𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟑 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀

56.

Capítulo 56.

Otoño, octubre.

Los días de verano, el sol abrasador y el calor sofocante han quedado atrás para darle la bienvenida a las tardes frías otoñales. El tiempo pasa y nuestras vidas siguen avanzando junto a ello. Atrás han quedado los malos momentos, los malos recuerdos y las crisis matrimoniales que un día tuvimos con mi esposo.
Ha pasado un poco más de 2 meses desde aquél día en que decidí marcharme de casa y tomarme mi tiempo para poder pensar en mi futuro tanto personal como matrimonial. Ese tiempo donde todo se veía oscuro y sombrío.

Agradezco, en este instante, que sólo sea un agrio recuerdo. Los días siguientes después de nuestra reconciliación, comenzaron a mejorar de una manera extraordinaria.
Supongo que fue nuestra separación de 10 días que hizo cambiar a Niall, ya que dejó de pasar cada segundo del día en la escuela de música. Comenzó a preocuparse mucho más por Ryan, ayudándome con él en casa y dándome mi propio espacio, ya sea para salir con Bárbara o ir a mis sesiones con la psicóloga, la cuál me ha ayudado muchísimo.
Niall también comenzó a ir conmigo, no siempre, pero cuando Maurette sentía que su presencia era necesaria, él iba. Y sigue haciéndolo si se lo pido.

En estas sesiones, he aprendido mucho sobre tomarme las cosas y la vida con calma. A quererme, a dejar de ser tan insegura y dejar de sentir miedo a ser abandonada por el hombre que me eligió como su esposa. Siempre fui una mujer que no se sentía la gran cosa, y que vivía sintiéndose amenazada por las mujeres que han logrado sus objetivos en la vida, esos objetivos que yo aún estoy comenzando a vivir y con recién, un poco de independencia.
Pero poco a poco, he ido cambiado mi manera de ver las cosas.
Maurette dice que los cambios no serán de la noche a la mañana, así que debo ir paso a paso para lograr tener esa confianza en mí en un cien por ciento.

Así que, han sido meses buenos. Hemos también celebrado el cumpleaños de Niall y el mío. Nada extravagante, solo una pequeña celebración familiar en nuestra casa. Los padres de Niall, junto con Greg, Denise y Theodore viajaron desde Mullingar para estar con nosotros todo un fin de semana. Así que a pesar de ser una celebración familiar, fue una locura. Sobre todo por los niños; Lucas y Theo, quiénes son los mejores amigos y luego son enemigos hasta la muerte, no hay quién los entienda.

Pero quién es el consentido de todos, es mi Ryan. Ahora tiene nueve meses y es cansador lidiar con él —En el buen sentido de la palabra— Se desplaza por él mismo, ya sea gateando, arrastrándose o de pie, buscando apoyo en las manos de papá o quién quiera que esté a su lado o en los muebles incluso. Niall cumplió su promesa e instaló todas las repisas fuera de su alcance, ya que varios de sus vinilos pasaron a mejor vida, al igual que algunas figuritas que compramos en Francia. Ryan se desplaza por toda la casa, arrastrando sus juguetes con él y haciéndonos reír de lo travieso que es.
Aún no lo hemos escuchado decir mamá o papá, pero se comunica mediante sus gritos y balbuceos.

Y ahora, día presente, estamos viajando en el Jet privado de mi esposo —Y mío, me lo dice cada vez que le digo tu Jet —A Dallas, Texas ¡El matrimonio de Darcy y Tyler! Bárbara y Harry también vienen con nosotros, ya que los futuros marido y mujer los han invitado también a ser participe y testigo de su unión ¿Y porqué no? Somos las damas de honor.

-32 grados de temperatura nos esperan al llegar —Dice Harry, mirando su teléfono —Y lluvias para la próxima semana ¿Qué carajos? ¡Lluvia con 27 grados!

Escucharlo nos hace reír.

-Cálmate Styles, tampoco es para tanto —Responde mi esposo mientras alcanza su teléfono y comienza a teclear.

Cuando observo a mi amiga, sonrío. Ryan está en sus brazos y juega con su sonajero mientras ella le habla en un tono dulce y delicado. Apoyando mi cabeza en el hombro de Niall, los observo pensando cuando será el turno de ellos para ser padres. Sí, es solo un pensamiento, me matarían si me escucharan decir algo así.