Te casaste con la GORDA! (Reg...

By AdriDamita

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¡He vuelto y más perra que nunca! Como la mayoría sabrá, hace ya bastante que retiré la historia por problem... More

Importantísimo! He vuelto!
Advertencia
Introducción
Capitulo 1
Capitulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capitulo 6
Capitulo 7
Capitulo 8
Capitulo 9
Capitulo 10
Capitulo 11
Capitulo 12
Capitulo 13
Capitulo 14
Capitulo 15
Capitulo 16
Capitulo 17
Especial decembrino parte 1
Especial decembrino parte 2
Especial decembrino parte 3
Capitulo 19
Capitulo 20
Capitulo 21
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25 Especial de San Valentín.
Capítulo 26
Capitulo 27
Capitulo 28
Bonus
Capítulo 29
Capítulo 30
Capitulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Epílogo
Agradecimientos.
Noticias especiales
Final alternativo

Capitulo 18

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By AdriDamita

-Amigo... te estas metiendo en un gran problema-Dijo Samuel mientras esperaba a ser comunicado con Violetta.

-Es mi ultimo recurso, llámame orgulloso o necio, pero esa mujer...tiene que amarme- Le respondí tapando el auricular del teléfono.

-¿Sabes que es lo que creo?, que Lilith va a matarte cuando se entere-

Le hice un gesto con la mano a mi amigo para que guardara silencio, la voz femenina que estaba esperando, al fin me contestaba:

-Roberto corazón, hace tanto que no me llamabas-

-Hola, hermosa, ¿cómo te va?- Samuel puso el altavoz del teléfono y ambos pudimos escuchar a Violetta.

-Muy bien, aun sin ti, la vida es bella, lo creas o no. Pero dime, ¿a que se debe el honor?-

-Bien, iré al grano... necesito que me hagas un favor-

-Sabia que solo me llamabas para eso, ¿en que te puedo servir, guapo?-

-Necesito que contrates a alguien en tu empresa, es un amigo mio, es un gran arquitecto y estoy seguro que te servirá-

-¿Quién es y porque te quieres deshacer de él?- solté una carcajada.

-Siempre tan intuitiva... Se llama Santiago Quintero y requiero que lo trasportes hasta Dubái-

-Mándame su currículo y veré que puedo hacer. Pero que quede claro que este favor te va a salir carito-

-Lo que quieras hermosa, con tal de que me quites ese peso de encima-

-Esta bien, hazme llegar eso lo mas pronto posible y te devuelvo la llamada-

-Gracias Violetta. Espero noticia tuyas. Adiós-

-Adiós guapo-

Samuel alzo las manos en señal de rendición y ambos nos dirigimos a la salida. Teníamos que estar en casa de mis padres a las 7:00pm y ya eran las 5:30pm.

Durante el camino, mi buen amigo no dejo de repetirme que lo que estaba por hacer era una mala idea, pero era lo único que se me ocurrió. La relación entre Lili y yo, no resultaba del todo perfecta por dos razones: La falta de compromiso de ella y sus novios. No podía quitarle de encima a todos los hombres que la rodeaban pero si podía quitarle a el principal.

Llegamos y mi mujer y su amiga, ya estaban ahí. Pasamos al jardín, para cortar la tradicional rosca de reyes.

-¿Recuerdas hace un año, la rosca en la plaza Zaragoza, frente a la Catedral?- le pregunto Heivy a mi esposa. Ella soltó una carcajada y asintió.

-Fuimos desde temprano para poder cortar un pedazo de la rosca gigante...- mi mujer nos miraba a todos y hablaba entre risas-y, una viejita se robo mi muñequito que me había salido... tuve que corretearla por toda la iglesia- siguió riendo y Heivy tuvo que terminar su historia:

-La señora se robo el muñequito porque era de oro, entonces Lili la siguió por toda la catedral pidiéndole que por favor se lo regresara, pero la doñita se hacia la loca y cuando vio una de esas cajitas para dar limosna... lo coloco ahí, diciendo: "Dios lo necesita más que nosotras", y se fue-

-Bueno, hizo un acto de caridad- comento mi madre.

