Nuestra Luz

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Se despidió como es debido el día antes de su partida, con el móvil estaba obsesionada llamando a mil y una personas para poder hallar alguna pista sobre mi hermano y en aquel entonces, justo al lado del cine de Shinjuku me abordó Ren con Morgana detrás.

-Vaya... El protagonista de esta historia se nos va. - sonreí mientras guardaba el móvil.

-Ha sido un largo curso... - Asentí con la cabeza.

-La verdad, nunca pensé volver a resurgir de mis cenizas, sin embargo, gracias a vosotros he podido encontrar un camino que seguiré sin arrepentirme. - Susurré. - Gracias por todo Ren, gracias por todo lo que has hecho por todos nosotros... Hemos reído, hemos llorado pero sobretodo nos hemos divertido. Te seré sincera, mi camino no ha concluido, voy a encontrar a mi hermano cueste lo que cueste... Como si tengo que dar la vuelta al mundo para ello. Si tengo noticias de él serás el primero en saberlo. - De mi bolsillo saqué un pluma de un ave de una longitud de 25 cm. - Toma. - Le dije. - Es una pluma con la cual puedes escribir tus historias en un futuro. Me ha ayudado mucho en mis informes pero a la vez me transmitió la fuerza de un fénix en mis momentos de bajón. - Lo cogió con gusto. - Recuerda... Hagas lo que hagas jamás te arrepientas de tus decisiones ni de tu pasado, porque es la persona que veo ahora la que se ha formado con ellas mismas.

Con esto continuó su camino mientras me venía una llamada de Makoto.

-¿Todo listo?

-Todo listo.

Por la mañana, muy de mañana, estábamos en la calle en una furgoneta alquilada, fue  Morgana quien nos insistió en ello.

Makoto conducía y yo iba de copiloto esperando junto con los demás que llegara la estrella, todos parecían aburridos después de esperar durante tanto tiempo hasta que cierto rubio se levantó ilusionado de ver a su compañero una vez más.

-Estamos todos de vacaciones después de todo. -Sonrió Haru.

-Nada de exámenes de ingresos. Así que puedo llevarte a la estación. -Se ofreció Makoto.

-¿De verdad tienes que irte? -Preguntó por última vez Futaba. Mientras conversaban giré el retrovisor y para nuestra sorpresa vimos a un coche negro que estaba estacionado igual que nosotros y que esperaba pacientemente nuestra salida.

-Siguen ahí. -Recalqué.

-¿Qué hacemos? -Preguntó Makoto. Sin esperarlo apareció al lado nuestro un taxi que al bajar la ventanilla su conductor se dejó ver. Se trataba nada más ni nada menos que Maruki que ofreció a Ren a dar una pequeña vuelta en dirección a la estación.

-¡¿Maruki?! -Preguntaba Ryuji.

-¿Quiere que nos separemos? -Preguntó Makoto.

-No hay otro modo, intentaremos entretenerlos mientras vas tranquilamente a la estación. -Solté. Dieron el visto bueno en el acto. Mientras Ren iba con Maruki, Makoto arrancaba ferozmente el motor. -Makoto, la seguridad ante todo. -Le avisé. Pegó el acelerón del siglo y nos llevó por las calles más insospechadas del momento.

A pesar de la ferocidad a la que conducía la presidenta nos seguían muy de cerca, en consecuencia, Makoto aceleró intentando perderlos dándoles esquinazo, tras tres intentos al final dio resultado. Por fin llegamos a la estación donde Maruki había dejado a Ren. Nos acercamos a la altura del líder que nos sonrió una vez más.

-Voy a sacarme el carné de conducir en cuanto tenga la oportunidad. -Sentencié.

-No vas a superarme en ese aspecto _____. -Se burlaba Makoto.

Por fin se abrieron las puertas para darle nuestro último adiós.

-Más te vale comer bien. -Dijo Yusuke.

-Nos veremos pronto ¿Verdad? -Preguntó Haru.

-Si no regresas iremos a buscarte. -Amenazó graciosa Ann.

-Ojalá te quedaras pero las cosas son como son. -Suspiró Futaba.

-Y asegúrate de entrenar. -Le animaba Ryuji.

-Esperaré con ganas nuestra próximo juego de ajedrez , Ren. -Añadí.

-Chicos es la hora. -Advirtió Makoto que miraba cómo la furgoneta negra nos daba alcance. -¡Nos vemos Ren! -Arrancó de nuevo. Nuestro viaje había llegado a su fin pero no era un punto y final a decir verdad.

-¡Nos vemos tío! -Gritaba por última vez Ryuji a los cuatro vientos.

-Te escribiré ¿vale? -Continuó Futaba.

-¡Queréis sentaros! -Exigió Makoto que comenzaba a acelerar cada vez más. El coche negro también se puso en marcha. De pronto tuve una corazonada, miré unos momentos atrás a aquella estación pero sacudí mi cabeza para volver a sentarme. Probablemente era mi imaginación pero en aquel entonces había sentido que uno de mis lazos estaba más cerca que nunca.

El futuro para la banda fue por distintos caminos: Ryuji se compró de nuevo unas zapatillas de atletismo, se notaba que iba en serio sobre volver a las pistas porque cada vez que lo llamaba estaba en rehabilitación o corriendo de un lado para otro.

En cuanto a Ann, buscó escuelas para estudiar en el extranjero. De tanto buscar estuvo de acuerdo con una que le agradaba su metodología y predisposición.

Makoto y su hermana buscaban apartamentos para que la expresidenta estuviera cómoda, algún que otro percance y numerito montaron por culpa de la diferencia de opiniones pero al final siempre acababan bien. También pudimos encontrar a la candidata perfecta como presidenta del consejo, se trataba de una recién llegada de primero y como era de esperarse a algunos no les pareció correcta la decisión.

Haru tenía la cabeza asentada, buscaba todo tipo de cubertería, tazas y platos para la cafetería que tenía en su cabeza. Aquello lo compaginaba con la universidad y el estudio empresarial.

En cuanto a Futaba, tal y como nos pasaba a todos, la pereza de estudiar le venía alguna que otra vez, a pesar de costarle seguía adelante junto con las buenas meriendas que Sojiro le preparaba.

Yusuke siguió pintando, con una sonrisa nos comentó que había encontrado la inspiración de la que carecía y que muy pronto comenzaría a cosechar lo plantado.

Y yo... iba de un lado para otro, no solo tenía que compaginar mis estudios con el trabajo secundario sino que también estaba pendiente de las pistas de la localización de mi hermano. Conocer a varios detectives, su manera de pensar y sus nuevas perspectivas me hacían abrir más los ojos del caso que nos presentaron y además me dieron esperanzas (aunque sea indirectamente), de que en algún punto de este mundo estaba el príncipe detective desaparecido.

Probablemente suene a un amargo final para algunos pero supongo que era un final para mejor. Separarnos para cumplir nuestros sueños y seguir de frente era nuestro objetivo cuando nos opusimos a Maruki. Seguir adelante... Como los verdaderos Ladrones fantasma.

Persona 5 & RoyalWhere stories live. Discover now