Capítulo 24

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—Despierten borrachitas— traté de despertar a las chicas en un tono muy amable.

Samuel preparo su conocido levanta muertos, una mezcla de vitaminas, analgésicos y un poco de alcohol. Sabia asqueroso, pero con trago, se acababa la cruda.

—Nunca las despertaras si les hablas de esa forma—dijo Heivy entre un largo bostezo mientras salía del cuarto de baño.

Ella se veía perfectamente bien, recién duchada y con ropa limpia. Mi amigo camino hacia ella y se dieron un beso rápido.

— ¡Despierten golfas, borrachas vomitadas! ¡Levántense y anden!— el grito de Heivy nos asustó, pero dio resultado.

Las abatidas mujeres, se levantaron como zombis; no pude evitar tomar una foto del panorama.

—Por Jesús en la cruz... no te pases de pendeja... duele— contestó mi agobiada mujer.

Si se sentía como se veía... Realmente estaba sufriendo. Tenía el vestido rasgado a la altura de la cadera, con una enorme mancha de sangre alrededor; el maquillaje parecía de oso panda y su cabello estaba peor que un nido de pájaros.

Ella, Jessi, y Nadia, estaban “acostadas” en la cama, Noemí estaba sentada en el pequeño sofá blanco, Rosario sobre la alfombra y Sandra estaba arropada con las cortinas de nuestra cama, las cuales habían desprendido del soporte. Pensaba que los hombres eran destructivos, pero las mujeres... las mujeres se llevaban el premio.

—Que asco... huelo a vómito y a cigarro— comentó Sandra mientras se destapaba.

—Creo que todas olemos así— Nadia me miro apenada y luego observó su pegajoso cabello.

—Obviamente, Jessi vomito a Sandra, Sandra descargo su asco en los zapatos de Noemí y mi dulce y tierna Lilith, nos hizo favor de vomitar el edredón— la embarazada dijo en burla.

Era verdad, toda la habitación olía horrible, apestaba a alcohol rancio y perfume. Conteniendo las ganas nauseas que todo el ambiente provocaba, les repartimos su dosis a cada una de las descarriadas mujeres.

—¿Recuerdas que te paso?— le pregunte a mi esposa revisando su herida. Lili hizo una mueca de asco después de tomarse el remedio y negó con la cabeza.

—Ni puta idea... Lo último que recuerdo es un montón de bubis en mi rostro, billetes volando y luego muchísimas ganas de vomitar— se encogió de hombros y me alejo de ella con una mano— No te me acerques mucho... soy una basca andante—

—No lo voy a negar, necesitas con urgencia una ducha— miré a mi alrededor— Todas necesitan una ducha... y vamos a necesitar un ejército de limpieza para que arreglen nuestra habitación.

***

Las invitadas tomaron su respectivo baño, trataron de medio arreglarse y después de la cena, se fueron. Heivy estaba muy cansada, así que mi buen amigo decidió llevarla a casa.

No pudimos dormir en nuestra recamara, tuvimos que usar una de invitados. La cama era más pequeña y los colores me recordaban mi habitación de soltero.

—En la despedida de soltero de Samuel, no bebas tanto... Parece una buena idea, ¡pero no lo es!— Lili tenía su cabeza recargada en mi abdomen, lo que hacía que formáramos una T.

—Mañana que te sientas mejor, vas a olvidar tu odio por el alcohol, siempre pasa lo mismo— acariciaba su cabello de forma rítmica, tratando de quitarle el dolor de cabeza.

—No le digas a Heivy, pero creo que me voy a enfermar... tengo mucho frio y no he parado de estornudar en toda la tarde—

—Claro que te vas a enfermar, venias gritando en el quemacocos, y hacia mucho frio en la madrugada— Lili giro su cabeza para observarme con una ceja enarcada.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Where stories live. Discover now