LeBlanc

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Era la primera vez que me encontraba en ese establecimiento, un lugar clásico y bonito a la vez, era tal cual me lo describió mi hermano, su barra, su zona de mesas, era acogedor a decir verdad. El jefe se sentó en un taburete y nosotros le rodeamos sentándonos donde podíamos, me senté en el sofá en frente de Sojiro para ver sus expresiones y saber si era la verdad lo que nos iba a contar.

-Futaba, como ya sabéis es mi hija adoptiva, ella pasó a estar a mi cargo cuando su madre biológica sufrió un trágico accidente. - Comenzó a explicar apenado. - Ella al parecer estaba en una investigación algo peliaguda, de hecho, cuando estábamos en un restaurante hablando tranquilamente, ella con total seriedad me dijo seriamente "Creo que pronto voy a morir". Mi nivel de embriaguez era tan alto que no le presté mucha atención a la importancia de sus palabras hasta que ocurrió aquel día. Al parecer Futaba paseaba junto con su madre por la calle cuando se desplomó sobre la carretera estando los semáforos en rojos para los peatones. - Ann hizo muecas de disgusto. - Supuestamente fue un accidente y la investigación que con tanto ahínco se dedicaba ella se borró del mapa por completo. - Me recordaba a mi situación, el hecho de las pruebas o pistas desaparecidas con respecto a mi pasado.

-Encima Futaba tuvo que presenciar a su madre desplomarse. - Dijo Ann preocupada.

-Tendría que habértelo dicho antes pero la ocasión no me lo permitió. - Se dirigió a Ren mientras se tocaba la perilla.

-No te preocupes, es entendible. - Respondió Ren para aliviar la tensión entre ambos.

-Los primeros días que estuve con ella nos fueron nada agradables, no intercambiábamos palabras, tan solo hablaba yo intentando convencerla para que volvamos a tener una conversación normal como antaño con su madre. Se encerró cada vez más y más hasta el punto de no salir de su habitación, ya no sé qué hacer, no sé relaciona con nadie y gracias al cielo que conmigo algunas palabras sí intercambia. Por favor, dejarla en paz, debe ser ella la que dé el paso.

Se levantó para sacudirse el delantal y ponerse las gafas correctamente, tan pronto como lo hizo me miró.

-Tu cara me suena bastante ¿Eres amiga de este delincuente? - Bromeó Sojiro mientras me miraba.

-Mi nombre es Akechi, Akechi _____, hermana del famoso detective Goro Akechi, es un placer conocerle señor Sakura.

-Puedes llamarme Jefe como cada uno de los que están aquí... Te dejo la cafetería, creo que hoy voy a cerrar antes. - Se dirigió al muchacho para darle las llaves. - Tan pronto salió de la puerta como tan pronto comenzaron los arrepentimientos.

-Me siento mal de haber insinuado algo malo del Jefe. - Comentó Ann. La mayoría concordó mientras que yo estaba indiferente porque fui la primera en dejar claro mis pensamientos sobre el Jefe.

-Es inocente, no solo la veracidad de su historia lo demuestra, sino también sus gestos y sus expresiones. - Añadí. - Depende de ti el siguiente movimiento Ren.

-Salvaremos a Futaba y haremos que Medjed caiga. - Aseguró Ren con alta seriedad. Todos concordamos en su decisión y mi móvil sonó de par en par, se trataba de mi hermano, miré a los demás indicando que debía irme, accedieron con gusto haciéndome Ann una señal con la mano diciendo que nos pondríamos pronto en contacto.

Me alejé del Leblanc caminando por las oscuras callejuelas en dirección al metro. Cogí el móvil contestando la llamada, noté a mi hermano detrás de la línea un poco agotado, los medios de comunicación, el trabajo de detective y la escuela le estaban comiendo poco a poco, estaba agotado pero tampoco podía decirle que parara así como así, si lo hacía se enfadaría y no solucionaría nada.

-Creo que es demasiado tarde para andar fuera. - Suspiró. En aquel entonces noté una mano posarse sobre mi hombro, al girar me encontré con la cara de Ann y Ryuji que iban a la misma dirección que yo.

Persona 5 & RoyalWhere stories live. Discover now