-Eso creímos- añadió Heivy- pero, después nos dimos cuenta que la señora había ganado dos mil pesos, por encontrar un cupón en la rosca-

-Cuando fui y le pregunte si eso también lo donaría, negó rotundamente y me contesto: "Creo que Dios ya tiene suficiente con lo que tu aportaste". Acto seguido, se fue, me quito mi muñequito y ella se fue con su dinero- termino de decir mi mujer.

Toda la familia rió con la anécdota de esas dos mujeres. Y así, entre historias y risas, se nos fue la tarde.

Todo parecía estar tranquilo, Lilith estaba muy amable y linda como siempre, mis sobrinos la atacaban con abrazos y besos cada que podían. Creí que seria un día normal, hasta que nuestros amigos empezaron a gritarse en la cocina. Entramos a ver que sucedía y nos llevamos una gran sorpresa.

-¡Voy a ser padre! ¡Voy ser padre de verdad!- gritó mi amigo caminando dacia el comedor.

Lilith y yo nos miramos como preguntándonos que pasaba. Me encogí de hombros y entonces Heivy camino tras él, gritando también:

-Callateeee, no deberías de saber eso...Nadie lo sabia aun-

Lilith abrió la boca y parpadeo asombrada.

-Están jugando, ¿verdad?- preguntó Lili.

-Yo... aaaiinnnss... te lo iba a decir antes pero este...- su amiga se dio cuenta de que estaban los niños y mis padres, no maldijo, trato de decirlo todo con palabras decentes-animal... descubrió la prueba que traía en mi bolso-

-Esto no es gracioso- canturreo mi blanca mujer. Todo el color se le había desaparecido.

-¿Por qué no acostamos a los niños para que ustedes mmm cuatro, puedan hablar?- sugirió Nadia.

-Yo, te sigo- comento mi Rosario.

Las dos amigas fueron las que se quedaron en el comedor, los demás fuimos a acostar a los niños, con todo y sus juguetes nuevos.

Lilith se negó a tener la conversación en casa de mis padres, argumentó que necesitaba gritar y patalear por lo alto. Regresamos a casa y el infierno se desato, el nivel de enojo de mi esposa estaba por los cielos.

-Heivy por todos los infiernos... ¡Dime que estas bromeando!-gritaba Lilith, parada en medio de la sala de entretenimiento.

-Se que siempre bromeamos con esto... pero...esta vez es verdad- era la primera vez que veía llorar a moco tendido a Heivy.

-No... ¡No, no y no!...Tú no puedes hacerme esto- Y tú...- señalo a Samuel- como te atreves a preñar a mi amiga-

Intente calmar a Lili, hacer que se sentara y que platicáramos como personas razonables, no pude ni acercarme a ella. Tomo una de las fotos de la mesa de café y me amenazo con lanzarla a mi cabeza, conozco su buena puntería, así que mejor me aleje.

-Yo no veo que tenga nada de malo...bueno, hace menos de dos meses, pero estoy enamorado de Heivy, aunque discutamos constantemente, siento que es el amor de mi vida- se defendió mi amigo.

-No digas pendejadas... El amor de mi vida... ¡Amor de mi vida mis ovarios! No conoces nada de ella, ¡nada!-

-Lilith, te estas pasando, eres mi mejor amiga y todo, pero así es la vida... Si este inútil esta destinado a ser el padre de mi hijo, es porque así esta escrito-

-Destiny is for losers. It's just a stupid excuse to wait for things to happen instead of making them happen."...Blair Waldorf, Gossip Girl- contesto mi mujer en un perfecto ingles, no un ingles americano, un ingles británico. Samuel y yo nos miramos y nos encogimos de hombros. No teníamos ni idea que o quien era Blair Waldorf.

-¡No uses Gossip Girl en mi contra!- Heivy se puso frente de Lili, retándola con la mirada.

