Persona 5 & Royal

By Akuelia

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Esta es mi historia de cómo mi devastada vida tomó forma gracias a la llegada de los ladrones de corazones y... More

El pasado olvidado
Nueva vida
Pasado
Investigación
Consecuencias
Presente
Segundo curso
Kamoshida
¿Una carrera?
Madarame
Solo una obra de arte
Un día ajetreado
De mal en peor
Palabras clave
La sombra
Adentrándose a la sombra
Mi palacio
Persona
Fuegos artificiales
Medjed
LeBlanc
Wakaba
Futaba al exterior
La playa
De vuelta a clase
Hawai
Regreso
Bella Ladrona
Ojo por ojo...
Persecución
Comidas Okumura
El encuentro
Rata de laboratorio
Me perdí
Una De Cal Y Una De Arena
El verdadero culpable
La policía
Festival escolar
Bienvenido "Crow"
El Casino
Una Batalla 1vs1
Un plan infalible
Y Se Acabó
Syn
Todo Sobre Mí
Todo Sobre Ti
Un Nuevo Día
En la cima
Jaque
Adiós Príncipe Detective
La Verdad
El Verdadero Culpable
Shido Abajo
Las cinco tarjetas de recomendación
Jaque Mate
Renace Phoenix
Solo Un Examen Más
Caprichosa Sociedad
Mementos
El Trickster
El Dios De La Manipulación
Yaldabaoth
Un 24 De Diciembre
Sin El Metaverso
San Valentín
¿Un Final?
La Alumna Honorífica
Solo Una Sesión De Psicología
Un 24 de Diciembre
Un final feliz
Recuerda
Anormalidades
Lo hago por tu felicidad
Una Nueva Brisa
Una sola felicidad
El despertar
El Regreso
Culpa
El corazón de Maruki
Kichijoji
Reunión familiar
El nuevo Mementos
Rumi
El Titiritero
Adam Kadmon
Mi Camino
Corazón Libre
Nuestra Luz
Entre Escritor y Lector
Entre Lo Real Y Lo Ideal

El Dictador De Masas

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By Akuelia


Al día siguiente no fui al instituto, ya llevaba unos días y comenzaban a acumularse los mensajes por correo a pesar de haberles dado como excusa que había ido al hospital, sin embargo, ahora tenía otras prioridades. Comencé a vestirme y prepararme como solía y poco a poco iba de camino al Leblanc. Según los últimos mensajes, quedarían alrededor de las 17:30 y ya eran las 17:00. Me puse en marcha caminando por las verteginosas calles de Shibuya hasta que con el metro me dirigí a Yongen-Yaya.

La tienda seguía con el letrero que indicaba abierto, el café embadurnaba mi nariz y los recuerdos intentaron florecer para retenerme una vez más, sin embargo, me metí adentro a pesar de todo encontrándome con el sonido de la característica campanilla de bienvenida y el jefe fregando los vasos junto con Ren de fondo y Futaba.

-¿Pero mira a quién tenemos aquí? - Sonrió el jefe. - Bienvenida de vuelta.

-¡_____-senpai! - Gritó Futaba en mi dirección. Entre abrazos me recibió.

-Me alegro que estés de vuelta. - Se sinceró Ren que se secaba en su mandil.

-¿Quiere decir que nos ayudarás a derrotar a Shido? - Preguntó Morgana.

-Primero quisiera tener una palabra con todos. Jefe, ¿Podrías servirme un café bombón por favor? - Pregunté.

-Marchando. - Declaró mientras se ponía manos a la obra.

Los minutos pasaron y todos los integrantes se encontraron con la sorpresa de verme, entre ellas Makoto que parecía esbozar una leve sonrisa a pesar de desvanecerse tras cierto tiempo. Por último llegó Ryuji bajo su gran sprint y su apoteósica bienvenida al Leblanc.

-¡Así que al final has venido! - Sonreía mientras se sentaba en el taburete.

-Iré a comprar unas cosas mientras habláis de lo vuestro. - Se excusaba el jefe que salía de la tienda. Cuando lo hizo el silencio se hizo presente y sabía a la perfección que era mi turno en hablar.

-Yo... Siento haberos preocupado, siempre lo estoy haciendo últimamente... Sin embargo, mi mente piensa mucho más y nunca ve lo simples que pueden llegar a ser las cosas. Gracias a las duras palabras que me dijo Makoto ayer, pude ver con mayor perspectiva la situación y creo que ya es hora de dejar de quedarse con los brazos cruzados y ver cómo las nubes pasan. Pienso prestaros mi fuerza y acabar con ese político corrupto de una vez.

-¡Yay! ¡_____ despierta de su letargo sueño para ayudarnos! - Sonreía Futaba.

-Ha costado... Pero ha vuelto. - Se aportaba Yusuke el flequillo.

