Capitulo 11

7.8K 395 34
                                    

—¡Ya!...yasha... me gustaría mas que me despertaras con un beso— dije después de que Lilith me tapara la nariz obligándome a despertar.

—Trato de despertarte amablemente pero tienes el sueño muy pesado— Lil ya estaba vestida. Un vestido rosa pastel hasta los tobillos y un sombrero azul marino eran su atuendo de hoy.

—Vamos, ¡apúrate! Hoy vamos a ir a la pirámide mas alta de la península de Yucatan— busque con los ojos si ya me había elegido mi ropa como lo había hecho el día anterior. Una bermuda beige y una camisa azul estaban a los pies de la cama.

—¿Por qué tenemos que salir tan temprano? Tengo sueño...todavía no amanece—  le reclame señalando el ventanal donde se veía el mar.

—Tenemos que aprovechar el tiempo ¡no seas quejumbroso hombre! Te espero abajo—

De mala gana me arregle. Esta vez fui yo quien le tomo la mano a Lilith, entrelazando nuestros dedos. Note que tenía los labios de color rojo, en un intento de disimular lo morado que le había quedado de mi mordida.

Su actitud amable y provocadora me encanta, prefiero a la chica "miel sobe hojuelas" que a la chica "te ignoro".

Llegamos al restaurante y para mi buena suerte su amigo el mesero no estaba. Ese tipo babea cada que ve a mi mujer pasar, pedazo de idiota.

—Que raro que o este Carlitos— dijo Lil después de pedirle nuestro desayuno a otro mesero.

—Como que te gusta mucho ese tal "Carlitos"—

—Es muy amable y hasta me invito a bailar...se ve que es un buen tipo— miraba al mar mientras me contestaba

—No vas a ir a bailar con él—

—¿Por qué no?... ¿Estas celoso?— me dijo sonriente, levantando una ceja.

—Simplemente no quiero que salgas con él, vinimos juntos a estas vacaciones, no necesitas a nadie mas cuando me tienes a mi— el mesero interrumpió nuestra conversación ofreciéndonos una taza de café. Realmente lo necesitaba, habíamos dormido solo dos horas.

—No quiero bajarte de tu nube pero...recuerda que la palabra monogamia no existe en mi vocabulario, no señor— bebí un trago largo de mi café y asentí.

—No te enredes con nadie...por lo menos lo que sobra de nuestro viaje—

—Solo lo que resta del viaje, chiquito— me guiño un ojo.

Desayunamos casi en silencio. Su respuesta me entristeció porque significaba que cuando regresáramos a casa, ella seguiría saliendo con todos esos hombres que la buscaban, que ya no seria solo mía.

¡¿Qué me esta haciendo esta mujer?! Esta clase de sentimientos no eran parte de mí, al menos no desde hace mucho tiempo.

De nuevo tomamos el yate para ir a Cancún, la camioneta nos esperaba con el chofer del día anterior y una guía turística.

La verdad es que yo hubiera preferido quedarme a dormir pero mi mujer sabía escoger buenos lugares que valían la pena conocer. Una hora de viaje fue lo que nos tomo llegar a la selva.

Nuestra guía, Alma, es muy divertida y todo el viaje se nos va en chistes y tonterías.

—Muy bien tortolitos, antes de entrar a la selva tenemos que pasar por una "limpia". Los miembros de esta ciudad antigua realizan una ceremonia de purificación— nos indica Alma.

—¡Que emocionante!— grito Lil dando saltitos.

—¿Que tenemos que hacer?— pregunte intrigado. Jamás había participado en una cosa así.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Место, где живут истории. Откройте их для себя