-¡Heivy Eleanna Alameda Tavalas!...-

-¿Te llamas Eleanna? ¿Todo eso es tu nombre?- interrumpió mi amigo. Le solté un codazo en las costillas al ver la mirada furibunda de Lilith.

-Lo ves... ni siquiera sabias su nombre completo... ¡pendejo!-

-Cálmate ya, estas peor que si fueras mi madre, no es cosa del otro mundo, es solo un hijo-

-Para que estés mas tranquila...- mi amigo se posiciono al lado de Heivy, abrazándola por la cintura- le he dicho a esta hermosa mujer, que se case conmigo. No pienso dejar que mi hijo sea un bastardo-

-Bien... A la verga la vida... hagan lo que se les de la gana, desde este momento tu...- mi mujer señalo a su amiga- dejas de ser mi mejor amiga y tu- apunto su dedo a la cara de Samuel- te llevas a tu hijo y a tu vieja... quiero ver si es verdad que es el amor de tu vida-

Los dos acusados abrieron la boca pero ninguno dijo nada, más bien, no les dio tiempo, Lilith se dio la vuelta y se esfumo.

Heivy se echo a llorar sobre el pecho de Samuel, sollozando y diciendo frases sueltas. Una de ellas me llamo la atención "No es mi culpa que ella no ame a nadie, solo porque le rompieron el corazón no quiere decir que no exista el amor. Yo creo en el amor y estoy segura de que esta es una señal del destino, que nosotros dos debemos estar juntos".

Samuel se quedo tranquilizando a su mujer, mientras que a mi... me toco ir a calmar a la fiera.

-No quiero saber nada- espetó Lilith, recién entre a la habitación.

-Es tu mejor amiga, y te va a hacer tía, deberías de darle una oportunidad. ¿Por qué te molesta tanto que este por formar una familia?- le pregunté, sentándome cautelosamente en la orilla de la cama.

-Ella me prometió que seriamos libres para recorrer el mundo, que haríamos un viaje a cada país de la tierra. "Solteras y libres hasta los 30"... eso fue lo que nos prometimos. No es justo que me este haciendo esto- todo esto me lo dijo mirando por la ventana que daba a la terraza.

-Eso suena muy egoísta de tu parte. Acabo de escuchar que ella si había soñado con un final feliz... ¿Quién dice que Samuel no es el amor de su vida? ¿Qué no van a ser felices juntos?-

-La puta vida... ella y yo lo sabemos mejor que nadie... la vida siempre te da la oportunidad de avanzar tres pasos, pero te hace retroceder dos-

La puerta de la habitación se abrió y la pareja en discusión entro. Lilith los miro de reojo pero no se giro.

-Samuel me va a llevar a su casa... mañana voy a venir por mis cosas y...- mi enfadada mujer, se dirigió al cuarto de baño, ignorando las palabras de Heivy- ¡Puedes escucharme por favor! Al menos di algo, carajo- Lilith siguió caminando, ahora con su mano izquierda mostrando su dedo medio, mientas que Heivy proseguía:

-Muy maduro de tu parte "amiga"... ¡Perra sin corazón!- Samuel se llevo las manos a la nuca. Esto no estaba resultando nada bien.

Despedí a nuestros amigos, no sin antes felicitarlos por el bebé. Para cuando regrese a la casa, Lilith estaba en la cocina, con varias botellas de coñac frente a ella. En mi mente rogaba porque no abriera mi Hennessy XO. Me costo demasiado tiempo y esfuerzo obtener esa jodida botella de la colección VII.

Después de pensarlo y de hacerme sudar con su indecisión, tomo la Rémy Martin XO Premier Cru. Solo en ese momento me anteví a entrar.

-Ni una palabra, me voy a embriagar te guste o no-

-Yo solo venia a felicitarte por tu elección- discretamente aleje mi preciada botella de su alcance, por si cambiaba de opinión.

-Me encanta este coñac- lo destapó y se sirvió en la típica copa de tulipán- sabe a higo y almendras-

-Si, es muy suave- Lili tomo otra copa y me ofreció el licor ámbar.