-Haremos un gran trabajo, ya lo verás. - Me animaba Haru.

-Será mejor que volvamos ahora al tema base. - Calmaba Makoto los humos.

-Vamos Makoto, sabes perfectamente que ayer estabas muy preocupada por _____. - Confesaba Morgana.

-¡Eso no se dice! - Gritó Ann.

-¿Puedo saber si tenéis planeado algo? - Pregunté.

-Lo vamos a pensar ahora. - Sonrió Ryuji.

-Sería inútil enviar el aviso a la dieta. - Comentó Yusuke.

-Y los medios no sabrán qué hacer si le damos esa responsabilidad. -Concordó Makoto.

-¿Entonces qué hacemos? - Preguntó Haru.

-Ojalá supiera... - Respondió el líder.

-Habrá que crear algo de gran expectación, algo con lo cual la gente pueda verlo en todas partes... - Comenté. Al acto Futaba rió. - ¿Qué propones?

-El cañón Futaba está preparado. - Salió la aludida. - Mirad.

Al acto nos enseñó un vídeo que iba a ser publicado en cada rincón de Japón, un vídeo donde los Phantom darían el anuncio que acabaría con Shido.

-Deberías habernos avisado de que estabas planeando algo. - Se sorpredía Ryuji.

-Era de esperarse con las habilidades de Futaba. - Declaré.

-Qué estilo... - Opinó Yusuke.

-¡Es la bomba! - Rió Ann.

-¡Bien, es hora de que la gente vuelva a la realidad! - Gritó Ryuji.

Aquella noche en todas las pantallas de Japón se mostró aquel vídeo en el que se demostraba que nuestro líder seguía vivo y cuál iba a ser nuestro próximo objetivo. Todo estaba bien preparado y cubierto, tan sólo dejamos a Futaba que hiciera lo que quisiera a su antojo. Creamos entre Makoto y yo un diálogo que grabamos al pie de la letra en el que explicábamos a todos y cada uno de los ciudadanos los detalles de las malévolas acciones de Shido. Tras aquel espectáculo era nuestro momento de brillar.

Aquella misma noche nos encontrábamos delante de la dieta, varias personas protestaban para saber más información sobre si era verdad o no aquel vídeo.

-¿Estamos haciendo lo correcto? - Se preguntaba Makoto.

-Así es... - Salió el líder.

-Verdad. ¿Alguna vez hemos actuado fuera de los límites de nuestra justicia? - Preguntó el gato.

-No te irás a echar atrás. - Sonreía en su dirección.

-Tenéis razón - Habló Makoto.

En la entrada entonces apreció una periodista bastante famosa en el mundillo del entrenamiento, y además se pasó también Mishima que como muchos otros ansiaba hallar la verdad, se notaba a simple vista sus sospechas ante aquel candidato, pero ahora sus sospechas se acabarían disuadiendo una vez que todos entramos al palacio.

Por primera vez vi la sala donde se elegía al presidente y dónde todas las decisiones que se tomaban para el país se hacían realidad. En el techo había un timón que giraba una y otra vez y en el estrado estaba la peor persona que la humanidad había conocido.

-¡Shido! - Gritó Ryuji.

-¿Cómo probretones como vosotros habéis obtenido este poder? - Quiso saber. - No me importa la verdad, si tenéis alguna queja os puedo escuchar.

-¿Qué le has hecho a mi hermano? - Pregunté fría y directa al punto. -¡Qué le hiciste al único de tus hijos que te ayudó en tus momentos de flaqueza!

-Algo sabía sobre mis lazos de sangre con él y contigo al presentarte delante de mis narices la última vez. La verdad os parecéis mucho a aquella mujer. - Apreté los dientes ante su indiferencia. - También tenía cierta idea de porqué me contactó, quería tenderme una trampa ¿verdad? Era bastante agudo pero al final solo era un crío, le controlaba únicamente ofreciéndole reconocimiento. Me iba a deshacer de él en cuanto me convirtiera en primer ministro... No podía mantener a alguien que tenía un conocimiento íntimo de mi pasado. - Declaró. - Menudo superdetective, se mantuvo en pie a mi lado y nunca pudo ver más allá de mis planes. Su autodestrucción me ha salvado en cierta manera.

-He tenido suficiente de tus patéticas palabras Shido, ya estoy harta de tropezar con la misma piedra. Voy a sacarte del lugar de donde estás y espero que mi mirada te recuerde a los hijos de los que renegaste en su día.

-¿Qué va a hacer la hermanita de ese superdetective? - Se burlaba. - Jamás tuve una hija tan inútil como tú, me servías más cuando estabas en aquella prisión.

-¡Hijo de...!-Quiso expresarse Ryuji.

