48.

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Capítulo 48.

Desde mucho antes que Ryan naciera, nos habíamos prometido mantener su identidad en privado. Cada fotografía, cada retrato que está en las paredes de nuestro hogar, absolutamente todo, es parte de nuestra intimidad. Niall más que nadie, sabe lo maliciosas que pueden llegar a ser las personas en las redes sociales, conoce la crueldad y lo poco que les importa dañar al resto.
Y ahora mi hijo está allí, expuesto incluso a las editoriales que buscarán portadas para sus revistas y su prensa amarillista.

Me duele tanto el corazón ¿Cómo pudo permitir algo así? Lloro desconsoladamente mientras lo llamo por teléfono.
Bárbara está en silencio, esperando la dirección para ir a encarar a esa estúpida mujer y al idiota de mi marido.

—Cariño —Contesta a mi tercera llamada —Lo siento, no he escuchado... —

—¿Dónde estás? —Lo interrumpo, intento que mi voz no revele absolutamente nada, pero fallo miserablemente. Estoy demasiado molesta.

Él se calla brevemente.

—En el restaurante ¿Qué ocurre cariño?

—Dame la dirección.

—Estábamos por irnos, no creo que sea necesario que vengas, con... —

—No te muevas de allí —Le advierto.

—Elena ¿Qué te pasa?

—Dime dónde está ese restaurante —Le pido intentando mantener la calma pero ya se me hace imposible —¡Dímelo!

—Es el restaurante italiano que está cerca de la escuela de música, ya lo conoces ¿Puedes decirme ahora que pasa y porqué estás hablándome así?

—Ya lo sabrás.

Corto la llamada antes de que las palabras ofensivas salgan por mi boca. Jamás me había sentido así, nunca había experimentado este sentimiento de ira y tristeza tan fuertemente —Solo una vez en el pasado —
La sangre fluye a través de mis venas de manera intensa. Me siento cegada, mi cuerpo tiembla y el corazón me late eufórico.
Bárbara que también ha escuchado, comienza a conducir.

-Amiga, por favor no hagas nada estúpido —Me pide —Como querer matarla o algo así, yo entiendo que esto es muy jodido, pero por favor intenta actuar con la cabeza.

-A arruinado todo —Murmuro con nuevas lágrimas en mis ojos —Dios mío no sabes cuanto la odio ¿Como fue capaz de hacer algo así?

-Lo sé, lo sé. Solo mantén la calma, pide una explicación e intenten solucionarlo.

-¿Solución? Barbs, tú sabes que las cosas que se publican en Internet jamás salen de allí.

La veo fruncir los labios, por supuesto que lo sabe. Ella continúa conduciendo, el trayecto es corto pero se hace eterno y mi rabia aumenta por cada segundo que transcurre. Ni siquiera sé como comenzaré, no sé cómo podré mantener la calma. Siempre he sido una mujer tranquila, tímida incluso, pero a quién ha dañado es a mi hijo y por él haré lo que sea para defenderlo.
No puedo imaginar su angelical rostro en portadas de revistas, no puedo imaginar esa fotografía en primera plana y mucho menos que esté sobre el regazo de una desconocida.
¿Como es posible que su primera fotografía pública esté en los brazos de otra mujer que no sea su madre? Los celos me dominan, los celos están matándome.

Al llegar, Bárbara aparca dentro del estacionamiento del recinto.
No es necesario que los busque, todos ellos están allí, esperándome.
Niall no conoce el nuevo coche de mi amiga, así que no se ha percatado de nuestra presencia. Él está alegre, sonriente y charlando con esa mujer que no duda en sonreír y hacerle caras estúpidas a mi hijo. Ni siquiera mi llamada pidiéndole que se mantuviera aquí, lo preocupa, porque prefiere sonreírle.

𝐓𝐖𝐈𝐓𝐓𝐄𝐑 𝟑 - 𝐍𝐇 𝐁𝐘 𝐍𝐀𝐓𝐇🥀Where stories live. Discover now