Caminábamos en silencio en dirección a mi casa, ninguno de nosotros dijo nada mientras recorríamos las calles iluminadas por la resplandeciente luna llena.
-Estoy perdida Ren. -Hablé con sinceridad, el otro se dedicó a mirarme sin decir ni reprochar nada. -Tengo la sensación de que la he fastidiado, que mis esfuerzos para poder encontrar a aquella persona que podía desvelar parte de mi pasado fueron en vano... Ya no sé qué hacer, qué pensar, qué decir... Me ha desvelado mi pasado en pocas palabras pero siento un sabor amargo tras dejarle marchar.
-_____ ¿Qué es lo que quieres? -Preguntaba Ren que miraba al frente.
-No lo sé, quería saber mi pasado pero ya lo sé... Ya no tengo motivos por los que seguir, mi vida se ha dedicado a la investigación de lo que me había ocurrido hace años pero ahora que lo sé, ya no sé qué más hacer.
-Eso es lo que dice tu "yo" depresiva ¿Qué es lo que quieres hacer de verdad? -Insistió. No sabía cómo responder la pregunta, sabía de todo un poco pero a la vez de nada en absoluto. -¿Qué sentiste al ver a la persona que tanto buscabas? -Me cambió la pregunta al ver que me reconcomía la mente más de lo usual.
-Alivio, tristeza y miedo. -Respondí.
-¿Por qué? -Indagó convencido.
-Alivio porque podía ver con mis propios ojos que estaba bien.
-¿Bien de qué?
-Yo... No sé cómo explicarlo pero doy por sentado que mis años olvidados no fueron más que pérdidas y traumas que acabaron en el olvido por mi culpa. -Contesté.
-¿Por qué fue tu culpa?
-Creo que es mi culpa que él tenga esa mirada hacia los demás, probablemente si mi hermano no me hubiera rescatado y si hubiera podido enfrentarme a esa gente...
-Lo hecho, hecho está, no puedes cambiar el pasado y creo que no es bueno utilizar hipotéticos pasados que no te llevarán a ningún lado. _____, es muy probable que si hubieses continuado en aquella situación hubieras muerto tarde o temprano. Agradece que tu hermano te salvó a tiempo, gracias a eso estás con nosotros ¿No? -Esbocé una pequeña sonrisa. -¿Por qué sentiste tristeza? -Regresó a la conversación anterior.
-Aquellos ojos azules apagados que he divisado miles de veces están muertos, no tiene ni un rayo de esperanza por la humanidad, tan solo quiere cumplir sus caprichosos y eso le está cegando de la realidad. Cree que este planeta no tiene salvación, ni su humanidad, quiere hacer sufrir a cada uno de nosotros lo mismo que sufrió él. -Expliqué apenada de la situación.
-¿Entonces no tiene salvación? -Preguntó Ren. -Incluso el hombre más vil de todos puede tener salvación. -Intentaba darme esperanza.
-¿Y cómo puedo salvarlo? -Quise saber, algo que a Ren le sorprendió para luego detenerse.
-Pensaba que ya no tenías un propósito para esta vida. -Con indiferencia prosiguió su camino. -Así que esa es tu verdadera voluntad... Quieres ayudar a Sho a reinsertarlo en la sociedad. -Murmuraba mientras lo seguía por detrás.
-Recuerdo que hice una promesa antes de salir de aquel infierno y es que quería proteger a Sho con todas mis fuerzas. -Casi se me hacía un nudo en la garganta con estas palabras. -Pero mi voluntad y mi corazón van en sentidos opuestos.
-¿Qué quieres decir?
-Cuando tuvimos una pequeña batalla codo contra codo en Mementos, quería pelear para que dejara de encerrarse en aquel mundo que había proliferado desde que me fui pero a la vez no quería dañarlo... No quería dañar a la persona que estuvo conmigo mientras sufría aquel calvario. -Pronuncié. -Noté a la vez que debido a la diferencia de opiniones mi persona comenzó a debilitarse.
-Eso no significa que no tengas un objetivo. Tu voluntad y tu corazón tienen un objetivo claro y es salvar a Sho ¿Verdad? -Asentí con la cabeza. -Entonces usa ese objetivo y haz a tu persona más fuerte. Todos los del grupo sabemos que tienes un potencial ______, sin embargo te reprimes, quieres seguir a nuestro lado pero no sobresalir entre el grupo.
-¿Os disteis cuenta? -Pregunté asombrada.