-Gracias a esa prisión conocí a alguien muy especial. - Sentencié. - Te haré ver y sentir lo que yo sufrí en su día, haré que cada una de tus células sientan el dolor del que estuve manteniéndome durante 7 años. Gracias a mi hermano y mis compañeros lo tengo claro, dejaré de huir y enfrentarme a aquello que me hizo caer en mi pasado.

-Como quieras... - Soltó con indiferencia el político.

-Tú... ¡Robaste la investigación de mi madre y encima la mataste! - Se enfurecía Futaba.

-¡Todo lo que has hecho en tu vida ha sido por tu ganancia egoísta! - Declaró Haru. - ¡Incluso mataste a mi padre, jamás te perdonaré!

-Los sacrificios son inevitables en el camino de la reforma, los estúpidos confían en sus superiores y yo, debo guiarlos.

-¿¡Qué es lo que te hace pensar que eres mejor que todo el mundo!? - Saltó Ryuji.

-¡Si no hubiese sido por Goro jamás habrías llegado tan lejos! - Sentencié.

-Fue gracias a mí que Goro Akechi pudiera utilizar correctamente su poder. El cambio de corazón que hacíais no era más que para provocar al público.

-¡Menudo egoísta! - Se hartaba Fox. - ¡Eres incapaz de ganar honestamente, es por eso que utilizaste trucos sucios para ascender en la escalera política!

-Un político como tú no tiene derecho a levantarse y liderar a los ciudadanos. - Concordó Queen. - No eres más que un criminal que escala el camino de los pecados.

-Las ignorantes masas solo se preocupan de ellas mismas y de su felicidad. Yo solamente me dedico a concederla. Esa es la reforma social por la que yo fui elegido... ¡Alguien elegido por un dios!

-¡No me puedo creer que subestimes a los demás tan drásticamente! - Se quejaba Panther.

-¡Jamás consideraré primer ministro a alguien que utiliza a su hijo para matar por sólo caprichos! - Comenté. - ¡Eres un egoísta, todo esto no es por un país mejor del que fardabas en la televisión, sino por un país en el que tú te puedas aprovechar de él las veces que te de la real gana! ¡Jamás permitiré eso ni nadie!

-¿Nadie? - Se preguntaba mientras se elevaba de una plataforma. - ¿Entonces por qué fui elegido? ¿Por qué me están dando el puesto de primer ministro a mí? Todos niegan el valor del trabajo duro hoy en día. De hecho lo único que hacen es buscar con mucho esfuerzo ganar dinero, es por eso que debo restablecer este país, uno en el que todos sonrían.

-No vamos a permitirte hacer eso. ¡Eres una desgracia para Japón!. - Declaró Fox.

-¡Vamos a robarte ese corazón podrido que tienes! - Sentenció el rubio.

-Aquellos que me desobedecen deben ser eliminados como intenté hacer en su día con ella... - Me dirigía una mirada de superioridad. - Sin embargo, considerando la pérdida del detective Akechi, sería una pena matar a aquellos capaces de usar este poder. Os concederé el honor de elegir el camino de la vida o la muerte, incluso puedo darte el puesto de tu hermano si así lo deseas. - Intentaba tentarme.

-¡Vete al infierno! - Respondí.

-Lo repetiré una vez más. - Esta vez miró al líder. - Concededme vuestro poder para la reforma social. Os daré lo que queráis, tanto dinero como poder.

-Declino la propuesta. - Sentenció Joker.

-¡Jamás seguiremos a escoria como tú! - Comenté.

-Parece que las masas ignorantes son estúpidas... Pensaba que erais más listos pero por lo que veo, no valéis nada. Menudo infortunio, no tendré más remedio que eliminarlos a todos y a ti...- Me señaló con su dedo índice. - Por segunda vez.

De pronto alrededor del congreso aparecieron personas desconocidas que aplaudían las habladurías de Shido, miramos a nuestro alrededor viendo lo que pasaba sorprendidos de su aparición. Al acto comenzaron a sosegarse en cuanto Shido lo indicó con sus manos y pronto la cámara comenzó a elevarse dejándonos a todos debajo. Fox y yo fuimos los primeros en reaccionar incitando al grupo a que subieran a lo más alto.

El terreno cambió a una explanada donde el famoso Shido mostraba su verdadera forma, subía por las escaleras de unos cuerpos postrados que daban forma a un león pulido en oro y fundidos con lo que se conocía como las masas.

-Voy a seros sincero. No penséis de mí como hicisteis con uno de mis hijos que actuaba a su manera.

-¡Te arrepentirás de esas palabras! - Declaré a todo pulmón.

-¡Morid!

-¡Tanto tu hija como nuestro líder han pasado por un gran suplicio por tu culpa! - Comentó Skull. -¡Acabemos con ésto!

