Eternos finales © ✔️Libro #0

By Dawn_Maviz

4.5K 1.4K 5.5K

«Sping_off de RF» Ella sufrió mucho después de varios sucesos despiadados. Poco a poco fue creciendo y conoci... More

.
PREFACIO
[01∆]
[02∆]
[03∆]
[04∆]
[05∆]
[06∆]
[07∆]
[08∆]
[09∆]
[10∆]
[11∆]
[12∆]
[13∆]
Sping-off - 1.5 ~JANEK~
Sping-off - 2.0 ~JANEK~
Sping-off - 2.5 ~JANEK~
[14∆]
[15∆]
[16∆]
[17∆]
[18∆]
[19∆]
[S.O 1.0] Synanth
[S.O 1.5] Synanth
[S.O 2.0] Synanth
[S.O 2.5] Synanth
[S.O 3.0] Synanth Final
[20∆]
[21∆]
[22∆]
[23∆]
[24∆] Capítulo Final
[Epílogo]
[Agradecimientos]
[Aclaraciones]

Sping-off - 1.0 ~JANEK~

96 32 141
By Dawn_Maviz

~6 años atrás~

En un pequeño pueblo, sin lugar identificado. En aquel sitio, yacía un bar que toda la gente del pequeño pueblo visitaba, era agradable estar allí con tus amigos, familiares, y hasta para los viajeros que buscaban un lugar para descansar. Aunque, en las noches era otra cosa, que le era prohibido a los menores entrar o si quiera tener conocimiento, sólo era para adultos.

Una joven caminaba de aquí para allá apresurada, tenía que servir tragos a los clientes, el problema era que las mesas estaban muy juntas y casi le era imposible pasar por ellas sin tropezar con algunos clientes.

—Con permiso, con permiso, con permiso... —murmuraba para tratar evitar molestar a los clientes. Pero lamentablemente tropezó con uno que se estaba levantando de su silla, y la bandeja que tenía en ambas manos con las bebidas fueron derramadas en el hombre.

—¡Mira por donde caminas! ¡Estúpida! ¡Insolente! —exclamó el hombre, alzó su mano para golpearla, pero una mano le sujeto el puño evitando el desastre.

—Disculpe, señor —masculló otra joven que se puso delante del hombre para defender a su compañera. —, este es un establecimiento respetable y nadie aquí tiene derecho a golpear a las mesceras —alegó —Si no quiere tener problemas es mejor que se vaya o se calme —advirtió y apretó su agarre antes de soltarlo.

El hombre fue intimidado por tal fuerza de la chica, que sólo se quedó callado y asintió con la cabeza en señal de obediencia, se sentó en una mesa y no discutió más.

La joven que había confrontado al joven se giró, y vio a su compañera con preocupación pero también con lastima.

—¿Estás bien? —inquirió tomando su rostro entre sus manos —¿Mai? —la llamó, ya que no respondía.

—Sí, estoy bien —respondió —¿Por qué te metes en estos problemas? Kano, deja de estar defendiéndome. No quiero que tengas problemas por mi culpa —pidió abrumada.

—Si no lo hago yo ¿quien lo hará? Eres como mi hermana, jamás dejaré que un patán de esos te haga daño —aseguró.

Mai la miró sin comprenderla, de verdad no quería que se hiciera daño, y menos por su causa, pero hacerla cambiar de opinión era una tarea imposible.

Ella era una mujer joven de cabellos rubios, casi dorados, y cortos. Tenía unos ojos color miel, y pesar de su belleza, para todos parecía una niña indefensa y debilucha, lo cuál era así, siempre se metía en problemas. Kano, siempre la defendía.

Mai suspiró en derrota.

—Eres un caso perdido...

Kano no pudo evitar reirse.

—Bueno, vamos a la barra, hay clientes que atender —le dijo.

Ambas fueron a la barra, y tuvieron que servir muchos tragos. Habían muchos clientes, y pocas camareras. Era extraño que siendo un día cualquiera, hubiera tantas personas, y la mayoría ya estaban ebrios y causando alborotos. Típico, pero más escándoloso.

Kano estaba exhausta, ya pronto acabaría su turno que cada vez lo ansiaba más, odiaba su trabajo, era un hecho.

