Capitulo 16

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Capitulo 16

Claro que estoy enamorada de ti, eres el hombre de mi vida... por ti, dejare a todos, solo te necesito a ti—

—Oh, Lilith... que feliz me haces con esas palabras. Te prometo que, a mi lado, nada te faltara...nada—

—Bésame, amor. Bésame como si no existiera un mañana. Te quiero Roberto, ¡te quiero!—

Me acerque a ella, para besarla, besarla como me pedía. Justo antes poder tocar sus sedosos labios, un grito nos interrumpió, gire la cara para mirar de donde procedía el estruendo y no vi nada, solo una luz. Quise regresar mi mirada al los ojos de Lili, pero ella se había ido.

 

Desperté asustado, tarde un poco en reconocer que seguía en el jardín. Estaba recostado en un camastro, me estire y al tocarme la frente me di cuenta que tenia un post—it pegado, el cual ponía:

"M fui al D.F. con Santi. Rgrso ants q tus papis.

P.D. Cntrat unas prsonas para q djn la ksa cm nueva.

P.D. d la P.D. M llevo mi bbshito (el auto q m dist)

P.D.d la P.D. d la P.D. No m llams, xq no voy a cntstar.

Atte.: Lilith."

A la una de la tarde nos detuvimos en una gasolinera, para descargar la vejiga y comprar algo de comer. Cuatro horas bajo el sol y el viento, en otro momento lo hubiera desfrutado mas, pero con la resaca que tengo... la luz es mi peor enemiga. Lo que mas me hacia enojar era que no podía disfrutar de mi hermoso 8c, Santi, sin embargo, se estaba divirtiendo como un niño, conduciendo de lo mas feliz.

Compramos más botellas de agua, que era lo único que mi cuerpo podía soportar y volvimos a la carretera, ya con el techo arriba, porque el sol a la una de la tarde y en carretera... no es ni un poquito lindo.

Once horas de viaje y al fin llegamos al JW Marriott.

 Tratamiento hidratante y masaje con  piedras calientes, para dentro de una hora, por favor— le dije amablemente a la recepcionista.

Habíamos cenado hasta reventar y ya era hora de un poco de relajación. Santi, era mi hermano ante los ojos de la recepcionista, la cual me tenia registrada como "Señora de Valencia" y puso cara de "No te creo lo de que este tipo sea tu hermano". Mientras nos daba la habitación y todo lo necesario, miraba discretamente mis manos, supongo que en busca de mis anillos de matrimonio, lamentablemente no los iba a encontrar, los había dejado en casa.

—Muy bien señora, esta todo arreglado, los esperamos en el Spa a las 8 en punto— me contesto la mujer con una sonrisa fingida.

Le agradecí con el mismo tono y la misma sonrisa fingida.

Mientras Santi, se daba una ducha, yo me paseaba por la espaciosa habitación, mejor dicho "el apartamento". Las paredes eran de color blanco y los muebles de madera color chocolate. Los ventanales de techo a suelo, daban una vista espectacular del auditorio nacional y un parque en la parte de atrás del hotel.

El Spa continuaba con la temática de color blanco y maderas obscuras.

Nancy, la chica de los masajes, tenia unas manos de diosa, me relaje tanto, que casi me quedo dormida, por sus hábiles movimientos y el hecho de la desvelada de ayer por la fiesta.

 

—¿En que cama quieres hacerlo primero?— le pregunte con mi voz cargada de sensualidad a Santiago.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Where stories live. Discover now