Comenzó la batalla, la primera en alzarse al cielo fue Oracle que comenzó a analizar las propiedades de aquel león en el que estaba subido. Aquella cara arrogante que nos miraba con desprecio hizo acto de presencia a lomos del león.

-¡Chicos, debéis tener cuidado! ¡Esas masas reflejan todo ataque físico! - Avisaba Oracle desde arriba.

-¡Baila Hecate! - Pude sentir que el poder de la persona de Panther incrementaba drásticamente al igual que Joker. Skull, con su persona intentó incrementar el ataque, Queen la defensa y Fox la velocidad.

-¡Adelante Syn! - Mi persona salió a la luz. Con gracia incrementó el poder de carga de todos los aliados.

-¿Cuál es el plan? - Preguntó Noir que no paraba de lanzar barreras protectoras mientras nos dispersábamos.

-Tenemos que distraerlo y lanzar un ataque eficaz a ese león. - Propuso Mona.

-Entonces lo único que tenemos que hacer es perderle de vista. - Deduje. - Con la potencia que ahora tienen nuestras personas la eficacia aumenta.

-¡Entonces vamos allá! - Gritó Skull.

-¡Fox, Panther! - Llamó Queen, los aludidos se pusieron de acuerdo en lanzar su mejor ataque el uno contra el otro creando un vapor de agua que impedía la visibilidad.

-Qué truco más inútil. - Hablaba Shido desde sus aposentos.

-¡A la de tres! - Indicaba Oracle desde arriba. Cada uno de nosotros alzó a su persona y con un inmenso poder ardiente lo empleamos en aquel león silvestre que pareció debilitarse en un momento. Harto de su escasa visibilidad decidió sacar sus alas y llegar al cielo.

-Ahora es resistente a los ataques físicos pero es posible darle. - Advirtió Oracle. - Pero que extraño...

-¿Pasa algo? - Preguntó Joker.

-Estoy notando una atmósfera diferente a lo usual, tened cuidado. - Avisó.

-¡Adelante Zoro! - Gritó Mona lanzando su característico ataque de viento.

-¡Combinémoslo con un poco de fuego ardiente! - Gritó Panther mientras se quitaba la máscara.

-¡Arriba Johanna! - Siguió Queen mientras potenciaba aún más el ataque del dúo.

Tras aquellos ataques Skull corrió a la zona más cercana del enemigo.

-¡No me quedaré atrás! ¡Seiten Taisei! - Aquel mono subido en su nube paralizó momentáneamente al enemigo.

-¡Syn! - Unas espadas de luz se clavaron en las espaldas del león volviendo a posarse en el suelo.

-¡Astarte! - Con su dulce voz sacó a su persona cuyas armas se asomaron bajo su calavera. Entre los disparos se encontraban Fox y Joker que con su katana y su daga de ladrón cortaron aquellas alas desvaneciéndose en el viento.

-¡Tened cuidado! ¡Va a volver a cambiar de forma! - Comentó Oracle.

Una pirámide se formó en nuestras narices con un recoveco por el cual lanzaba disparos sin piedad, gracias a Fox esquivamos la mayoría. De pronto comenzó a cargar su arma, si aquel ataque nos daba o nos rozaba podría costarnos la vida.

-¡Tenemos que acabar con ésto ya! - Insistió Queen.

-Entonces me toca. - Pronuncié mientras me quitaba la máscara delante de aquella pirámide. Gracias a mis compañeros mis características aumentaron exponencialmente, con un chasquido y la sonrisa de Syn pegada a mi oreja sentencié:

-¡Juicio divino! - Un mazo de los cielos y de la justicia salió de la nada haciendo añicos aquella pirámide de masas, éstas se desvanecieron y Shido salió para no resultar herido.

-¡Inútiles e ignorantes masas! - Se quejaba. - Parece que los ladrones no deberían tomarse a la ligera si vienen en grandes números.

-Cuando pierdes le echas la culpa a las masas ¿¡Eh!? - Comentó Skull.

-Y tú eres el que les unifica... - Miraba Shido a Joker con supremacía.

-¿Sabes quién es? - Le pregunté con media sonrisa.

-¿A qué te refieres? Tú... Eres más que alguien perteneciente a los ladrones ¿verdad?

-Hacía tiempo que no nos veíamos. - Habló Joker.

-¡No es la primera vez que intentas acabar con él! - Se chuleaba la calavera.

-¿Lo llevaste al juzgado y ni siquiera te acuerdas? No te preocupas del destino de los demás. - Dijo Queen preocupada.

-Espera... ¿¡Eras tú el de la otra vez!? - Parecía el político sorprendido. - ¡El tipo que quiso oponerse a mí cuando estaba con esa mujer! Así que eres tú... - Sonreía. - Menudo cambio de destino... Pero tus esfuerzos serán inútiles al final, los pequeños sacrificios son inevitables para aquellos que desean ser poderosos y competentes líderes. ¿Cómo alcanzaréis vuestro destino si te paras a contar las hormigas que has pisado por el camino?

