Capítulo 36

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-Estoy tan emocionada, siempre logramos lo que nos proponemos- di un sorbo a mi batido de frutos rojos y asentí.

Estábamos en la primera entrevista de mi esposo como gobernador. Karlita tuvo la idea de hacerla en una hacienda, para vernos así todos decentes y conectados con el pueblo, para que la gente confiara en nosotros.

-Señoras, pasen de este lado, empezamos en dos minutos- besé a mi esposo en la frente y tomé a Karlita de la mano para ir detrás de la cámara.

A las dos también nos conectaron un micrófono para que pudiéramos oír lo que ese tipo que se creía reportero, le iba a preguntar a Roberto. Yo no estaba de acuerdo con que esos amarillistas de Televista hicieran el reportaje, pero no se les podía negar, eso se hubiera visto mal.

-Entramos en: cinco, cuatro, tres- el dos y el uno, los marco con la mano el reportero.

Arvet le hizo preguntas como cualquier otro reportero. Lo felicitó por ganar las elecciones, todo normal.
El conteo, revelo que mi marido era el ganador absoluto, ganando con más del 50% de los votos totales, aquello fue la mejor noticia que nos pudieran dar, no gano por un pelo de rana calva, lo hizo porque lo merecía.

Se le venía una gran responsabilidad encima, pero él parecía estar preparado para todo lo que pudiera pasar-

-Pero dígame, ¿quién gobernara Nuevo león? ¿Los empresarios que lo apoyaron en la campaña? O tal vez sean los ex gobernadores Zolepti y Manrique, se le vio muy apegado a ellos- escupí mi batido por la estupidez que dijo Arvet.

-El potro, compare. Aquí nadie más que yo, va a gobernar. No se van a meter ni los empresarios, ni las televisoras, esto no va a ser un reality show mexicano, no se me confunda-

Sonreí mientras trataba de limpiar el brazo de la asistonta, sin querer, la había bañado con mi bebida. Ese Roberto... a veces podía ser muy amable, pero tenía su lado fiero.

En el momento de la entrevista no pude ver el rostro del imbécil de Arvet, no le di importancia, pude reproducir el video mil veces, estaba en todas las redes sociales.

En todos lados pude ver como Roberto callaba a ese hijo de puta, fue reconfortante.

- ¿Otra vez estas con eso?- Roberto se acostó a mi lado, recién duchadito.

-No puedo dejar de verlo, estoy segura que ya es tendencia mundial en twitter-

-Deja eso y ya duérmete- apagué la laptop y las luces, recostándome al lado de mi esposo.

-No tengo sueño- lo abracé por detrás, aprisionándolo con una pierna sobre las suyas y mi brazo alrededor de su abdomen.

-Duerme, Lilith, tenemos trabajo por la mañana, temprano-

-Ya hasta perdí la cuenta de los días que llevamos sin sexo...Me voy a volver loca, ¿es que ya no te gusto?...Si me dices eso, al menos así voy a entender el mensaje, y dejare de molestar con esto del sexo. Tienes que decirme si es que ya hay alguien que te guste más que yo, alguien a quien si le la atención y caricias que necesita; porque si es así, voy a tener que buscarme alguien, no sería justo que solo tú te diviertas- un fuerte ronquido fue su respuesta, ni siquiera se dignó a escuchar mi sermón de esposa abandonada.

Lo solté y me quede un rato a su lado, escuchándolo roncar y mirando el techo.

Fui hasta el balcón, observe el cielo nublado, me dejé envolver por el aire frio, ni siquiera la luna estaba, no tenía con quien quejarme de mi mal humor. Estuve leyendo en mi celular, me aburrí, me puse a jugar "Plantas vs. Zombis", también me aburrí.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Where stories live. Discover now