—Que termine este día rápido... —exigió —¡No soporto mis pies!

—Si quieres termina tu turno, yo puedo atender —ofreció Mai.

—¿Qué? ¡No! ¡No te voy a dejar sola! —prometió tomando el animo de nuevo.

—No soy una niña. Puedo cuidarme sola. tú ve y descansa, llevas dos días sin dormir bien.

Era cierto, llevaba dos días trabajando seguido, y casi no dormía nada, por lo que las bolsas en sus ojos eran cada vez más visibles.

—Tú igual —la acusó —la que debería descansar eres tú, no yo.

Mai trató una y otra vez de convencer a Kano pero resultaba imposible, así que decidió acceder con cierta respuesta:

—Ambas nos quedamos y se acabo el asunto —sentenció.

—Bien.

—Un trago de vino, ahora —ordenó de repente un hombre totalmente desconocido para ellas.

Kano se inquietó la presencia del hombre, no lo conocía, pero tampoco se alarmó, después de todo, siempre venían viajeros con apariencias extrañas. El sujeto tenía una vejez notable y una voz rasposa e irritante, no daba para nada de confianza. Ella le obedeció y le sirvió su respectivo trago en un vaso de vidrio.

—¿Busca hospedaje? Porque si es así, un cuarto serían dos monedas de plata. El precio sube dependiendo de cuantas noches se quede —explicó seria.

—¿Tanto? —se sorprende ante el precio.

—Es un precio justo —dijo seria —¿Se quedará?

El sujeto no dijo nada, sino que miró a Kano de arriba a abajo sin ninguna simulación, lo cual le provocó repugnancia.

—Nunca había visto una mujer como tu... ¿cómo te llamas?

—Kano —respondió seca —Si ya tomó su trago y no pedirá más, le pido que se retire, hay clientes que atender.

El hombre se rió a carcajadas.

—Entonces deseo tu servicio, ¿qué dices? Tú, yo, ahora, en una habitación —exigió.

—Lamento decirle que yo no hago esa clase de servicios —declaró irritada —Así que le vuelvo a pedir amablemente que se retire si no va a pedir nada —masculló.

—¿Eres tonta o que? Estoy pidiendo tu servicio. Te pagaré 50 monedas de oro, si me haces todo el trabajo —aseguró.

Era una gran suma, pero tenía su orgullo ante todo.

—¡Ya le dije que no hago ese trabajo! —repitió alterada —¡Si quiere una mujer allá hay bastantes que estarían dispuestas! —señaló a las bailarinas que se preparaban para la hora nocturna.

—No, yo te quiero a ti —insistió.

«—Este sujeto si es persistente —pensó con entrecejo fruncido —¿Le parto la botella en la cara? Si lo hago es probable que me maten o me echen, pero de verdad quiero hacerlo» —sonrió ante la idea.

Estaba a punto de tomar la botella que tenía en frente de ella, sin duda alguna se la iba a partir en la cara, pero antes de que cometiera una desgracia, fue salvada por unas de las chicas, que abrazó a hombre y le coqueteó para salvarla de él.

—Tranquila, yo me encargo —le guiño un ojo la chica con ropas muy reveladoras. Era una belleza, por lo que el hombre cayó en su juego rápidamente —Dígame, ¿desea pasar un rato conmigo? Créame no lo dejaré mal —le guiño un ojo al hombre mientras le sonreía.

—Bueno, tú también estás bien —accedió ante la belleza —pero la próxima vez... Vendré por ti —la advirtió a Kano antes de irse con la chica.

Kano suspiró aliviada, si la chica no hubiera llegado a tiempo, ya la sangre estuviese recorriendo por la barra. No era la primera vez que alguien se le insinuaba, pero ese hombre le ponía los pelos de punta.

—Casi hago una locura —le murmura a Mai.

—Me preocupe por un momento. Tuve que llamar a Lisa para que se lo llevará, creí que le ibas a lanzar la botella —explicó.

—Creíste no, lo iba a hacer si seguía insistiendo —afirmó.

—¡Podrías dejar de buscar problemas! —le exigió.

—Sabes que no me dejo dominar por nadie, y nadie lo hará —aseguró.