-¡Eres un monstruo! ¡No eres ningún dios, solamente un político corrupto y egoísta! - Le interrumpía Noir.

-No espero que tú ni que las masas ignorantes lo entiendan... Os lo haré probar.... - Tras aquellas palabras se desvistió dejando solo sus pantalones y una especie de correas de material metálico que se ajustaban a su cuerpo. Sus pretenciosos músculos denotaban y yo comenzaba a alcanzar mi límite de sus chanchullos y discursos. - ¡Romperé a los ladrones fantasma!

Comenzó la pelea. Una vez más Oracle nos recordaba que tuviéramos paciencia mientras analizaba la atmósfera que nos rodeaba. Los ataques físicos no parecieron hacerle ningún efecto y por más que bajábamos o nos subíamos las habilidades, él acababa devolviéndonos a nuestro estado original.

-Chicos.... Tengo un problema por aquí. - Habló Oracle. Tal fue nuestra concentración en el combate que solo Queen la respondió.

-¿Qué pasa?

-Es algo extraño... Normalmente esta atmósfera nos estaba ayudando previamente con el león y eso pero ahora.... Parece estar actuando en nuestra contra, nos está absorbiendo nuestra energía poco a poco y cuanto más drástica se vuelva peor será el resultado. - Explicaba.

-¿Es posible que lo haya arrojado Shido? - Al acto Oracle negó. - Entonces sigue investigando, tenemos que acabar con aquello que la origina.

-¡Infierno! - Gritó Panther mientras envolvía en llamas al musculoso. - Lo acaba resistiendo.... - Se quejaba por lo bajini.

-Ni siquiera se inmuta y nuestras energías se están agotando mucho más rápido de lo que pensaba. - Comentaba Mona.

Mis ataques a pesar de dejar a todos atrás no cesaban, intentaba quebrantar mi hacha sin embargo mi determinación fue lo suficientemente grande como para abrirme paso entre sus afilado músculos. De pronto, llegó un momento en el que nos quedamos uno en frente del otro mirándonos como el perro y el gato. Sin previo aviso quiso electrocutarme, recibí el golpe endureciéndolo a propósito, visto que no había ninguna reacción quiso probar con uno ardiente en vano.

-¿Sabes lo que viví yo en esa cárcel? - Le comenté mientras lo miraba. - ¿Sabes cuántas electrocuciones me hicieron y cuántas veces me quemaron? Hubo dos personas en ese momento que me salvaron: El único compañero que sobrevivió al igual que yo entre terrible sufrimiento y mi hermano que me sacó de ahí.

-¿¡Fue él!? - Se indignó. Me acercaba poco a poco a él sonsacando una leve sonrisa que hizo despertar la rabia de Syn que lo miraba desde arriba con los ojos clavados en él. - Al final somos tan parecidos... Después de todo tienes mi sangre.

-Mona, no me encuentro bien... - Susurraba Noir al gato que se preocupaba.

-Ahora que lo dices, me siento mucho más cansada de lo normal. - Asintió Queen.

-¡Chicos, creo que ya lo tengo! - Gritó Oracle.

-¿Sabes de dónde viene esa atmósfera?

-Sí... Y creo que no os va a gustar.... - Suspiró el navegador mientras tecleaba en su pantalla. - Syn está obteniéndo la fuerza incrementando sus ataques y conservando su energía por medio de la nuestra. Si esto continúa así o si _____ tiene un cambio drástico de actitud podría acabar incluso con nosotros.

-¡Entonces lo único que tenemos que hacer es pararla! - Concordó Fox que comenzaba a perder el equilibrio. - Lo siento, pero energías ya no me quedan.

-¡No somos familia! ¡Cortaste tus lazos con nosotros y nos dejaste abandonados junto con mamá hace mucho tiempo! ¡Solo te indignaste a aparecer para intercambiarme por unos votos del proletariado! - Salté ante su indiferencia.

-Lo sé... Aún así mi sangre corre por tus venas y no pararás hasta que tu cometido se haya cumplido... Incluso si eso implica aplastar a las masas. - Sonreía victorioso. Ante su provocación caí y hecha una furia pude conseguir la energía que necesitaba para continuar peleando. Atrás Syn sonreía dándome una mayor capacidad de asestar golpes y rompiéndose delante de sus narices aquellos cables metálicos ajustados a su cuerpo.

-¡Phoenix! ¡Phoenix para! - Hacía caso omiso a las llamadas de mis compañeros.

-¡La atmósfera se está...! - Comentó Oracle mientras tecleaba dentro de su persona. No le dio tiempo a dar al 'enter' pues sus energías decrecían considerablemente.