-_____..., teniendo a Futaba al lado no hay secretos. Tienes que sacar todo tu potencial, no solo para protegernos sino para poder avanzar. A lo mejor estás a una línea distinta a la nuestra pero como sigas así comenzarás a perder facultadas o lo que es peor... Te daremos alcance y ahí será cuando te darás cuenta de tu error. -Agaché la cabeza. -_____, aprovecha tus dotes para satisfacer lo que realmente quieres. -Me repitió una vez más para que aquello se me quedara grabado en la cabeza. -Por último ¿Por qué sentiste miedo?
-Porque ahora que lo tenía delante de mí, no sabía cómo reaccionar, cómo actuar... Estaba con un completo desconocido que para mi pasado era conocido, normalmente suelo llevar las riendas de la situación de mi vida, sin embargo, ante él... Me acobardé, sobretodo con ese espíritu que desprendía, un espíritu que daba miedo y metía presión a distancia... Creo que esa es otra de las razones por las que sentí tristeza... Jamás sentí haberle tenido miedo, nunca. -Recalqué. -Y el hecho de ahora no poder ni dirigirle la mirada me entristecía.
-¿Estás segura que no lo estás mirando como realmente es? -Preguntó Ren. -Normalmente las apariencias engañan, y esa mirada que a lo mejor ves no es nada más ni nada menos que la misma con la que solías interaccionar antes, sin embargo, creo que esa sensación la has olvidado ¿Tú crees que su intención es meterte miedo? ¿Qué ves realmente en esos ojos?
-Creo que quiere meterme miedo para alejarse de mí. -Respondí a pesar de no gustarme aquellas palabras. -Quiere alejarse de mí porque no quiere recordar una vez más el calvario por el que pasamos.
-Sin embargo hiciste una promesa ¿Seguro que esa mirada no te transmite una petición? -Cambiaba mis pensamientos Ren.
-¿Una petición? -Repetí analizando sus palabras.
-¿Solo viste odio en tu combate contra él? ¿No viste ni un mísero rayo de esperanza? -Insistía para que pudiera razonar. Recordé aquella mirada profunda de color azul oscuro, quería lo peor de mí, quería herirme con todas sus fuerzas pero debía de reconocer que su persona estaba igual de crispada que la mía.
-Probablemente lleves razón, si Sho quisiera olvidarse de mí y formar parte de un libro cerrado lo habría hecho justo antes de salir de Mementos. Quiere decirme algo. -Sentencié. -Quiere decirme algo pero no sabe cómo hacerlo.
-¿Y cómo sabes que quiere decirte algo?
-Porque... me lo comunicó mientras luchábamos. Es su manera de expresarse, por medio de espadas. -Miraba mis manos mientras seguíamos por las callejuelas. -De hecho creo que sé luchar gracias a él. Intercambiamos varios estilos de lucha, entre ellos un arte marcial que parecía ser el mismo entre los dos. -Cerré los puños. -¡Lo tengo decidido! ¡Quiero salvarlo! Puede que mi memoria esté aún confusa pero... eso no cambia mi deseo ¡Salvaré a Sho una vez más! ¡No volveré a dejarle ir como cuando éramos pequeños! -Ren parecía satisfecho con mi respuesta. Miré a la luna llena que me recordaba todavía la promesa que hice conmigo misma. -Dejaré de echarme atrás, voy a ir a por todas a partir de ahora, sin dudas ni cambios de parecer, me guiaré por mi corazón y voluntad aunque estén contrariados, porque siempre hay un objetivo claro en ambas cosas y eso es lo que quiero cumplir.
-No me falles. -Comentó Ren con una sonrisa entre sus labios.
-Voy a reconciliarme con Sho y voy a cumplir la promesa que le hice a la luna llena en Hawai. -Aquello impactó a Ren.
-¿Qué promesa? -Indagó. Me giré para divisarlo mejor.
-No tengo problema en decírtelo ya que formas parte de mi plan. -Aquello no pareció gustarle a mi líder. -Voy a declararme a Ryuji, normalmente son los hombres los que se declaran a las mujeres pero esta vez va a ser distinto. Además hablamos de Ryuji. -Me rasqué la cabeza un poco incómoda.
-Si... Como no seas directa me temo que no te va a entender. ¿En cuanto a Sho, qué piensas hacer?
-Me dijo que volveríamos a cruzarnos en cuanto estuviera preparada. ¡Ya lo he decidido, ya estoy preparada! -Dije segura de mi misma. -Gracias Ren, me has despejado bastante la cabeza de dudas que tenía amontonadas.
