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Capítulo 9.

Ryan.

No, joder no. Samantha está dormida a mi lado y yo he despertado con una maldita erección. No sería la primera vez, y no es extraño que me suceda. Pero tener que lidiar con esto ahora no me hace feliz. Sé que es cosa de hombres y es inevitable, no podemos decidir sobre nuestro cuerpo cuando estamos en un momento de inconsciencia, pero joder ¿Porqué ahora?
Intento alejarme de ella, porque estoy adherido a su cuerpo desde atrás, y su mano está sobre la mía, sosteniéndome.

En el pasado, hubiera sido astuto y aprovechado la oportunidad, pero ahora no. No puedo cometer errores con Samantha, no es cualquier chica a la cuál pueda joder.
Soy muy consciente de nuestra diferencia de edades, y que ante los ojos de los demás no es bien visto. Por eso debo ser cuidadoso y tomarme las cosas con calma a pesar de que ella desea lo contrario. En cierto modo, la entiendo.
Yo también tuve su edad y lo único que deseaba era divertirme, y aunque sé que esto es más que un juego para ella, debo hacer las cosas bien. De hecho, ese es uno de los motivos por los cuáles debo hacer las cosas bien, que hay sentimientos de por medio.

Quiero a Sami, me gusta y no quiero hacerle daño. Sé que aún es muy pronto para pensar en un futuro, pero aunque no lo existiera, no quiero joderlo y mucho menos que ella salga herida por mi culpa.
Además, mi mente aún está procesando todo esto, y hay un tema en concreto que me he negado a pensar...mis padres y los suyos.
Sé que tendré que hacerlo en algún momento, pero ahora deseo alejarme totalmente de aquello. Sí, soy un completo cobarde.

Con sumo cuidado alejo mi mano y todo mi cuerpo del suyo. Ella no despierta y aprovecho la oportunidad de salir de la cama. Debo marcharme, nadie sabe que estoy aquí, ni siquiera Riley.
Sentándome a su lado espero pacientemente que está puta erección disminuya, sé controlarlo sin la necesidad de ir más allá. Y cuando ocurre, me calzo mis zapatillas y observo la hora en mi móvil.
Pronto serán las 7, la hora adecuada para salir sin ser visto. En mi bandeja de mensajes tengo varios de mamá y Riley, pero no responderé ninguno todavía.
Acercándome a ella, dejo un beso en su mejilla, beso que no la despierta ni por asomo. Sonrío y tras observarla un par de segundos, me marcho.

Salgo al pasillo e inmediatamente siento el olor del café que proviene del primer piso. Oh señor Styles ¿Porqué debe ser tan madrugador? No tendré más opciones que mentir y fingir que no pasé la noche en la habitación de su hija.
Con cuidado desciendo, fijándome que no sólo él está en el salón, mi madrina también. Tomando una gran bocanada de aire, hago acto de presencia.
Ambos me observan y con una tímida sonrisa, los saludo.

—Hola, Ryan —Me saluda mi padrino —No sabíamos que estabas aquí, Elena está histérica, llamó a Bárbara.

—Sí, lo estaba...en la habitación de invitados...allí dormí.

Detente Imbécil ¿Puedes dejar de ser tan evidente?

—Samantha no nos dijo que estabas aquí —Añade mi madrina.

—Fue de último momento —Explico —Llegamos tarde y no queríamos despertarlos. Llamaré a mi madre cuando me vaya.

—Está bien, quédate a tomar el desayuno con nosotros.

—Se los agradezco, pero es demasiado temprano para mí y debo volver a casa antes que mamá se preocupe mucho más.

—Tienes razón —Ella me sonríe —Ve a casa.

—Me despiden de Sami —Les pido.

—¿No fue imprudente anoche? —Me pregunta mi padrino —Cuando está con Effy son muy alocadas.

Me río.

—No, no fue imprudente. Y Effy tampoco.

—Gracias Ryan, por cuidar de ella —Añade mi madrina.

𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟑 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora