Lo hago por tu felicidad

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Llegamos a la zona de destino. A simple vista notamos un palacio que intentaba fundirse con la realidad y que a duras penas era percibido por los transeúntes en su sano juicio. En frente del palacio estaba aquel cabello rojo característico que se alegró bastante al ver a Ren.

-¡Amamiya-kun! –Sonrió. -¡Y...! –Nos miró sorprendida, probablemente no se esperaba para nada nuestra visita. -¡Akechi-senpai! –Me miró con amabilidad. La confusión se hizo presente, no sabía si aquellas palabras se dirigían a mi hermano o a mí. -¡Es decir...! –La pelirroja comenzó a ponerse nerviosa.

-Al parecer estábamos juntos cuando recibimos tu llamada. –Disimulaba mi hermano a la perfección. –Lo primero, una muerta vuelve a la vida y ahora aparece un palacio... -Susurró. –Intrigante cuanto menos.

-Guarda tu entusiasmo, no tenemos nada en claro desde el momento. –Pronuncié.  Goro suspiró pesadamente.

-Akechi-san ¿Sabes algo con respecto a los palacios? –Preguntó Yoshizawa preocupada.

-Formamos parte de los ladrones fantasma después de todo. –Expliqué, algo a lo que sorprendió a la gimnasta.

-Formas, no me incluyas en vuestro grupo. –Corrigió. –Yo básicamente tengo los mismos poderes que ellos dos.

-Eres más seco que de costumbre. –Murmuré entre dientes.

-¿En serio? –Impactada habló Yoshizawa.

-Eres también una usuaria de persona ¿Me equivoco Yoshizawa? –Preguntó Goro. Dudó en el acto, es algo que no se podía decir así como así a los cuatro vientos y mucho menos a alguien que "no" era parte de los ladrones de corazones.

-Me temo que sí. –Analicé a bote pronto. Mis palabras la sorprendieron, supongo que quería que aquel secreto permaneciese entre el líder y ella.

-La verdad es que... -Intentaba escurrir el bulto.

-No es necesario inventarse algo, tus gestos te acabarán delatando... Además... Eras tú la que andaba por el palacio de Sae a nuestras espaldas. –Mis acusaciones parecían ponerla nerviosa. –Tengo que volver a darte las gracias por proteger a Ren en esos momentos, pero abstente de hacer cualquier locura ahora.

-¡Sí _____-senpai! –Declaró con una pose militar.

-Con la lengua tan afilada como siempre. –Suspiró Goro. –Apuesto a que no sobreviviría ni un minuto si es ella la que hace el interrogatorio. Así que éste es el sitio ¿no?

-Así es, pregunté a los transeúntes de mi alrededor pero no parecían reaccionar.

-Eso puede implicar que no lo ven o que lo vean y no reaccionen ante ello. –Comentó Goro.

-Creo que es más bien la segunda opción, algún que otro vistazo han echado algunos que pasaban por la calle de en frente. –Confirmé su teoría.

-Sería bueno que tomemos acciones yendo inmediatamente al meollo de la cuestión

-¿Ir dentro del palacio? –Comunicó Yoshizawa.

-Un palacio proyectado en la realidad... Lo que nos quedará por ver una vez entremos. –Avisé.

-Ante todo cautela. –Siguió Goro mientras sacaba el móvil para adentrarse al palacio, allí se percató de algo inusual. Al acto hicimos lo mismo, de nuevo y sin esperarlo estaba la app que hace unos días vi desaparecer ante mis narices. –Pensaba que se había ido pero parece que hemos ganado acceso a la Nav de nuevo. –Explicó mi hermano.

-¿Eso significa que podemos ver el creador del palacio? –Pregunté en dirección a Yoshizawa. –El historial ¿Podrías decirnos qué pone?

-Dónde miro yo eso... -Murmuraba mientras toqueteaba su móvil. -¡Aquí está! –Saltó. –Hay un historial pero... -Nos acercamos a su lado y por lo visto el nombre del señor del palacio aparecía como desconocido.

Persona 5 & RoyalWhere stories live. Discover now