Especial decembrino parte 2

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Entramos a la habitación entre risas. No era la primera vez que amiguita y yo hacíamos un intercambio, éramos demasiado liberales como para tener una relación tradicional: monógama y aburrida.

-¡Brindemos por una noche muy cachonda!- levante mi vaso con whisky y todos me siguieron.

Heivy se termino su trago y gritó antes de abalanzarse sobre mi "maridito":

-Intercambio de parejas-

Sin perder un momento más. Samuel me abrazo por detrás y comenzó a besarme el cuello, tome un trago directo de la botella y me deje hacer.

-No puedo negar que tengo unas ganas de darte duro- me reí ante el comentario de Samuel. Realmente estábamos cometiendo una locura.

-Pues, hazlo... para eso estamos aquí-

Me dio la vuelta y se deshizo de mi sostén, soltando un gruñido al tomar mis senos libres. Un poco mas atrás de nosotros, mi amiga se soltaba el cabello y Roberto le quitaba el mini mini short.

Samuel comenzó a chupar y mordisquear mis senos, de una forma un tanto violenta, lo cual me éxito muchísimo. Mientras el estaba haciendo lo suyo, Heivy se acerco a mi, me quito la botella, le dio un trago y me guiño el ojo. En pocos minutos, los cuatro estábamos totalmente desnudos y excitados, con los ojos negros como los gatos en la noche.

Roberto recostó en la sencilla cama tamaño matrimonial a mi amiga, con el trasero a la orilla, subió sus piernas a los hombros y se hundió lentamente en ella.

-¿Qué te parece si le das una vista panorámica de esas preciosas a tetas a tu amiga?- pregunto mi pareja de esta noche, pellizcando mis pezones entre sus dedos índice y pulgar.

Tarde unos segundos en responder y cuando me iba a negar, mi compañero me beso en los labios. Metió su lengua en mi boca, recorriendo cada centímetro de ella, con exigencia y fiereza, rozándome con los dientes. Gemí ante aquella muestra de pasión y deseo. Subí una mano a su cabello y la otra la baje hacia su erección, la tome con fuerza y ahora fue el quien soltó un gemido.

Un fuerte azote en mi trasero hizo que el calor que sentía en el bajo vientre, me recorriera hasta los dedos de los pies. Samuel no era atento y delicado como Roberto, todo lo contrario, en tan solo unos minutos me había demostrado lo salvaje que era, cosa que me encantaba.

Sin dejar de besarme, me llevo hacia el lado contrario de donde estaba la otra parejita. Dejo de besarme para darme la vuelta, me inclino de forma que quede cara a cara con mi amiguita.

-Hola- me dijo mi amiga y yo solté una carcajada.

-Me gustaría ver un beso, un beso húmedo y con mucha lengua- nos alentó Samuel, haciendo mi cabello hacia un lado. Él estaba situado detrás de mí, con su pene rozando en mi húmeda entrada.

Heivy se encogió de hombros y levanto las manos para tomar mi rostro, la frene y alce la vista hacia Roberto, el cual seguía penetrándola.

-¿A ti también te gustaría ver que nos besáramos?- le pregunte entre jadeos, sintiendo como su amigo movía su pene de arriba hacia abajo, en mi vagina.

-Si-

-¿Si, que?-

-Si quiero verlas besándose- contesto mi excitado "marido".

Mis labios se juntaron con los de Heivy, en un beso lento y profundo. Sin que lo esperara, Samuel me penetro con fuerza, haciendo que nos separáramos Su ritmo infernal de embestidas hicieron que tuviera que apoyarme firmemente en la cama, con las manos a cada lado de los pecho de mi amiga.

Te casaste con la GORDA! (Regresa!!)Where stories live. Discover now