-Por la tarde vi una caja de trufas de chocolate- sin soltar su copa, se puso a buscar por el refrigerador los chocolates- ooh si, aquí están estas preciosuras-

Coloco la caja en la isla de la cocina y se sentó en una de las sillas altas.

-Toma una trufa y mójala con el coñac, sabe delicioso- seguí su consejo y me deleite con la mezcla.

-¿Qué te parece, si en lugar de embriagarte, nos vamos a dormir temprano y mañana vamos de compras?- Lili soltó una carcajada y negó con la cabeza.

-¿Tu, de compras? Eres un desesperado, peor que mi hermano. No lo creo muchachón, prefiero terminar esta botella-

-Vamos- me senté a su lado y tome su mano libre- necesito que me ayudes a comprar ropa para mi regreso al trabajo, y se que tu amas gastar millones en ropa, zapatos... y todas esas cosas-

-En primera: ¿Qué ropa necesitas cuando eres dueño de un prostíbulo?-

-Son "Clubes de hombres", yo no prostituyo mujeres-la interrumpí, hizo un gesto con la mano para restarle importancia y prosiguió:

-El punto es, que, no quiero ir a comprar tangas de elefantito o cosas raras para tu trabajo... ¿o si quiero?- froto su barbilla con la mano y entre cerro los ojos. Le di un leve empujón con el hombro y ella soltó una carcajada- Bueno, ya, ya... Un par de copas y a dormir, ¿le parece señor?-

-Cuando me llamas "señor", haces que recuerde nuestra sesión... buenos recuerdos- recibí una mordida en mi hombro, ante mi comentario- No seas salvaje. Dos copas y a dormir.

Mi táctica de distracción funciono ala perfección. A las dos de la tarde estábamos en el centro comercial, mi esposa tenia un brillo impresionante en los ojos, realmente amaba comprar.

Cuando llegamos al centro comercial, le mande un mensaje de texto a mi amigo, para que pudiera ir por las cosas de Heivy, sin ocasionar una guerra.

Lilith eligió diferentes trajes para mi, todos en tonos azules o negros. Ni uno solo en color gris, según ella, el gris causaba depresión. Corbatas, gemelos, zapatos, cinturones, todo lo que pudiera ver, lo compraba.

Ella también compro bastantes cosas: joyería, zapatos, maquillaje, un sinfín de cosas de mujeres.

Entramos a una tienda de ropa para mujeres grandes, no sabia que esos lugares existieran.

-¡Lili, querida!- saludó una mujer joven, apenas mayor que yo.

-¡Carmen, ¿cómo estas?!- se dieron dos besos y Lilith me presentó:

-El es Roberto, un amigo- la mujer me dio un abrazo y un beso en la mejilla.

-¿Cómo es que siempre consigues amigos tan guapos?-

-Magia... magia- contesto mi mujer con una sonrisa-

En ese lugar fue donde mi esposa compro ropa, mejor dicho, vestidos. Nunca la había visto usar pantalones, siempre vestidos o faldas.

-No te gustan los pantalones, ¿verdad?-

-Me gustan...- tomo unos pantalones cortos y ladeo la cabeza- pero no los uso desde hace un par de años-

-¿Por qué?- inquirí.

-Si te digo te vas a burlar y no estoy de humor- dejo la prenda donde estaba y siguió su camino.

-Siempre terminaba rompiendo los pantalones, se le desgastaban muy rápido de la parte interna de los muslos.- contesto Carmen detrás de mi- Un idiota le dijo que era muy vergonzoso que tuviera así la ripa, que mejor debería de ahorrarse la pena y comprar solo faldas o vestidos-dicho esto, se fue tras de mi mujer.

¿Un hombre haciendo cambiar de opinión a Lilith?...eso si que era nuevo. Durante el tiempo que levo conociéndola, cualquier cosa que le digan sobre su aspecto o personalidad, se le resbala, no le afecta.

