𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟑 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀

23.

Capítulo 23.

No podíamos marcharnos de este lugar sin habernos relajado en el jacuzzi. Sentada a horcajadas sobre sus muslos acaricio su cabello húmedo, lo peino hacia atrás y él se ríe mientras acaricia mi cintura.

—Con este peinado te ves muy guapo. —Le digo y él me regala una tímida sonrisa de lado.

Sus manos suben por mi espalda y luego las guía hacia adelante, hasta donde mis pechos estaban aplastados contra su pecho. Niall los observa y los acaricia.

—Al menos fueron míos por esta noche. —Murmura más para sí mismo.

Sonrío.

—Me gustan cuando son tuyos. Eres delicado. —Le hago saber.

—Hoy no lo fui tanto. —Me recuerda y suspiro.

—Sigues siendo delicado, mi amor.

Él me sonríe mientras sus manos continúan en mis pechos. Niall está obsesionado con mis tetas, no tengo dudas.

—Entonces ¿Que opinas de los Moteles ahora? —Su pregunta me saca una sonrisa.

—Este lugar me gusta, es bonito. Y muy limpio.

Él se ríe.

—No está lejos de casa, así que cuando desees relajarte, solo debes decírmelo.

—¿Cuando quiera relajarme? Mi amor, me siento como si hubiera corrido una maratón. —Ambos nos reímos.

—Pero estás feliz. —No es una pregunta.

—Estoy feliz, muy feliz.

Sus ojos son risueños mientras me observa.

—¿Te gusta esta vida? ¿La vida que llevamos?

—Es perfecta. —Le aseguro. —Tengo una familia preciosa, un esposo perfecto, un hijo perfecto y hermoso. No puedo pedir más.

—¿Es como soñaste que sería?

—Sí, por supuesto que sí. —Digo. —¿Y para ti es así? ¿Se acerca nuestro matrimonio a tus expectativas?

Niall sonríe.

—Claro que sí, mi amor. En pocos meses cumpliremos 1 año de casados. —Me recuerda.

—Sí, un año ya. —Susurro.

—Ha pasado rápido el tiempo. —Me dice. —Aún puedo recordarte con tu hermoso vestido blanco. Te veías preciosa, como un ángel.

Sonrío y acaricio su mejilla.

—Ese día quería darte una sorpresa. Pensaste todo el tiempo que no usaría un vestido de novia.

—Fuiste mala. —Bromea. —Pero luego te vi caminar por aquel pasillo y me volví a enamorar de ti.

—Que romántico. —Susurro acercándome a su boca. —Te amo mucho.

—Y yo te amo a ti. —Responde antes de unir sus labios con los míos. Sus manos no dejan de tocarme, me acaricia la cintura otra vez mientras se acerca a mi hombro y reparte suaves besos.

—Deberíamos marcharnos. Pronto será media noche, mamá debe estar histérica con Ryan si decidió estar inquieto. —Le digo, pero no me alejo de él.

Las palmas de mis manos acarician su pecho, donde sus vellos crecen por montones. Cuando vuelvo a mirarlo él sonríe.

—¿Habías olvidado que somos padres? —Bromea negando con la cabeza.