-Me alegro que te sientas mejor .-Se sinceró mi compañero. -Pero ¿Puedo preguntarte una cosa? -Aquello me pilló por sorpresa.
-Adelante.
-Cuando le preguntaste a Haru preocupada sobre la situación de su padre ¿Por qué era?
-Aún no lo tengo muy claro pero tengo una sensación extraña en el cuerpo... A pesar de todo Haru nos ha dicho que su padre está bien, así que supongo que no le daré muchas vueltas. -Asintió con la cabeza. -Por cierto, en cuanto a mi hermano... Creo que sé por dónde quiere tirar.
-Soy todo oídos. -Comentó.
-Digamos que quiere cambiar el corazón de alguien, se trata de la hermana de Makoto. Apuesto a que nos pedirá ayuda con ese tema. -Expliqué.
-¿La hermana de Makoto? -Se preguntaba Ren el por qué de aquellas intenciones.
-Mi hermano y la hermana de Makoto: Sae Niijima, trabajan juntos en el caso de los ladrones fantasma, los colapsos mentales y algún que otro caso han podido resolver juntos ahora que lo pienso. Al parecer la hermana de Makoto quiere tergiversar las pruebas de los hechos para poder beneficiarse, si esto continua así, llevará a chirona a cualquiera que se le cruce por la calle con tal de cumplir su misión debido a la presión de los altos mandos. Makoto no es tonta, estoy segura que lo ha notado, viven juntas después de todo. -Hice una pausa para seguir con mis deducciones. -De hecho si me presionas un poco más, creo que es por esa razón por la que se unió a la banda, para poder salvar a su hermana. El tema reside en por qué no lo ha dicho antes... A lo mejor intenta dejarlo pasar hasta que vea un cambio abrupto en ella.
-Entonces... seguro que tendríamos a Sae Niijima como próximo objetivo de nuestra banda. -Razonó el azabache, asentí con la cabeza. -Y encima no podemos rescatarla ahora, sino precipitaríamos nuestro encuentro con tu hermano. -Asentí de nuevo.
-Veo que nuestra cualidad deductiva se te está pegando. -Bromeé. Por fin llegamos en frente de mi casa. -Gracias por acompañarme Ren y... por todo. -Con una sonrisa se despidió de mí deseándome la buenas noches.
Aquella noche no pude dormir, tanto había ocurrido durante ese día que la verdad, quería que se acabara lo antes posible. Para colmo mi hermano no estaba y eso me preocupaba aún más... Desde que estaba con su nuevo jefe no paraba de ir de un lado para otro.
Observé mi mesilla de noche, donde mi móvil no paraba de encenderse cada dos por tres desde que pude llegar a casa, poco a poco me acerqué a él para ver quién era, pensaba que era mi hermano, sin embargo, él no llamaba tan tarde y mucho menos cuando sabía que tenía que ir al colegio al día siguiente.
Cuando encendí el móvil estuve viendo una gran cantidad de mensajes con respecto a la bienvenida de Haru, el grupo principal que tenía no quería dormir por lo que veía. Al final decidí acceder a su propuesta de reunirnos en la azotea todos juntos después de clase dentro de una semana para no levantar sospechas ante los policías que estaban patrullando por la escuela y preguntando a millones de estudiantes.
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-_____ ¿Sigues en pie?
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Me sorprendió ver un mensaje en privado de Ryuji a altas horas de la noche.
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-¡Claro! ¿Necesitas algo?
-Acabas de salir delante de mis narices con muy mal aspecto...
-¿A qué crees que he venido a preguntarte sino?
-Escucha
-Mañana tenemos clase de matemáticas
-...
-¿Ryuji?
-A lo que voy es
-Si quieres mañana desahogarte en esa clase
-¿te refieres a hacer pellas?
-No lo digas así...
-Digamos que si hago pellas cierta mentora me matará.
-¿Puedo saber quién es?
-No quieras saberlo
-En fin
-¿Te apuntas?
-Gracias por preocuparte por mí Ryuji
-pero creo que mi charla con Ren me ha despejado muchas dudas
-Ya lo vi, sí...
-Entonces mañana no hay pellas?
-Si sabemos derivar
-¡Sakamoto, por encima de mi cadáver!
-¡Entendido sargento! ¡Mañana a las 7:00 en clase!
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Me hacía reír incluso sin estar allí, pero tenía que hacer algo lo antes posible para que este sentimiento de amistad se convirtiera en algo mayor.