-Quiero que te los lleves- me atreví a decir. Ella me miro enarcando una ceja- Estoy seguro que se te verán muy bien-

-Yo también creo eso, pruébatelos y combínalos con...esto- Carmen le tendió una blusa color crema, con rayas horizontales.

-Bueno, me los probare, pero dame los pantalones en mi talla, esta bien que estoy gorda, pero no tanto-

Carmen le trajo la talla correcta y Lili se fue directa al probador. Me senté en uno de los divanes, esperando que saliera.

Cuando lo hizo, me gusto el resultado. Los pantalones eran cortos, le llegaban un poco más arriba de la rodilla. La blusa le marcaba la cintura, destacando sus apetecibles senos con un nudo entre ellos, y haciéndola ver muy femenina con la tela que caía bajo sus hombros.

-Muy bonita- señalo Carmen.

-Mas que bonita- añadí yo.

-No puedo negar que mi trasero se ve fenomenal con pantalones...pero-

-Pero nada- interrumpí a Lili- tu me hiciste llevar ese traje color berenjena, porque te gusto. Yo quiero que te lleves esa ropa, porque a mi me gusta-

-Tu amigo me cae bien- dijo Carmen, sentándose a mi lado.

Entre esas dos, eligieron más pantalones, cortos y largos, vestidos y faldas. Los precios no eran altos, pero compramos tantas cosas en esa tienda, que Carmen podría restaurar todo el lugar.

-Me saludas a Santi- comento Carmen cuando nos despedíamos de ella.

-Claro que si- respondió mi mujer. Dándole dos besos.

-Un placer conocerte, Carmen-

-El placer fue mio... bombonazo-

Sonreí satisfactoriamente, no por el halago, sino porque, pronto ya no habría Santiago.

Esta mañana le había mandado su currículo a Violetta. Media hora después, había recibido su respuesta: "Puedo trabajar muy bien con esto, tienes suerte, será alguien muy fácil de reclutar e integrar al equipo. En una semana te lo quito de encima"

Jaime nos ayudo con las bolsas de compras y nos dirigimos a casa, para comer. Íbamos hablando de cualquier tontería, incluso Lili integraba a Jaime a la platica, no me gusta que lo hiciera pero en estos momento no podía regañarla, no quería enojarla mas de lo que ya lo había hecho Heivy.

El teléfono de Lili interrumpió nuestra discusión sobre quien era mejor manejando, si los hombres o las mujeres.

-Va a llover, pensé que ya nunca me hablarías- contesto mi mujer, girándose para ver por la ventanilla- Si... ¡Gracias al cielo!, es justo lo que necesito...claro que si...mándame la dirección y yo llego- volteo su rostro para verme y añadió:

-¿Puedo llevar a alguien?...Perfecto... hasta el sábado...Bye sexy-

-¿Quién era?- trate de sonar desinteresado.

-Mi amigo Luisito, nos invito a una fiesta este sábado... bueno, me invito a mi pero yo te invito a ti-

-Que amable- respondí sin muchas ganas.

-Te va a encantar ir, las fiestas con Luis son... épicas-

-Ese Luis hace muchas cosas épicas, ¿no? El fue quien te invito a las "posadas sexuales" también- Lili me lanzo una mala mirada y luego señalo a Jaime con la cabeza. Por un segundo olvide que no estábamos solos.

-Si... es un hombre de fiestas y locuras, lo adoro. Siempre hace cosas raras y muy alocadas-

-Entonces a mi también deberías de adorarme, yo también soy así- Lili soltó una carcajada y negó con la cabeza.

-Lo único loco que has hecho es recibir un disparo, eso cualquiera en Monterrey-

-Te equivocas, tengo un historial largo, solo que nunca me has preguntado por el-

En ese momento llegamos a casa y las mucamas se acercaron para llevarse nuestras compras.

Mis padres llegaron justo cuando estábamos por comer, se sentaron y lupita les sirvió.

-¿Y dime, que otras cosas malas haz hecho?- pregunto mi mujer. Mis padres se miraron entre ellos y negaron con la cabeza.

