Capitulo 15:
Las horas transcurren con el tiempo, llevándose cada parte de mí felicidad.Me sentía abatida.
Necesitaba salir de acá.Y por fin el timbre había sonado por tercera vez, haciéndonos saber que el día estaba finalizado.
Guardo las cosas en la mochila apresuradamente.
— Chiquita, ¿apresurada por irte? — Le doy una mirada a Lautaro detrás de mí.Lo ignoro.
¿Donde estaba mi celular?.Rebusco debajo del banco y lo encuentro.Apunto de cerrar el cierre de mi mochila, su voz vuelve a sonar.
— Me ignoras.. — No le respondo.Voy la vuelta y lo enfrento con la mirada.— Déjame decirte que me gustan los desafíos y cuando quiero algo me lo propongo, vos no vas a ser la excepción.
Me dedica una ultima sonrisa antes de atravesar la puerta delante de mí.Lo sigo por detrás con el paso más lento.Imbecil, Imbecil, Imbecil.
El aire me llega a la cara de un fuerte golpe, se cruza por mi cabeza la idea de ponerme la campera pero no era necesario, ¿o si?.La gente tomaba su camino y poco a poco el espacio se despeja.
¿Justin?
¿Realmente era él?
Al frente de donde estaba parada, él estaba relajado apoyado contra el portón de una casa.Sonreía.Sus ojos estaban achinaditos y percibía el brillo de sus ojos, aquel infierno con llamas miel me llamaban, sí, lo extrañaba.
Miro a mi derecha para ver los autos pasando, sentía la espera infinita del semáforo. El muñequito color blanco que nos indica pasar, hacen de mí una persona completamente diferente.
No se piensa en la gente, no se piensa en el alrededor, se piensa en el mundo que ambos creamos juntos.Nuestro infierno.
Corriendo hacía él, lo abrazo sujetando mis piernas alrededor de su cintura.Sus brazos envolviendome era todo lo que necesitaba y tenía. Él reía en mi oído.No podía dejar de besar sus mejillas.Tome entre mis mano su cara y le plantó un beso.Lo miro detenidamente y le sonrío.
— Chiquita, ¿no te cansas de ver lo lindo que soy?
¡Oh dios! ¡Su voz! ¡Su egocentrismo! ¡Me hacia falta!. Sentía colapsar y podía largarme a llorar en ese instante.
— Nunca — Vuelvo a besarlo.