-¡_____, para! - Aquel timbre de voz que reconocí en el acto hizo que diera pasos atrás. Me percaté entonces de que las personas de mis compañeros se estaban consumiendo mientras que la mía se alzaba de poder, solo cierto rubio pudo detenerme ante su llamada.

-Te lo dije.... Mi sangre corre por tus venas. - Se exaltaba Shido contento.

-Probablemente sea cierto pero a diferencia de ti, sé enmendar mis errores cuando los he cometido. - Sentencié. - Syn, no podemos arrebatarle la energía a mis compañeros solo para nosotras. - Suspiraba mi sombra detrás de aquellos vendajes. - Si vamos a hacerlo que no sea con trapos sucios. - Al acto de comentarlo retiró sus vendas para dar paso a unos torbellinos que llenaron de energía a cada uno de mis compañeros. - No soy como tú Shido, no seré escoria como tú. Pienso vengar a mi hermano pero con los lazos que he hecho. - A mi lado los ladrones fantasma en su mayor apogeo se presentaban. Fue la combinación de ataques de Mona y Noir quienes pusieron de nuevo fin a aquel legado.

-¿Cómo es posible que éstos pobretones me estén ganando? - Preguntaba Shido

-¡Es nuestra oportunidad! ¡Coged su tesoro! - Propuso Oracle. Aquello le hizo reír.

-No penséis que habéis ganado, usaré mi poder mejor guardado. - Comentó. - ¡Os educaré una y otra vez! - Su piel se tornó roja y de pronto sacó su máximo poder.

-¡Cogeremos tu corazón! - Sentenció el líder.

-¡Es más fuerte ahora, tened cuidado! - Habló Oracle.

-¡Acabemos con ésto! - Gritó Skull.

Ahora los ataque físicos le afectaban como uno normal algo que nos hizo bien sobretodo cuando cargábamos nuestros ataque Skull, Joker y yo. De nuevo Queen se encargó de la defensa y Fox de la evasión mientras que Panther le bajaba todo el poder posible por no hablar de Noir, que se dedicó una vez más a mostrar sus habilidades psíquicas y sus barreras mágicas . Mona estaba en la retaguardia preparado para curarnos.

-¡Baile de espadas! - Grité a todo pulmón. Varias espadas se clavaron en Shido.

-¡Mano de Dios! - Comentó Skull.

-¡Un disparo de muerte! - Siguió Joker.

-¡Os voy a destruir! - Sentenciaba mientras intentaba bajarnos la evasión. Subió su poder a un punto crítico y sin pensarlo me puse al frente.

-¡Phoenix! - Se alarmó Panther.

-¡Yo me encargo de este ataque, más os vale que le déis el toque final! - Sonreí. Syn salió con su máximo esplendor y con sus grandes vendas amortiguó el ataque apoteósico de Shido siguiendo una lluvia de contraataques por parte de mis compañeros. Al final pudieron hacer que se postrara en el suelo, intentó levantarse una vez más pero cayó rendido.

Nos acercamos a su posición con la cabeza bien alta mientras veíamos como volvía a asentar la cabeza.

-¿Cómo he podido perder? - Se preguntaba.

-Por provocar colapsos mentales en otros..., espero que pagues por tus pecados con tu vida. - Dijo Queen.

-¿Estás bien? - Me preguntó Skull. Asentí con la cabeza y con una sonrisa. - ¿No deberías decirle algo a tu hija y a nuestro líder antes de irte?

-Sí, reconozco que te he incriminado de falsos cargos. - Se arrepintió en dirección a Joker -Lo hice para protegerme... Lo siento mucho.... - Hizo una leve pausa. - Ha pasado mucho tiempo desde que me disculpé de verdad. Y _____, siento haberte vendido a aquella gente solo por unos votos, nunca he sido un buen padre y no merezco tu perdón después de todo lo que he hecho, aún así lo siento. - Dijo con sinceridad.

-Paga por tus pecados y jamás vuelvas a acercarte a mí. - Finalicé.

-Tienes razón.... - Pronunció. - ¿Así que ésto es la derrota? - Se reía de incredulidad.

Observamos que el tesoro se reducía y bajaba a nuestra posición, en aquel momento Shido comenzó a angustiarse, poco después comenzó a desaparecer en nuestras narices sin haber hecho absolutamente nada.

-¿¡Qué está pasando!? - Se asustaba Panther.

-Algo le ha tenido que ocurrir al Shido del mundo real. - Comentó Mona. El Palacio comenzó a temblar, parecía que se derrumbaba.

Entre pasillos acabamos atrapados en sus laberintos, Oracle desesperadamente buscaba una salida mientras yo le daba vueltas al reciente acontecimiento de la sombra de Shido.

-No me digas que... - Susurré pensando en una posible explicación.

