Especial decembrino parte 1

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Diciembre ha llegado y he decidido hacer algo relacionado con la navidad y el año nuevo. Espero que les guste y gracias por todas sus lecturas, votos y comentarios.

-XOXO. Adri.

 

—Un poco mas abajo...Mas a la derecha... Ahora métela ahí... ¡No, ahí no!... Deja, mejor lo hago yo— me acerque y acomode la puta serie de luces. Si quieres algo bien, hazlo tu misma.

—Titi Lili, yo pongo las cesferas dojas— canturreo mi "queridísimo sobrinito".

—Claro que si preciosura, ahorita que tu "Titi Robi", nos haga el bendito favor de hacer algo bien, podremos colgar las esferas— Me di la vuelta para mirar a Heivy y rodé los ojos.

Estas criaturas me empezaban a desesperar, nunca he sido buena para atender a los niños, puede que cuidara de mi hermano menor, pero eso no hizo que mi paciencia fuera infinita como la de una madre. Benjamín e Iván, de 6 y 3 años, hijos de Nadia, la hermana mayor, y la pequeña Ariadna, hija de Rosario, igual de 3 años. Demasiados infantes para mí.

—Mejor, en lo que sus "titis"— Heivy alzo sus manos para hacer unas comillas al aire— terminan con las luces... Que al parecer va para largo... Vayamos por unas galletas de canela—

—¡Si!— gritaron los tres chiquillos y se fueron tras de mi amiga, dando brinquitos.

—Te dije que era mas fácil que el personal arreglara la casa— le reclame a Roberto, me senté en la alfombra y mire los condenados adornos.

Navidad me hacia sentir deprimida, amaba el espíritu navideño que tenia mi madre, pero, sin mamá, todo se acabo. Todo se acabo también porque, la época navideña y yo, éramos como enemigas. Siempre me pasaban cosas horribles y despiadadas en navidad.

—Si no le hubieras dicho a mis hermanas, que nos dejaran a sus niños para que pudieran irse de locas con sus maridos, no estaríamos haciendo esto— me contestó mi irritado "marido".

—Tus pobres hermanas merecen un momento de paz y diversión, no podía negarme. Además— dije moviendo una esfera en frente de su cara— los niños se duermen temprano, ¿no? Y tus papis nos van a intercambiar turno. No veo cual sea el inconveniente—

Una sonrisa lujuriosa se formo en su rostro. Hoy era el cuarto día de las "posadas sexuales" Cuando llegamos a Monterrey, conocí a mi amigo Luis, el nos hablo de ellas, básicamente es como un curso, un campamento, algo así. Solo son diez parejas al año, las cuales se juntan y hacen diferentes cosas con contenido sexual. Es mas para blasfemar, que para otra cosa, duran lo mismo que las posadas, del 16 al 24 de diciembre.

Cada día es un "juego diferente. Gracias a eso, Roberto, había olvidado su enojo por mi escape y también había dejado de lado la preguntadera. Justo como lo había planeado, dale a un hombre una buena tanda de sexo y hará lo que tú quieras, lo tendrás comiendo de tu mano.

Aunque, realmente no me había quedado otra opción, era él o quedarme sin mi dosis de blasfemia.

—¡Pequeñuelos!— grite con todo el aire de mis pulmones para que me hicieran caso— vengan adentro, es hora de colgar las esferas— los niños corrieron como cabras locas— si no se apuran, el Titi Rober, va a colgarlas sin ustedes—

—Que bueno que me quitaste a esas criaturas de encima— susurro mi amiga mientras caminábamos hacia la sala de estar.

—No te emociones, todavía estarán por lo menos— mire mi majestuoso reloj— unas 20 horas mas—

Entre "villancicos", cortesía de los tres pequeñines, terminamos de adornar el inmenso abeto Douglas, de casi dos metros de alto, una belleza navideña.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Kde žijí příběhy. Začni objevovat