-Ahora comprendo porque esta dulce mujer esta contigo- dijo mi padre- no sabe que eras un rebelde sin causa-

-Vamos, no pude ser tan malo- insistió Lilith

-Creo que es justo que lo sepas- comenzó a decir mi madre- Te lo contare todo, solo si prometes no salir corriendo-

-Madre... no- dije. Ella me ignoro e hizo un movimiento con la mano en señal de que me callara-

-Además, eso ya lo dejaste en el pasado, ¿no?- asentí y mi madre continúo:

-Te relatare los hechos cronológicamente, espero que no se me pase ninguno. A los 14 años, lo expulsaron de la secundaria por pelear con sus compañeros, a los 17 llego tan ebrio a casa, que tuvimos que llevarlo a un hospital. A los 18, él y Samuel, se escaparon a las vegas-

-Pero eso no fue lo malo- comento mi padre- Lo malo fue que se llevaron a sus novias, unas niñas de 16 años. Sus padres de las muchachas nos vinieron a decir que denunciarían a esos dos por secuestro- Lili soltó una risita y mi madre prosiguió:

-A los 20, le quemo el coche a un joven con el que se llevaba mal. Cuando cumplió 22 años, invito a quince prostitutas a su fiesta, fiesta donde estaría toda la familia- me pase la mano por el cabello, reprimiendo una carcajada- De los 22 a los 25, se calmo un poco, o eso creímos. Resulta que estaba bajo arresto domiciliario por contrabando de cocaína. Gasto diez millones de pesos para que no lo encarcelaran.

-Y su ultima metida de pata- dijo mi padre- el que le dispararan por robar no se que cosa de un cartel-

-Aaayyy Roberto... si que eres cosa seria- contesto mi mujer entre carcajadas.

Cualquier otra persona que hubiera escuchado mis antecedentes penales, hubiera salido corriendo, pero ella se estaba riendo. Creo que mis padres le contaron todo eso porque querían saber como reaccionaria.

Mis padres la miraban asombrados, estoy seguro que esperaban otra cosa.

-Realmente lo amas, ¿verdad?- pregunto mi padre.

Lilith me tomo la mano sobre la mesa y miro a mi padre a los ojos.

-Claro que si... lo ame desde el primer momento que lo vi. No me importa que hiciera en el pasado, voy a estar a su lado para siempre... que no les quepa duda que amo a este rebelde sin causa-

Mis padres sonrieron ante su comentario y yo me sentí muy incomodo, porque sabia que no decía nada en serio. Ante esas palabras, mis padres nos dijeron que se iban a regresar a vivir a su casa, nos dejarían solos.

Todo estaba acomodándose, Santiago se iría en menos de una semana y Heivy también había salido del juego. Incluso mis padres nos dejarían.

Nos despedimos de mis padres y nos fuimos directo a nuestra habitación. Después de una relajante ducha, me dispuse a dormir, pero Lili tenía otros planes.

-Sabes... me gustan los chicos malos... y el escuchar todas esas cosas que hiciste... si hubieran dicho que tienes un arma y que le disparaste a alguien... me habría lanzado sobre ti en ese mismo instante-

-Yo...si- me quede embobado unos segundos, el babydoll que tenia puesto me nubló el pensamiento. Era en un todo rosa pastel, pero eso no le quitaba lo sexy. En las copas del sujetador tenia encaje y al medio de sus senos, un moño; estaba abierto al medio, dejando ver su ombligo y su tanga de encaje, todo el babydoll era transparentoso- Si tengo un arma-

-¡¿De verdad?!- dijo dando un saltito y aplaudiendo.

-Más de una, de hecho- Lili se mordí el labio inferior y camino desde la puerta del armario hasta la cama, donde yo estaba sentado-

-Me ponen mucho los hombres que saben usar un arma...-susurro en mi oído- Quiero que me muestres las que tienes-

Se alejo de mí y la mire a los ojos, negando con la cabeza. Hizo un puchero y coloco sus manos a modo de suplica, revoloteando sus pestañas.