-¿¡No habíamos venido por aquí!? - Histérica habló Panther.

-No podemos abrirnos paso como... - Se quejaba Skull, al acto el agua se hacía presente en los pasillos estresando cada vez más el ambiente.

-¿¡El barco está explotando pero por qué!? - Quiso saber el navegador.

-¡Os lo explicaré después, ahora tenemos que salir de aquí! - Cubrí a Oracle las espaldas.

-¡Tenemos que correr! - Sugería Noir.

-¡Oracle! ¿¡No hay otras rutas de escape!? - Indagaba Queen.

-Estoy buscando pero...

-¿¡Y por allí!? - Señalaba el navegador una ruta que se había inundado en menos de lo que canta un gallo.

-¿¡Por dónde más podemos ir!? - Se preguntaba Fox.

-¡Maldita sea! ¡Por aquí también se está inundando! - Se quejaba Skull en aquella dirección.

-¿Nos vamos ahogar? - Preguntaba Panther desesperanzdora. Al acto una brisa acarició mi rostro, parecía ser de una ventana que debía dar al exterior.

-¡No vamos a morir aqu...!

-¡Seguidme! ¡Creo que he encontrado una ruta! - interrumpí a Mona mientras los demás me seguían.

Llegamos al frente de la dieta, justamente daba a las vistas que vimos la primera vez que entramos. El barco se podía observar que se partía en dos y para colmo los botes salvavidas estaban en el otro extremo.

-¡Yo no sé nadar! - Comenzaba a sollozar Oracle.

-¡Está demasiado lejos! - Comentó Fox.

-Dejádmelo a mí... - Habló Skull con determinación.

-¡Skull, no tienes por qué...!

-No te preocupes, activaré la palanca para que podáis subir, cumpliré la promesa que te hice, no lo dudes. - Sus ojos castaños indicaban que no mentía es por eso que accedí a que hiciera tal locura.

Se puso sobre el edificio gracias a su inclinación como si fuese el comienzo de una maratón, las explosiones reiteradas dieron la salida y la calavera salió volando como un rayo. Cruzó la separación de ambas mitades de un gran salto con un impulso fuerte al frente, con otro salto alcanzó la palanca pudiendo el bote llegar a nuestra posición. Se quedó colgando durante un instante mientras Fox activaba la lancha e ir a su rescate una vez todos montados... Sin embargo, justo antes de que pudiese soltarse, las explosiones emergieron una vez más de la nada, un silencio abrumador devoró el lugar a pesar de las constantes explosiones las cuales me quedé atónita mirándolas.

-No puede ser... - Habló Panther. Hizo el amago de saltar del bote e ir a su rescate, sin embargo, la detuvieron Noir y Joker que estaban a su alcance. - ¡Ryuji! - Gritó a todo pulmón desgarradoramente. En ese momento se me paró el corazón ya que cuando el humo desapareció no se pudo apreciar nada sobre aquella palanca. Mis hombreras agitadas suavemente por el viento me devolvieron a la realidad, aproveché los momentos en los que todos estaban distraídos en contener a Ann para saltar del bote.

-¡_____! ¡Vuelve aquí! - Me exigió Queen. Solo faltaron unas brazadas más para coger todo el aire que pude y sumergirme.

El gran buque se caía a trozos, algunas partes estuvieron a punto de rozarme y otras debido a que se sumergían, me llevaban consigo desequilibrándome de mi ruta. Comenzaba a quedarme sin aire en aquellas aguas de desesperación, mi aguante físico había mejorado y se notaba la altura en la que me encontraba por esa presión de mis pulmones.

De pronto me percaté de unas leves burbujas detrás de unos escombros aún cayendo, con mi mayor fuerza de voluntad las seguí y gracias al cielo pude encontrar al rubio que estaba inconsciente hundiéndose en lo más hondo. Mi pecho comenzaba a comprimirse y mis energías drenaban a cada segundo que pasaba, no me sentía de aquella forma desde que tuve aquel colapso en el instituto.

-Syn.... - La llamé como último recurso, sin embargo, ella no acudió. En vez de eso me cedió las únicas energías que le quedaban para darle alcance.

Extendí la mano y me puse sobre él para cederle el poco oxígeno que tenía mientras que con otra mano, daba mis últimos esfuerzos en salir de aquel mundo, me daba igual dónde saliéramos el caso era salir de ahí.

Al final Ryuji acabó sentado sobre unos setos bastante frondosos y yo sobre él con el pelo mojado por doquier... Lo contrario que mi ropa que parecía recién planchada. Me costaba recobrar el aliento después de haber ingerido parte de agua en mi último esfuerzo. De pronto noté movimiento, el rubio palpaba su cabeza intentando averiguar cómo es que seguía vivo.

