Capitulo 18

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-Amigo... te estas metiendo en un gran problema-Dijo Samuel mientras esperaba a ser comunicado con Violetta.

-Es mi ultimo recurso, llámame orgulloso o necio, pero esa mujer...tiene que amarme- Le respondí tapando el auricular del teléfono.

-¿Sabes que es lo que creo?, que Lilith va a matarte cuando se entere-

Le hice un gesto con la mano a mi amigo para que guardara silencio, la voz femenina que estaba esperando, al fin me contestaba:

-Roberto corazón, hace tanto que no me llamabas-

-Hola, hermosa, ¿cómo te va?- Samuel puso el altavoz del teléfono y ambos pudimos escuchar a Violetta.

-Muy bien, aun sin ti, la vida es bella, lo creas o no. Pero dime, ¿a que se debe el honor?-

-Bien, iré al grano... necesito que me hagas un favor-

-Sabia que solo me llamabas para eso, ¿en que te puedo servir, guapo?-

-Necesito que contrates a alguien en tu empresa, es un amigo mio, es un gran arquitecto y estoy seguro que te servirá-

-¿Quién es y porque te quieres deshacer de él?- solté una carcajada.

-Siempre tan intuitiva... Se llama Santiago Quintero y requiero que lo trasportes hasta Dubái-

-Mándame su currículo y veré que puedo hacer. Pero que quede claro que este favor te va a salir carito-

-Lo que quieras hermosa, con tal de que me quites ese peso de encima-

-Esta bien, hazme llegar eso lo mas pronto posible y te devuelvo la llamada-

-Gracias Violetta. Espero noticia tuyas. Adiós-

-Adiós guapo-

Samuel alzo las manos en señal de rendición y ambos nos dirigimos a la salida. Teníamos que estar en casa de mis padres a las 7:00pm y ya eran las 5:30pm.

Durante el camino, mi buen amigo no dejo de repetirme que lo que estaba por hacer era una mala idea, pero era lo único que se me ocurrió. La relación entre Lili y yo, no resultaba del todo perfecta por dos razones: La falta de compromiso de ella y sus novios. No podía quitarle de encima a todos los hombres que la rodeaban pero si podía quitarle a el principal.

Llegamos y mi mujer y su amiga, ya estaban ahí. Pasamos al jardín, para cortar la tradicional rosca de reyes.

-¿Recuerdas hace un año, la rosca en la plaza Zaragoza, frente a la Catedral?- le pregunto Heivy a mi esposa. Ella soltó una carcajada y asintió.

-Fuimos desde temprano para poder cortar un pedazo de la rosca gigante...- mi mujer nos miraba a todos y hablaba entre risas-y, una viejita se robo mi muñequito que me había salido... tuve que corretearla por toda la iglesia- siguió riendo y Heivy tuvo que terminar su historia:

-La señora se robo el muñequito porque era de oro, entonces Lili la siguió por toda la catedral pidiéndole que por favor se lo regresara, pero la doñita se hacia la loca y cuando vio una de esas cajitas para dar limosna... lo coloco ahí, diciendo: "Dios lo necesita más que nosotras", y se fue-

-Bueno, hizo un acto de caridad- comento mi madre.

-Eso creímos- añadió Heivy- pero, después nos dimos cuenta que la señora había ganado dos mil pesos, por encontrar un cupón en la rosca-

-Cuando fui y le pregunte si eso también lo donaría, negó rotundamente y me contesto: "Creo que Dios ya tiene suficiente con lo que tu aportaste". Acto seguido, se fue, me quito mi muñequito y ella se fue con su dinero- termino de decir mi mujer.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Where stories live. Discover now