Le di un beso rápido en los labios y baje por mis armas. Mientras caminaba hacia mi despacho, reconocí que eso era lo más raro que me había pedido una mujer, luego recordé que de Lilith se podría esperar cualquier cosa y seguí mi camino.

-Aquí las tienes, pero cuidado con esta, es de colección, me la dio mi abuelo antes de morir- coloque las armas sobre la mesa de nuestra habitación.

-El Heavy Duty fue un revólver muy popular durante la década de los años 30's...no puedo creer que tengas uno y en tan perfectas condiciones...No me mires asi- dijo ante mi cara de asombro- Mi padre tiene una afición por las armas, llamalos "daddy issues" o como quieras, pero me pego su obsecion y ahora los hombres con pistolas, se me hacen sexys- Lili tomo el rovolver entre sus manos y apunto hacia la ventana.

-No te emociones, solo esta de adorno, desde que la tengo en mis manos no la he usado. Para eso es esta- me acerque a ella, quitándole la reliquia y dándole la Glock 25. La miro entre sus manos e hizo lo mismo que con la otra.

-No me gustan estas, se me hacen muy simples y sin chiste, cualquiera la puede disparar-

-¿Tu sabes disparar?- me arrepentí de mi pregunta al ver que bajaba el arma y cortaba el cartucho. Ni siquiera recordaba que estuviera cargada- Eso fue un si, ya comprendí, devuélveme el arma y nadie saldrá herido-

-No seas tonto, no te voy a disparar... ¿o si?...- saco el cartucho y dejo todo e la mesa- No...Tengo una mejor idea- tomo mi mano y la llevo a su sexo, haciéndome ver lo húmeda que estaba- Siente como me ponen de caliente las armas-

Con la mano libre la tome por la nuca y arremetí contra su boca. De haberlo sabido antes, me hubiera comprado más pistolas.

Lili tomo el revolver en sus manos y lo llevo con nosotros a la cama. Eso fue el mejor afrodisiaco que pude haberle dado a Lilith, hicimos el amor tres veces. Mi mujer se quedo dormida después de su último orgasmo, con mucho esfuerzo, se acomodo de lado y yo la abrace por detrás, para quedarme dormido con el olor de su cabello.

-Lilith...Lili...teléfono... ¡Liiil!- gritaba Roberto desde la habitación.

-Ya voy, ya voy... no puedo ni hacer pipi en paz- corrí hacia el aparato y conteste:

-Si, buenos días-

-Amor, necesito hablar contigo, ¡pero ya!- me dijo apresuradamente Santiago.

-Hola amor, ¿Cómo estas? ¿Cómo amaneciste?- conteste imitando su voz.

-Lo siento Lili, pero de verdad que es muy urgente lo que tengo que decirte. Pasare por ti esta noche y hablamos-

-Okey, okey, mas te vale que sea algo de suma importancia-

-Te amo preciosa, buen día. Adiós-

-Te quiero, chao-

Colgué el teléfono y de reojo observe que Roberto estaba prácticamente pegado a mí, escuchando mi conversación. Me gire y e hizo como que no sabia nada, se puso de pie y fue al cuarto de baño.

Me la pase toda la tarde intrigada. La vida de Santi no era tan interesante, trabajo, amigos y casa, nada más.

Estuve tentada a llamarle a Heivy, pero recordé que supuestamente estábamos enojadas. El plan de mi amiga había sido muy arriesgado, lo bueno fue, que si le resulto. Se casaría con un hombre guapo y de dinero, tuvo que sacrificarse embarazándose, aunque si todo seguía saliendo bien, eso seria lo de menos.

La cosa era muy simple: embarazarse, casarse, tener al hijo, divorciarse y dejar al hijo con su padre. Había querido hacer eso desde hace mucho tiempo, pero todos los hombres ricos que se encontraba, tenían defectos que mi amiga no podía dejar pasar. Supuestamente, Samuel era el mejor de todos, yo sabia que había puesto en marcha el plan porque él le gustaba.