—No discutiré contigo —dijo con cierto tono de molestia.

—Relájate... —la tranquilizó —Vamos, sigamos atendiendo —la animó.

⪰+⪯

Por fin su turno había culminado, aunque fue muy tarde. Sin embargo, a ella no le importó, lo último que tenía que hacer era botar la basura como le era costumbre. Salió por la puerta trasera del establecimiento, cargaba una bolsa enorme, por lo que le costó deshacerse de ella, en cuánto la arrojó al bote de basura, su espalda empezó a doler como nunca antes, eso debía a enorme peso que tuvo que soportar.

—¡Esto verdaderamente pesaba! —se quejó.

Iba a volver a entrar, pero antes de que diera un paso, algo cayó al suelo. Todo estaba oscuro por lo que no pudo distinguir lo que era, observo una silueta negra acercase a ella, y en cuanto la luz de la luna lo iluminó de inmediato lo reconoció.

—¿¡Usted!? —se alteró y de inmediato sintió que algo malo iba a pasar.

—¿Creíste que te desharías de mí? —se burló mientras caminaba paso a paso hacia ella.

—¡Oiga vayáse! ¡O si no, le haré mucho daño! —amenazó.

—¿Es que acaso no te has dado cuenta?, no soy normal, y eso lo debiste notar cuando caí de arriba —señaló con su mano hacia el techo de una de las casas.

Por supuesto que ella se dio cuenta, pero no lo iba admitir, tampoco se iba a dejar intimidar.

—¡Larguése! —le exigió.

Iba a meterse en el establecimiento, pero antes de que diera otro movimiento, el hombre en una velocidad sobrehumana, la arremetió contra la pared. La tomó del cuello y la alzó hasta su altura, provocando que ella se retorciera para tratar de liberarse.

—¡Suéltame! —le exigió casi perdiendo el habla.

—¡Esto es por tu incompetencia y por negarme! —masculló.

Sus colmillos se hicieron presentes, y sin preámbulo mordió su cuello. Absorbió su sangre. Pero algo lo hizo detenerse, por lo que la soltó como si fuese un trapo sucio, y ella cayó en suelo sin fuerza alguna. Algo lo hizo detenerse, la sangre de ella no era cómo la de ningún otro humano, era extraño, trató de absorberle más, pero algo le decía que cometía un crimen, no pudo seguir.

Se sintió extraño, la había mordido y con eso planeaba su muerte instantánea, pero seguía viva. Aunque no tenía caso seguir, por lo que se fue y la dejó a ahí tirada sin importale nada.

—M-ma-maldito... —murmuró antes de quedar insconsiente.

⪰+⪯

Respiraba agitadamente, se incorporó estando desubicada, luego se dio cuenta que estaba en una habitación; Su habitación. Miró a su alrededor y notó que aún era de noche, pero no sabía que tan tarde era. También notó que no estaba sola, Mai estaba sentada en una esquina de la cama, estaba soñolienta, por poco se dormía, pero cuando se dio cuenta que Kano había despertado se acercó a ella y le tomó el rostro entre sus manos, se aseguró de que estuviera bien y soltó un suspiro de alivio, se cruzó de piernas y miró de nuevo a Kano con preocupación, y ella la miraba con la confusión en todo su rostro.

—¿Qué pasó? ¿Fue un sueño? —preguntó en total confusión.

Se tocó su cuello y notó que no había herida alguna, lo cuál fue muy extraño. Ella sintió todo ese ardor y dolor cuando aquel hombre la mordió, era imposible que no tuviera siquiera una cicatriz.

—No, no fue sueño —afirmó
—¿Cómo te encuentras? —indagó Mai.

Kano no contestó, debido a que estaba sumida en sus pensamientos sin poder entender la situación, Mai se dio cuenta de su estado, por lo que decidió explicarle.

—Te encontré tirada en suelo. Estabas inconsciente, me preocupe demasiado —dijo triste—Había sangre saliendo de tu cuello, pero cuando te traje aquí, tu herida había sanado rápidamente. Fue una sorpresa, probablemente te mordió un vampiro —afirmó.

Kano se sorprendió ante lo que dijo, no creyó que su amiga creyera en la existencia de los vampiros, ella no creía en ellos, pero después de lo que le pasó, ahora creía en todas esas historias que le fueron contadas cuando era niña.

