𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟑 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀

37.

Capítulo 37.

Nápoles, Italia.

Tener un bebé turista en Nápoles nos limita de muchas cosas, por ejemplo; Realizar visitas a los museos y bares famosos de la zona. Niall dice que podemos volver en el futuro, cuando nuestro Ryan crezca y tenga una edad permitida para conocer estos lugares, pero honestamente, soy feliz así. No necesito conocer los museos, no necesito visitar bares o lugares prohibidos para bebes.
Me gusta estar en la playa, conocer la ciudad y todos aquellos sitios al aire libre.

-Definitivamente es una segunda luna de miel —Le digo mientras caminamos tomados de la mano por el paseo marítimo.

Niall lleva a Ryan adherido a su pecho con el portabebé. Desde que salimos del hotel que las mujeres se han quedado mirándolo, y esta bien no las culpo. Se ve como un papá sexy.
Agradezco que ya estemos de vuelta, así podré tenerlo solo para mí.

-¿Mejor que la primera?

-Esposo, es una pregunta muy difícil. Ame mucho nuestra primera luna de miel, nos comportábamos como dos quinceañeros hormonales —Niall se ríe —Y esta segunda luna de miel ha sido increíble, tener a Ryan aquí lo es. Hemos creado recuerdos muy bonitos.

Él me sonríe.

-Y los seguiremos creando —Dice dándome un besito rápido en la cabeza.

Así como en Saint Ciro Lapopie nuestro cuarto de hotel está situado frente al mar mediterráneo. Nuestro hijo está más despierto que nunca cuando cruzamos el umbral de la puerta. Sus balbuceos, risas, chillidos y llanto se vuelve cada día más constante, de hecho, está muy inquieto porque papá lo libere del portabebé. Sus pequeñas manos se adhieren a la barba que crece en el mentón de Niall y se ríe al escucharlo quejarse.

-Hijo ¿Que voy hacer contigo? Ya no hay respeto, soy papá —Le habla mientras lo deja sobre la cama —Aquí está, es todo tuyo.

-No puedo creer que ya estén asomándose sus incisivos —Digo observando como sostiene el mordedor de goma que Niall acaba de darle.

-Todavía siento como si hubiera nacido ayer —Dice mirándome.

-Yo también, no crezcas Ryan —Le pido acercándome a su lado —Voy a cambiarte este pañal sucio y te haré dormir —Sus preciosos ojos azules me observan atentamente —Mamá te ama mucho.

Niall nos observa y sonríe.

-Haré una llamada, preciosa.

-¿Freddy? —Pregunto.

-Sí —Él me sonríe y luego abandona la habitación rumbo al salón.

Cada día sus llamadas me preocupan más. Cada vez que habla con Freddy vuelve preocupado. Y también me preocupo yo. Intento no detenerme a pensar en aquél hombre que está rondando las calles de Belfast.
Por supuesto, es inevitable.

La preocupación de Niall por mi seguridad y la de nuestro hijo puedo reflejarla yo misma al preocuparme por él.
No puedo dormir tranquila, nuestra segunda luna de miel está haciendo maravillosa, pero cada vez que cierro los ojos, pienso en aquel hombre sin rostro y a mi esposo en peligro.
Incluso ahora mismo se forma un nudo en mi garganta.
Ojalá pudiéramos quedarnos aquí para siempre, pero ya dentro de 4 días estaremos en Irlanda nuevamente.