se ríe mientras me da un golpecito en el brazo.

—Nada de novios. Y ahora levántate.

Mamá se lleva a Molly y yo corro por mi habitación buscando un buen atuendo para ir a ver a Ryan. Vale, no sé si estará allí, pero quiero aferrarme a la idea de que sí estará con sus pacientes.
Después de quince minutos, me observo en el espejo satisfecha con el resultado. Me he puesto un Jeans negro, un top del mismo color y un cardigan blanco con bordados de cerezas. No es infantil ¿No verdad? Bueno, que más da, no puedo fingir verme mayor cuando mi rostro grita adolescencia.

𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟑 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀Where stories live. Discover now