—No te preocupes por eso. Cálmate, estoy viva y eso es lo que importa —aseguró.

—Sí, estás viva —coincidió —pero fue porque te encontré ¿qué hubiera pasado si yo no...? —se detuvo ya que lágrimas se resbalaron por sus mejillas.

—Pero no paso, estoy viva y estoy bie-...

No terminó de decir ya que le dieron nauseas y vomitó, pero no fue un simple vomito, había expulsado sangre, había manchado las sábanas, por suerte no fue mucho, por lo que podría limpiarla sin preocupaciones. Su garganta comenzó a arder, casi no lo soportaba.

Mai se preocupó y se asustó por lo que acababa de ver.

—¿Por qué arde? Es como si, es como si…-

—Tienes sed —completó Mai —Sed de sangre.

—¿Qué? —dijo incrédula.

—Te mordieron y por alguna razón estás viva. Tal vez seas uno.

—¿Cómo? —siguió inquiriendo en total confusión.

—No te preocupes, no diré nada —le aseguró —Si tienes sed, puedes beber mi sangre —ofreció.

—¡No! ¡No beberé tu sangre! Voy hacer hasta lo imposible para no beber —se negó rotundamente

—¿Estás segura? ¿Segura que podrás mantenerte así? —preguntó preocupada.

—Lo prometo —sentenció —no voy a beber sangre, ¡no me convertiré en uno de ellos! —declaró.

—Por favor, si alguna vez necesitas beber sangre, no dudes en tomar la mía —le suplicó.

—Ya te dije que no tomaré tu sangre ni la de nadie —reiteró —Necesito descansar, me siento muy mal —afirmó.

Sin querer discutir más, se echó nuevamente en la cómoda cama, Mai no lo pensó dos veces y se acostó a su lado, ambas se miraban, aunque Kano estaba sorprendida por su movimiento, ella nunca dormía con ella ni en la misma cama ni en la misma habitación, su acto fue extraño.

—¿Vas a dormir conmigo?

Mai asintió con la cabeza.

—Siempre estaré contigo —prometió.

—Y yo también —coincidió.

⪰+⪯

A la mañana siguiente, Kano y Mai continuaban con sus labores, era una mañana cálida y agradable. Tanto Kano como su amiga se mantuvieron en silencio y olvidaron lo que ocurrió la noche anterior, ambas no querían recordar el mal rato, por lo que prefirieron dejar el tema en el olvido.

Kano estaba más activa que nunca, tenía todas su energías recuperadas, dormir toda la noche le hizo descansar como deseaba.

—Me siento muy bien, ¿por qué será? —comentó con una sonrisa de oreja a oreja.

—Dormiste como debías, eso es bueno —aseguró Mai.

—¡Hoy trabajaré mejor que nunca! —exclamó animada.

—¡Oye! Sírveme un trago —le exigió un joven que se había sentado en unos de los taburetes.

Lo que faltaba, todo había empezado bien para ella, pero tenía que haber un percance, como siempre.

—¡Aquí usted no tiene sirvientes! ¡Y espere su turno! —exclamó sin importale la falta que estaba haciendo.

—Llevo aquí bastante tiempo, ¡este lugar si que tiene un pésimo servicio! —espetó.

—¡Bien! —dijo en derrota —¿¡Qué es lo que quiere!? —le exigió.

—Un trago de cerveza —exigió irritado.

Ella con la velocidad que le dieron sus manos, le sirvió el trago, no si antes presionarlo contra la madera antes de sevirselo, provocando que se derramara algunas gotas del liquido.

—¡Aquí tiene!

—Tienes un carácter que no te lo quita nadie —se burló de ella.

—Eso no le incumbe.

—¿Cómo te llamas? —inquirió con tono de burla.

—¿¡Es en serio!? —exclamó con ironía —¡Soy Kano! —dijo al fin.

La presencia de este joven no la ponía nerviosa como el anterior, tampoco le daba mala espina, aunque el simple hecho de su presencia le molestaba, y lo peor de todo que probablemente tenía su edad, lo cuál lo hacía más irritante e insoportable.