-_____... ¿Por qué estás encima...? - No le dio tiempo a terminar su frase cuando deposité mis labios sobre los suyos.

-¡Eres un idiota! ¡Me digiste que ibas a estar bien, que no debía preocuparme y...! -Hice una pausa intentando disuadir la bola que se había formado en mi garganta - ¡Que me alegra que estés bien! - Al acto lo abracé al igual que él a mí.

-Perdona por haberte preocupado _____. Te prometo que no lo volveré a hacer en la mayor medida de lo posible... Aunque si me vas a dar esos besos cada vez que lo hagas entonces...

-Entonces la que te matará seré yo. - Continué la frase bajándole aquellas declaraciones.

-Pero estás con el pelo mojado en pleno diciembre ¿No tienes frío? - Intentaba el rubio cambiar de tema.

-A lo mejor será porque me he tirado al mar a buscarte, llámame loca. - Respondí.

-¿Al mar? Espera... ¿Qué pasó después de que lancé el bote? - Preguntó.

-¿Me estás diciendo que las disculpas de antes no tenían significado? - Deducí. - Eres de lo que no hay. - Suspiré. - Caíste al mar después de la explosión, salté para no perderte. - Aquello le trajo de vuelta a la tierra mientras un silencio se hizo presente.

-¿Sabes? Te quiero _____-Su declaración fuera de lugar hizo que me pusiera roja como un tomate, de hecho, sonrió ante mi reacción. - El pelo mojado te hace más sexy. - Opinaba mientras me miraba de arriba abajo, la verdad es que estar sobre sus piernas no ayudaba mucho.

-Lo estás haciendo aposta ¿Verdad? - Pregunté. Quise levantarme pero me sujeto de nuevo con la mano y tomó mis labios sin previo aviso. Tras aquello me dejó levantarme y sacudir mi falda. -Vamos, tenemos a los demás preocupados. - Comenté mientras le tendía la mano.

-¿Tenemos que hacerlo? - Preguntó Ryuji un poco mosqueado.

-Si no lo hacemos las consecuencias serán más graves. - Le advertí. Escuchamos entonces unas voces que nos llamaban, parecían ser los demás que parecían bastante preocupados. Sentí la mano de Ryuji que le sirvió de apoyo para levantarse.

-Vamos. - Sonrió sin soltarme. -¡Hey, seguimos vivos! - Canturreó Ryuji por lo alto. - En serio ¿Me podéis explicar por qué ha explotado el palacio?

-¿Seguís vivos? - Preguntó Haru preocupada.

-¿¡Qué!?

-Digamos que pude usar el navegador a tiempo. - Intervení.

-¿Por qué tenéis esa cara? Llorar no os sienta bien. - Intentaba ser positivo pero no parecía tener efecto.

-¡_____ Akechi! - Me temblaron las canillas en cuanto escuché mi nombre completo provenir de los labios de Makoto. - Cuando se te dice que te quedes quieta te quedas quieta ¿¡Entendido!?

-¡Sí presidenta! - Comenté cual soldado.

-La has liado pero bien. - Me comentó el rubio.

-¿¡Y de quién crees que es la culpa!? - Saltó Ann respondiendo al rubio. Le soltó una colleja sin que le diese tiempo a defenderse.

-¡Estábamos muy preocupados por vosotros! - Declaró Haru.

-¡Eres un liante! - Continuó Futaba en dirección al rubio.

-¡Oye, no hay que ponerse así! - Intentaba Ryuji calmar a las chicas, sin embargo, no pareció convencerles. - ¡Espera, casi morimos...! - Concordó Ryuji para salvar la situación en vano.

-_____, tú no te libras tampoco. - Estiraba Makoto sus puños en nuestra dirección.

-Ryuji... Ha sido un placer conocerte. - Declaré.

-No me digas que... - Intentaba deducir Ryuji lo que pasaría después. - ¡Haz algo! ¡Lo que sea! ¡Saca a tu persona!

(...)

(...)

(...)

Cargaron bastante con Ryuji aunque parte también me la llevé yo. Makoto se encargó específicamente de mí porque a su parecer tenía que distinguir entre parar y seguir.

-La verdad tengo hambre. - Se sinceró Yusuke.

-¿Vamos a casa? - Propuso Haru.

-Yo quiero Foie gras - Salió Futaba.

-Estamos en la realidad, no en el barco. -Intervino Makoto.

Comenzaron a irse mientras nos dejaban a nosotros dos detrás, Ryuji parecía estar en coma.

-¿Esto es a lo que se enfrentó mi hermano en su día? - Pregunté al viento. - Ryuji la próxima vez te salvas solo. - Sentencié mientras me recomponía.

-¿Me lo dices en serio? - Susurraba casi sin aliento, se había llevado la peor parte después de todo.

-Vas a tener que compensarme por ésto. - Aclaré.

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