Durante el camino al departamento de Santi, él no dijo ni una sola palabra, haciéndome sentir más nerviosa. ¿Terminaría conmigo? Pensar eso me entristecía, lo quería a pesar de que no me portaba muy bien con él, a pesar de que me recordaba al mayor error de mi vida. Durante estos años le había tomado mucho cariño y aprecio.

Entrando al apartamento, me ofreció una copa de vino, la acepte y Santi tomo una conmigo.

-¿Me quieres embriagar?- le pregunte después de la tercera copa.

-Un poco. Si estas ebria no podrás matarme-

-Habla ya, hombre- se paso ambas manos por el cabello y se restregó el rostro. Me cruce de brazos e incline la cabeza, animándolo a hablar.

-Aquí voy- soltó un suspiro y mirando al suelo, prosiguió:

-Me llego una oferta de empleo de la constructora Building natural... en Dubai- mis ojos se abrieron como platos- Recibi la carta esta mañana, me han dado dos semans para tomar una decisión-

Cerré los ojos, buscando en mi shokeada mente una respuesta ante esta situación. Si Santi tomaba ese trabajo, seria hacer su sueño realidad, trabajar en Dubái ha sido su meta desde que lo conozco. Tarde unos minutos divagando, pero al final conteste lo más lógico:

-Hazlo... toma el trabajo. Tienes que hacerlo, es todo lo que siempre has querido... ve-

-Ven conmigo- dijo tomando mis manos entre las suyas- No quiero dejarte, no quiero que pienses que me iré y te abandonare como... Joaquín-

-Jamás pensaría eso de ti... Sabes que no puedo irme, no puedo dejar botado a Roberto, si me voy, lo dejan sin herencia y todo lo que hemos hecho, no serviría de nada... Además, puede que sea tu oportunidad de conocer a alguien y formar un hogar- Ladee mi cabeza y sentí que los ojos se me llenaban de lágrimas.

-Mi hogar es a tu lado Lili, no quiero dejarte... Te amo demasiado como para poder olvidarte y vivir sin ti- sonreí ante su comentario y me acerque mas a él, haciendo que nuestros muslos se tocaran.

-Heivy va a ser madre y se va a casar con Samuel-Santi frunció el entrecejo con mi declaración.

-Con más razón, no te puedo dejar. Te quedarías sola y esa idea no me gusta para nada-

-No voy a estar sola- coloque mi mano en su mejilla, rozando con el pulgar su labio inferior- Voy a estar con el tonto ese de Roberto, aunque no lo quieras aceptar, es buena persona...y voy a tener que estar a su lado por lo menos otro par de meses-

-Eres una mujer muy buena, maravillosa- dijo Santi, atrayéndome hacia el en un abrazo.

-No, no lo soy. Soy mala como la carne de puerco-

-Claro que no... Eres la mujer mas buena que conozco, siempre tratas de ayudar a la gente, eres la personificación de la bondad-

-Es que no conoces muchas mujeres, por eso crees eso... Pero no te preocupes, me gusta ser mala persona, es mas divertido- me solté de su abrazo y le di un beso corto en los labios.

-Di lo que quieras, yo se que no eres mala. Y quien te diga que lo eres, es un idiota. Tienes un carácter muy loco y a veces eres toda una oveja descarriada, pero eres la persona que todos deberían conocer... Espero que cuando acabes tu actuación con Roberto, vengas conmigo a Dubái-

-Me gustaría hacer eso... si no encuentras al amor de tu vida, iré por ti y te seguiré torturando-

Temí que este día llegaría, pero no creí que fuera tan pronto. Sabia que Santi, mi Santi, se iría de mi lado y formaría la familia que yo no había querido darle. También sabía que Heivy me dejaría por algún tipo con dinero, a pesar de que teníamos solvencia económica, ella siempre había querido más y mas.

Lo único bueno de esto que estaba pasando, era que, podría concentrarme más en mi falso matrimonio.

También puede que me haga bien dejar de ver a Santi, posiblemente así, deje de pensar tanto en Joaquín y pueda seguir con mi vida.


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