—Soy Jerek Sakan —se presentó.

«—Vaya, al menos este se presentó» —pensó sorprendida. Su nombre le parecía familiar, por lo qué lo dejó por un momento y se acercó a Mai para investigar si ella sabía algo. —Mai —la llamó —¿conoces a alguien que se llame Jerek Sakan? —le susurró.

—¿Jerek Sakan? —repitió —Según lo que he oído, es hijo del rey de Kathyn, Huben Sakan.

—¿¡Hijo del Rey Huben!? —repitió sorprendida.

Miró al joven por un momento, quién bebía su bebida tranquilamente ignorandolas por completo, se volvió nuevamente a Mai.

—¡Mierda! —exclamó en un susurro —Le hablé de mala manera al hijo de un rey —murmuró.

—¡Oye, tú! ¿Que tanto murmuras? Quiero otro trago —le exigió él.

Ella lo volvió a atender, aunque sabiendo su identidad seguiría actuando como lo ha hecho hasta ahora. Le daba igual cómo reaccionara, a ella no le importaba su estatus social.

—¡Eso no es problema suyo lo que murmure! —espetó.

—¿Tienes un problema? ¿A todos los clientes los tratas así?

—¿Y qué si lo hago?

—Escucha —suspiró impaciente —Si no quieres que te de tu merecido, has algo por mi... —advirtió —Ten una noche conmigo.

—¿Es que acaso tengo un letrero que dice que soy prostituta? ¡No! ¡No soy dama de compañía! —reiteró.

—Pues lo pareces —se burló.

Quería partile una botella en la cara, tal y cómo lo quiso con el anterior, pero está vez decidió ignorarlo y seguir con su trabajo.

—Pues, al parecer aquí el servicio no es completo —se quejó

—Ya esto se volvió aburrido —espetó.

Se levantó de su puesto y dejó una cuantas monedas antes de irse. El jefe del lugar se acercó hecho una furia a Kano.

—¡Kano! ¿Te das cuenta que acabábamos de perder un buen cliente? —le reclamó furioso.

—Él quería que fuera su prostituta, ¡por supuesto que me negué! —explicó.

—¡Si un cliente te pide eso, por supuesto que tienes que darle lo que pide! ¡Si vuelves a correr a un cliente así, date por echada de este lugar! —dijo sin más y se retiró.

—Idiota —murmuró sin importarle, aunque también comenzó a preocuparse.

Su preocupación no cesó ni siquiera cuando estaba por dormir, se removía en su cama con la intriga intacta, no podía dormir, y menos con ese ultimátum que recibió de su jefe.

«—¿Qué es lo que voy hacer? ¡No quiero ser una prostituta!» —pensó frustrada.

Se levantó de su cama y se puso a mirar las casa vecinas a través de su ventana. Había una luna llena, la cuál era hermosa y deleitable cada vez que se veía. Un instinto se despertó en su interior, parecía que se hubiera despertado algo de ella.

«—Si soy un vampiro, ¿podré usar mis habilidades? ¿podré salir aquí?»

Sin pensarlo dos veces, subió a los barrotes de la ventana, al estar de cuclillas, decidió saltar al techo de una casa, ella pensó que caería al intentarlo, pero una vez que terminó en ese techo se dio cuenta de que, no era normal.

Se encontraba confundida ante tal hazaña, creía que eso de ser algo no humano era imposible, pero una vez que lo comprobó, tendría que dejar de ser terca con respecto al tema. Caminó por aquel techo, había otra casa a su lado, pero la distancia era más larga que la anterior, decidió enfrentar nuevamente su osadía. Sin titubear saltó al otro techo, y tal como el anterior, cayó de pie como un gato, está vez no lo pensó más y corrió techo por techo, era más atlética, y sus saltos cada vez más altos.

No le importaba despertar a las personas o molestarlas con el ruido del impacto al caer en los techos, eso le daba igual, por primera vez se sentía viva y libre como un ave.

«—Esto es divertido. Si puedo hacer esto, puedo hacer más, ¡si! Así podré irme con Mai de este lugar y poder vivir en paz» —pensó llena de entusiasmo.

