Capitulo 96:
— ¿Estas bien? — Observo como sus ojos mieles están atentos a mi mano y suelto mi suéter.
— Sí, solo ha sido un leve dolor.— Aún persistía el dolor pero mordí mis labios.Él se agacha a la altura de mi abdomen y no le importa sí alguien lo mirará en este momento.
— No hagas sufrir a mamá, por favor.— Susurra.Retoma la postura y apoya su frente con la mía.— Lamento esto preciosa, estoy encantado con que seamos padres pero no soporto que te haga daño.
— Eres increíble — Dibujo el contorno de su mejilla con mi dedo indice y el dolor desaparece.Justin, sí que sabes salvarme.— Joder, no lo vas a creer pero el dolor ha desaparecido.
— Es porque tengo poderes — Implanta un beso en mis labios y sujeta mi mano para bajar abajo.El colegio pronto acabaría y preferíamos pasar el tiempo en el piso de arriba.— Espera — Observa su reloj y me hace subir nuevamente.
— ¿Que haces? — Pone su mano en mi boca y me impide hacer un mínimo sonido.Saca una llave de su bolsillo y abre la puerta del baño que usualmente ocupaban las personas que asistían a clase por la noche.
— Shhh — Besa mi cuello y siento mis rodillas temblar. — No tenemos mucho tiempo.
Siento mis hormonas despertar y quito de un golpe su mano de mi boca.Giro para enfrentarlo con la mirada y sonrío.
— ¿Aquí? — Tomo su cuello y lo atraigo aún más cerca. — Eres un chico malo.
Suelta una carcajada y eleva mis muslos para hacerme sentar en el lavamanos.Sus manos vagan de un lugar a otro y procura tocar con suavidad mis pechos, se sentía como la mierda, dolían muchísimo.Abre los primeros botones de mi remera y chupa un fuerza poco más abajo de mi clavícula, sabía que dejaría una marca, al carajo.
— Tiene que ser rápido, ¿lista? — Sus manos suben mi falda y baja mis bragas de un tirón.Me apresuro a abrir la bragueta de su pantalón y él me detiene a bajar sus boxers, prefiere hacerlo por sí mismo y eso me hizo saber que realmente me necesitaba.Se pone rápidamente el condón y toma mis caderas con fuerza, con posesión.
De un empujón solo nos complementamos en uno solo.Gimo en su oído y rasguño su espalda, incitándolo a aún más.
— Dime que te gusta cariño — Tira suavemente mi cabello hacía atrás y siento miles de beso desde mi cuello hacia mis pechos.
— Sí — Susurro.De un veloz movimiento lleva mi rostro al suyo y muerde mi labio para besarme.Sí, chico malo, vamos.
La luz comienza a titilar y el continúa empujando.Miró hacia la puerta y cierro los ojos mordiendo mis labios.Me aferro a sus hombros y siento sus manos hacen presión en mi cuerpo y nos dejamos ir.
— Lo necesitaba — Sonrío y él se sorprende pero asiente.Él también.
El timbre comienza a sonar y Justin suelta un áspero suspiro.Yo tampoco quería irme.Me pone las bragas y siento las mejillas arder pero él parece tan indiferente, como si se tratase de algo lo más común.Tira el condón y procura que no se note entre la basura.Sube sus pantalones y saca la llave.
— ¿Como la conseguiste? — Acomodo mi falda y él se mira en el espejo.
— Tengo mis contactos — Ríe y me guiña un ojo.— ¿Vamos? — Sujeta mi mano y al abrir la puerta gira hacía atrás.
— ¿Que pasa? — Pregunto.
— Quería comprobar si sigo siendo lindo — Sonríe.
Egocéntrico.Estúpido.Lindo.
Para nuestra suerte, el segundo piso aún permanecía aislado, nadie subía arriba a menos que le gustase ir a la biblioteca y eso solo ocurría en pocas ocasiones.
— ¡La parejita recién follada! — Nahuel nos sorprende por detrás y pego un salto.Justin lo empuja de manera juguetona.
— Joder, la has asustado — Justin lanza una carcajada.
— Tranquila, también tengo mi lugarsito en el colegio.— Mi guiña un ojo y procuro no imaginar nada.No querría saberlo.