Y era una ventaja. Al tener esa habilidad, era posible que tuviera más habilidades, así que no tendría que seguir trabajando en aquel lugar aborrecible y repugnante. Lo que más deseaba era irse de ahí, y como ahora tenía la oportunidad no la iba a dejar escapar.

Un escalofrío la hizo detenerse, se sentía observada, era como si alguien la estuviera siguiendo, lo que hizo que se detuviera sin previo aviso y comenzó a mira a todas partes.

No encontraba nada.

Y era extraño, ya que juraba que había alguien allí, no sólo lo sentía, sino que lo olía, y ese olor se la hacía muy familiar.

—Veo que lo disfrutas.

Reconoció de inmediato esa voz, no podía equivocarse, hasta un niño lo podía reconocer. Pero aún así, no lograba encontrar nada, miraba por todos lado sin tener indicios de nada.

Y en un parpadeo, él apareció en una esquina del techo. Pero no estaba solo, ella al notar eso, los nervios y las preocupaciones se vinieron encima y lo peor de todo es que no podía hacer nada, por tanta habilidad o poder que tuviera, le era imposible..

—¡Suéltala! —le gritó.

El sujeto tenía a Mai sujeta del cuello con una sola mano, la tenía justo en el vacío, un movimiento en falso y ella caería a su muerte segura.

Kano quería quitarsela, ser lo más rápida posible para evitar que ella cayera, o que siquiera él lo intentara. Mai se aferraba al brazo del hombre, ella no quería caer, no por miedo a la muerte, sino por Kano, prometió estar con ella siempre, y no iba a romper su promesa.

—¡Suéltala! —repitió en un grito.

Dio un paso hacia ellos, pero cuanto en hombre movió el cuerpo de Mai unos centímetro más sobre la caída, ella se detuvo.

—¿Por qué lo haría? —se burló —Tú me habéis negado lo que yo quería —le recordó —Te iba a asesinar con esa mordida, no se porque sigues viva, además con habilidades —espetó molesto —Jamás dejo vivo a los que se atreven a ofenderme, y suelo ser rencoroso —declaró

—¡Déjadla! ¡ella no tiene nada que ver!

Kano comenzaba a impacientarse.

—De alguna manera u otra tengo que acabar contigo. Si no puedo matarte, haré algo peor. Y supongo que puedo arrojarla, ya que no tiene nada que ver según tú.

Sin previo aviso, él soltó a Mai y ésta comenzó a caer. Kano no lo pensó dos veces y se lanzó para poder prevenir la caída, sin tan solo la hubiera tomado, probablemente ella hubiese dado su vida para salvar a la de su amiga, pero no todo resulta como se espera. Mai llegó al suelo antes que Kano, y cuando impactó contra lo sólido, todos sus huesos fueron rotos, ya que la caída fue de gran altura.

Cuándo Kano llegó al suelo no le sucedió nada, después de todo cayó de pie, se tumbo en el suelo y tomó el cuerpo ensangrentado de su amiga y lo puso en su regazo. No quería que muriera, no quería perderla. Tenía la esperanza de que se pudiera salvar, pero ya era demasiado tarde.

Mai estaba agonizando.

Hola! Espero que estén bien. Bueno, este es una parte del sping-off que les dije. Probablemente sean más de 4 o 5 capítulos como mucho, pero no son capítulos como tales, aunque aclaro: Es importante en la historia. Por favor sean pacientes. Gracias por seguir hasta aquí, y por su apoyo.

Besos y Abrazos 😗😗💕💋💖

Continue Reading

You'll Also Like

1.3K 61 9
Un conjunto de historias cortas que narran la realidad, que rodea a todo ser humano; el miedo, la angustia y el terror, capaz de helar la sangre de...
133M 8.6M 65
Recién llegada a la elitista universidad Tagus, Jude Derry descubre que ahí todo gira alrededor de las fiestas, los chismes, los ligues y sobre todo...
2.5M 97.3K 54
diferentes one-shot o escenarios dónde diferentes personajes de diferentes animes pasan a ser yanderes totalmente locos de amor (obsesión) por rayit...
163K 10.6K 187
Recopilación de cosillas originales del AU Chaquetrix de Ben 10, creado por TrixThe Alien. Incluye escenas reimaginadas, one shots, memes, capítulos...